La comunicación multítona

Al denotar planicie la monotonía y denotar circularidad la pluritonía, el extremo que la multitonía constituye es identificable con la ondulación. Cualquier contenido que, lejos de ser monótono, varíe no obstante demasiado, y por tanto más allá de lo conveniente que la pluritonía conforma, estará basado en el mejor de los casos en un ritmo ondulante respecto al que, así pues, cueste seguir e identificar la finalidad comunicativa y, en definitiva, la razón de ser.

Mediante la comunicación multítona, se trate de un contenido secuencial o no, situaremos nuestro mensaje a las puertas de lo confuso, aleatorio y caótico, por lo cual, igual que si se tratase de monotonía, redundaremos en un efecto negativo en cualquier público al que nos dirijamos y de ahí que se resienta toda opción de conseguir o mantener una buena interactividad bidireccional en la línea de lo que muy en concreto los blogs posibilitan. De lo ondulante al desorden, en lo que a síntesis, o sea elaboración y no necesariamente brevedad o resumen, comunicativa se refiere hay un ínfimo paso, de modo que antes de lanzarnos a publicar lo que sea de tal guisa, mejor reconsideremos lo que tengamos realizado y dotémosle de menor ondulación para, sin irnos al otro extremo que la monotonía es, hacer que lo elaborado devenga plurítono y, por ende, tenga circularidad discursiva. La incidencia en todo público al que emitas tu mensaje será entonces mucho más positiva, en el sentido de efectiva, incluso no generando una inmediata interactividad asimismo positiva.

Casos tan indeseados como la interactividad bidireccional nula o la interactividad bidireccional negativa no suelen responder, en blogs y en proyectos parecidos, sino a que o te mueves entre la planicie o la ondulación comunicativas. En tales casos, procede a repasar a fondo la elaboración, la síntesis, de lo que comunicas e intenta en adelante hacer que, en vez de lo plano o lo ondulante, sea la circularidad, la pluritonía, lo que en tus elaboraciones resulte característico.

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