Tratándose de una hibridación, puede parecer la faceta digital introspectiva una a la que define la incompletitud, o bien parecer una que constituya un buen punto medio entre sus extremos. Así pues, ¿en qué consiste lo digital introspectivo? Hoy, en concreto, es un poco de ambas cosas, pero sin duda es muy pertinente que termine por devenir ese buen punto céntrico.
Puesto que el eje de las facetas envolvente, introspectiva e inmersiva sigue, en efecto, ese mismo orden en el propio desarrollo cronológico y en la generalización asimismo cronológica, encontraremos que en base a un pensar muy lineal sería inevitable que lo inmersivo fuese un punto final al que debe y, de hecho, no hay más remedio que acabar llegándose no sólo absorbiendo, sino casi o por completo suprimiendo las demás facetas; una concepción un tanto más cíclica o circular aporta otro matiz muy decisivo, a mi parecer. En un círculo el punto central tiende a ser lo importante y fundamentándonos en esto podemos deducir que, en el desarrollo entre lo envolvente y lo inmersivo, es o debiera ser lo introspectivo el buen punto céntrico digital mencionado.
Habituarte a la blogosfera y, en general, al ciberespacio a través de los dispositivos informáticos actuales definibles como tabletas es la mejor vía para que logres destreza en lo que con toda probabilidad devendrá el punto de equilibrio idóneo del doble eje de las facetas comunicacionales. A la larga, por tanto, la actual tecnología digital de la que todavía en estas fechas hay que terminar de cobrar conciencia será seguramente muy definitoria de la esencia de la comunicación en general y la telecomunicación en particular.
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