Un proyecto veterano desde su puesta en marcha no es que no haya tenido ciclos incipientes, sencillamente han quedado todos limitados a la preparación de tal puesta en marcha. En cambio, la iniciativa que emerge para ir madurando más paulatinamente no puede prácticamente evitar que tales ciclos incipientes devengan a lo menos bastante notorios a lo largo de buena parte de esa puesta en marcha.
Incluso teniendo una puesta en marcha ya veterana y, por eso mismo, normalmente rápida, bien puede el arranque de un proyecto provenir de una preparación larga. La veteranía tiene de hecho muchas posibilidades de, a fin de lograr originalidad propia y a la vez combinación con los demás proyectos propios emprendidos, requerir un considerable tiempo de preparativos para que podamos manejar bien todos los condicionantes que hagan viable la nueva iniciativa. En los proyectos de maduración paulatina y, por eso mismo, normalmente de lenta puesta en marcha, lo que al mismo tiempo resulta particular, curioso y entrañable es justo hacer partícipe al público del que se trate en cuanto a ir apreciando esa evolución en la que tal paulatina maduración consiste.
En la trayectoria, menos o más manifiesta, que hacia la veteranía emprendas, harás bien en procurar que los ciclos preparativos que te llevan a la madurez de tu blog, o por extensión cualquier otro proyecto, estén formados a partir de todo lo más alejado de lo que te lleve a precipitarte por pretender llegar a ciclos de veteranía cuanto antes. Dotar de madurez a tu proyecto con la mayor naturalidad posible es lo mejor.
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