De lo que dan constancia el factor empático por su parte y el pensamiento laberíntico por la suya es que hay un campo inherente a la condición del ser humano que, por mucho que se progrese en la algoritmia y, por extensión, en la inteligencia artificial, la robótica y en general la ciencia, es y seguirá siendo insustituible de por sí. Aprovechar el alivio de tal conclusión para limitarse a considerar el ser humano a salvo por completo de toda competencia respecto a los avances de la tecnología más sofisticada es, sin embargo, un grave error.
Para poder asimismo hacer uso aquí de una denominación que aúne el conjunto de lo que mediante ítems razonados estamos expresando, nos resultará útil referirnos a metaalgoritmia para todo lo que esté más allá de lo estrictamente representable mediante algorigramas, flujogramas o en definitiva diagramas de flujos, por mucho que tales diagramas puedan en su caso dar sensación de, o incluso en cierto modo funcionar del todo por, aleatoriedad. Aunque la educación tiene un rol indispensable en sus formas finales para cada humano, son factor empático y pensamiento laberíntico en sí mismos aspectos que cada humano lleva consigo por la propia condición humana, igual que, en su medida también pero no dentro de la metaalgoritmia, la lógica rectilínea; será en función de la evolución de los diferentes estratos coyunturales en los que un ser humano se desarrolle, y con una determinante influencia de lo propiamente educativo, que se optimizarán lo algorítmico y lo metaalgorítmico. Cualquier postura que abogue por cultivar en exclusiva sea la algoritmia sea la metaalgoritmia nos parece totalmente desaconsejable: en ambos casos estaríamos coartando nuestro verdadero potencial de pensamiento y, de ahí, coartaremos nuestras opciones de contribuir a una sociedad mejor. En base a esto, por descontado una supuesta línea de pensamiento como sería el sustitutivismo robótico queda a todas luces desacreditada, pues en modo alguno podemos siquiera considerar un discurso mínimamente coherente lo que en el mejor de los casos condena al propio ser humano a limitarse a no mucho más allá de lo metaalgorítmico.
Al considerar la metaalgoritmia te resultará más sencillo, en un mundo en el que tanto parece que todo está y va a estar más regido por algoritmos informáticos, concebir todo en lo que, incluso ante el avance de la algoritmia en lo creativo, vas a poder seguir aportando lo mejor en tanto que blóguer u otra clase de comunicador para el público, humano y robótico pero en especial humano, que sea. En metaalgoritmia, desde una perspectiva amplia, puedes abarcar hasta lo que aun pudiéndose hacer mediante algoritmos no se está haciendo por la razón que sea.
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