Ya se trate de una biografía o de una autobiografía, la forma que adoptan al reflejarse mediante un blog es la de un blog personal. Un blog impersonal no está exento del trasfondo personal de la autoría pero tal trasfondo debe mantenerse en eso: trasfondo. Asimismo en contenidos personales el trasfondo impersonal que corresponda tiene que estar presente pero sin que se pierda el rumbo que lo personal debe marcar.
Contenidos personales con trasfondo impersonal y viceversa son combinaciones que, si bien tienen cierta dificultad de aprenderse en general y de aplicarse a cada caso particular, debemos acabar por dominar y así llegar a ofrecer un discurso que no sea siempre plano y, por ende, con tendencia a una monotonía y a una pobreza de niveles textuales y contextuales con todo lo cual no aportemos más que a lo sumo un poco de algo mínimamente interesante entre un montón de irrelevancias. En contraposición a lo plano, bien podríamos estimar la denominación de circularidad discursiva para que nos quede bastante claro que todo mensaje, y en particular de cierta complejidad y que además tenga especial orientación a causar relevante incidencia entre público o públicos, tiene que textual y contextualmente no ser monótono, sino que debe girar en torno al tema personal o impersonal del que se trate y así tocando por lo menos un trasfondo de tipología un tanto distinta y que evite pobreza discursiva a lo largo de lo que expresemos.
Mientras no caigas en bucles discursivos, ni en la circulación por asuntos demasiado alejados del tema personal o impersonal del que trates en tu texto, la falta de monotonía quedará cubierta con la circularidad del discurso que comuniques en un blog o por otras afines vías. Aplica en todo lo anterior la noción de discurso, igual que cuando conviene en lo referente a texto, no sólo a lo alfanumérico sino a prácticamente cualquier formato mediático.
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