A lo largo o a lo hondo

Determinados formatos comunicativos pueden fácilmente generar dudas respecto a su eventual o incluso posible siquiera en algún modo condición plurítona o de circularidad del discurso. Se trata muy en concreto de toda pieza comunicativa que no responda a una condición secuencial, esto es que consista en una sola pieza sin serialidad alguna pero con efectivo o pretendido significado pleno, lo cual responde, por lo menos en esencia, a elaboraciones graficoplásticas.

Fotos, pinturas y dibujos, pero también, dentro de lo que sería con propiedad lo alfanumérico, un simple carácter tipográfico, todos ellos elementos básicos de la comunicación en general y de blogs en particular, son en definitiva concebibles, aunque sea en potencia, en tanto que discursos de la misma manera que son concebibles en tanto que textos entendiéndose justo más allá del sentido alfanumérico habitual. La pluritonía y la multitonía, igual que, siendo con toda probabilidad más asimilable de entrada, la monotonía son aplicables asimismo a estos discursos que, carentes de serialidad, se distinguen, en cambio, por su profundidad, incluso en el tan claro y estricto caso bidimensional de un carácter tipográfico. Toda imagen, sea una foto, una pintura, etcétera, monótona, plurítona o multítona será la que respectivamente tiene poca, adecuada o excesiva circularidad discursiva, o sea, variedad en todo su conjunto, si bien se tratará de una circularidad o variedad que debemos entender desde una perspectiva de profundidad, y no de serialidad como es el caso de relatos escritos, sonoros, audiovisuales o hasta ilustrados pero siendo lo graficoplástico un conjunto seriado y, por ende, secuencial en esta última circunstancia.

La circularidad de todo discurso, incluyendo los discursos de una sola pieza no secuencial ni secuenciada, es concebible a lo largo o a lo hondo resultando a lo largo cuando se trata de discursos secuenciales, o sea que tienen serialidad, y a lo hondo cuando los discursos son unidades aisladas, o sea que tienen profundidad. Por lo menos a grandes rasgos, en lo secuencial o serial encuentras lo propiamente textual y lo audiovisual, incluido en este último caso, o al margen si se prefiere, lo que sólo es audio, mientras que en lo fijo o profundo, tienes lo ilustrado, lo esculpido y lo fotográfico, las tipografías en todos estos casos inclusive.

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