Entre lo inmóvil y lo vehemente

Considérese que estático e inmóvil tienen como mínimo un cierto matiz distinto que respectivamente les otorga un carácter más y menos susceptible al cambio. Si para lo estático se acepta lo inmóvil en tanto que grado más extremo, ponemos esto en situación más pareja en cuanto a la condición extrema de lo compulsivo respecto a lo dinámico y de ahí bien puede resultar viable para todo ello en su conjunto, y en concreto en referencia a la blogosfera, una mejor diferenciación.

Teniendo por inmóvil lo que definimos como lo más radical y a su vez lo menos recomendable en lo referente a blogs estáticos, podemos liberar el estatismo del riesgo de confundir sus eventuales condiciones buenas y malas, reservando estatismo propiamente para cuando estemos ante blogs estáticos de una mínima buena calidad e inmovilismo para cuando decididamente se trate de blogs cuya condición estática emana de una pura inmovilidad y, en este sentido, sin otra justificación mucho más allá de la despreocupación por parte de la autoría. Entonces, estatismo sería más bien para dinamismo, lo que inmovilismo para compulsionismo, o incluso mejor, compulsivismo, para hacer también en igualdad con inmovilismo la elaboración del término a partir de la forma adjetiva en vez de la sustantiva. Cabe, así pues, que en todo momento concibamos nuestra actividad bloguera en especial, y comunicativa en general, desde la perspectiva de según el caso, y siempre procurando primar el dinamismo por lo menos en redes sociales, proceder en el área media entre lo inmóvil y lo vehemente, que sería este último término equiparable a compulsivo, sobre todo para emplearlo si tenemos la impresión de que con lo compulsivo rozamos el abuso de terminología con similitudes médicas, ya que entre nuestras expresiones están la de síndrome del blog en blanco y la de síndrome del post en blanco. Asimismo, para la referencia al compulsionismo o compulsivismo valdría igualmente utilizar vehementismo.

Un blog, en especial macroblog, estático pero bien elaborado no podrás tacharlo de inmóvil, pues su condición estatista, que no inmovilista, implica que se mantiene el cuidado de tal blog, incluyendo su debida actualización cuando proceda, en particular a nivel recomendablemente diario en su presencia en redes sociales. En cambio, respecto a todo blog que se exceda más allá de un mesurado dinamismo, podrás determinar que se trata de uno compulsivista o vehementista.

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