La opinión pública

Se perfila la blogosfera como el ámbito por el que se manifiesta cada vez más aquello que clásicamente se denomina la opinión pública y ello comporta un contraste tan considerable respecto a justo los clásicos canales de la opinión pública porque se está ante un cambio de faceta envolvente a introspectiva. De que la faceta en la que deviene el cambio sea introspectiva resultan, a su vez, no opiniones aisladas como podría parecer, sino más abiertas que nunca.

Con la mayor introspección a la que conducen la digitalización y, en particular, la telematicación por la manera en que los dispositivos habituales favorecen que consumamos información de cualquier clase, no nace una opinión pública disgregada e individualizada hasta tal punto que no sea sino un cúmulo de pareceres aislados e inconexos; al contrario, weblogs y otras clases de portales cibernáuticos hacen viable que la opinión individual, fundamento de la opinión pública, sea compartible en muy elevada proporción en comparación a lo que cualquier vía comunicativa analógica sea capaz de ofrecer. Opinión pública y, con ella, libertad de expresión disponen ahora, pues, de los blogs y similares para desarrollarse en toda su plenitud.

Aun con toda la dificultad para que la calibres o incluso tan sólo la intuyas, conviene que procures contribuir a la opinión pública para que ésta siga siendo el reflejo de lo que a una sociedad librepensadora caracteriza. Indicadores tales como las tendencias o las puntuaciones que obtienen los temas en la microblogosfera, o sea, en las redes sociales, pueden constituir una por lo menos interesante guía de lo que la opinión pública muestre.

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