Al establecer que una coyuntura sería una suma determinada la cual de elementos y condicionantes que a todos los niveles textuales y contextuales se den, se desprende que en base a un punto de referencia lo coyuntural es al fin y al cabo una acumulación de estratos para el punto de referencia en cuestión. No se trata sin embargo de unos estratos cualesquiera, sino de unos que emanan de una perspectiva temporal.
Resulta bastante familiar la imagen de los estratos de un terreno, o de incluso de todo un planeta, siendo por tanto estratos a nivel espacial, pero si adoptamos la perspectiva de los niveles textuales y contextuales que proponemos, el tiempo en general para un punto de referencia específico no sería sino a cada instante una distinta acumulación de estratos o niveles que irían de lo textual más individual a lo contextual más histórico, siendo unos estratos más directamente perceptibles para el punto de referencia del que se trate y otros menos. Esta concepción del tiempo en general para un punto de referencia específico corresponde a nuestra idea de coyuntura, confirmando coyuntura en tanto que sería una suma determinada que de elementos y condicionantes que a todos los niveles textuales y contextuales se den. En lo que en concreto a blogs se refiere ¿para qué nos resulta útil esto? Tenemos que procurar siempre desarrollar un balance de la coyuntura en la que en nuestra propia vida estemos para que en base a un pertinente autocontrol de tal coyuntura consigamos nuestro propósito de dirigir de manera positiva en el sentido de eficiente cualquier contenido en el formato mediático que sea y respetando la correspondiente periodicidad a todo público que tengamos o pretendamos tener, de manera que lo que comuniquemos esté bien sintetizado, en el sentido de bien expresado, lo que comporta que en la antepublicación hayamos procedido de modo adecuado desde la abstracción hasta la exospección. Con esto, a la vez que manteniendo una esencia por lo menos mínimamente firme haremos que ésta evolucione lo mejor posible a lo largo, y tras todo cambio, de cualquier ciclo.
Tener presente los estratos coyunturales de los que inevitablemente formas parte puede parecer farragoso y está claro que habrá niveles de los que por su extrema condición contextual indirecta no puedas, y ni siquiera debas, preocuparte. Sin embargo, a nivel textual y contextual más directo va bien que cultives una cierta costumbre de evaluar tu coyuntura para que, dentro de lo que te sea controlable, evites, elimines o neutralices, según proceda, cualquier elemento que pusiese en riesgo tu labor en la elaboración de un blog.
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