Preguntarse cómo se traduciría mejor una determinada expresión de eventual significación dudosa puede ser de gran ayuda para acabar de determinar a qué hace referencia tal expresión. Se trataría en todo caso de una ayuda porque con el principio de significado más genérico y con el de menor número de elementos sobrentendidos debiera ser suficiente para que a una expresión mínimamente contextualizable se le determine la significación adecuada por más que pudiera entrañar polisemia.
Al tener en cuenta, restringiéndonos por lo menos bastante en este caso al ámbito escrito y oral de los idiomas, la mejor traducción para una expresión dada respecto a la que consideremos que pudiera dudarse de su significado por eventual polisemia, cabe que consideremos que en el idioma al que la traduzcamos no se reproduzca la misma situación, pues en caso de que la misma expresión, aunque se escriba diferente, albergue igualmente polisemia y, en particular, la misma o muy parecida polisemia de la que estemos partiendo, el ejercicio va a resultar del todo o casi en balde. De hecho, al plantearnos todo esto nos parece que bien podemos estar reflejando en efecto unas circunstancias que resulten muy familiares a cualquier persona que se dedique a la traducción; pero al fin y al cabo, el traductor es alguien, o algo si se trata de un traductor automático, que por defecto opera respecto a algo ya hecho, en general por otro, y a menudo ya publicado. Lo que nos interesa, más bien, es poner esto de manifiesto para cualquier blóguer antes de que publique y hasta de que haga un borrador, en particular blóguers humanos y no o no tanto los eventuales blogs automatizados. El sentido en el que ponemos de manifiesto para blóguers toda esta cuestión de la traducibilidad es, por tanto, que se tenga en cuenta en la fase de antepublicación para que, si aprecia verdadera confusión polisémica potencial en una expresión, la evite.
Si te falta conocimiento de algún otro idioma válido en tanto que referente con el que confirmar el significado de una dudosa expresión polisémica, recurrir a la traducibilidad en un formato mediático diferente al alfanumérico sería también un recurso. En especial, pensar en imágenes, sean más figurativas o más propiamente abstractas, qué significaría una expresión dada, aun siendo la propia expresión también imagen, es lo que en definitiva cualquiera hace ya de por sí al leer, entendiendo, así pues, incluso más allá de lo alfanumérico lo que es leer.
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