El doble eje de las facetas comunicacionales

De las facetas comunicacionales pueden distinguirse, por una parte, el eje formado por lo analógico y lo digital, y por otra, el formado por las condiciones envolvente, introspectiva e inmersiva. Se pueden hacer combinaciones entre ambos ejes, pero con el límite de que la faceta analógica es sólo combinable con la envolvente y la introspectiva, y la digital es más combinable con la introspectiva e inmersiva: todo ello por razones técnicas e históricas.

Técnica e históricamente, ha evolucionado el doble eje de las facetas comunicacionales de tal modo que lo analógico se ha caracterizado por moverse a caballo entre lo envolvente y lo introspectivo llegando a un punto álgido en la sociedad de masas con un especial énfasis en lo envolvente. El paso, asimismo técnico e histórico, de lo analógico a lo digital deriva en que la faceta comunicacional digital, si bien puede absorber y ofrecer la característica envolvente de lo analógico, impulsa en cambio la experiencia introspectiva y da lugar al potencial de lo inmersivo. Que la faceta digital sea capaz de no sólo asimilar lo de la analógica, sino que pueda ofrecer una faceta nueva y genuina como es la inmersiva, demuestra la optimización que a todos los niveles la digitalización proporciona.

Si la historia de la comunicación pasa necesariamente por lo digital, y de ahí por el ciberespacio y los blogs, es en buena medida porque, de ese doble eje de facetas comunicacionales, es la faceta capaz de abarcar todas las facetas del otro eje: desde la faceta envolvente a la inmersiva, pasando por la de la introspección. Aun estando todavía relativamente poco generalizadas, las experiencias inmersivas resultan ya determinantes por este aspecto.

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