Está tan unida a los idiomas la noción de gramática que resulta bastante recomendable, y con mayor motivo cuando lo que se plantea es ni más ni menos que una gramática multimedia, incidir en qué modo otra clase de gramática consiste justo en una gramática para y desde otros códigos diferentes al alfanumérico de la doble vertiente oral y escrita de los idiomas. En este sentido, no es cuestión, pues, que una gramática multimedia sea una gramática típica pero en varios formatos.
Aunque sea a su vez un muy conveniente tipo de recurso, una gramática convencional de idioma pero presentada de manera multimedia, y por tanto no sólo en lenguaje oral y escrito sino también en formato bien graficoplástico, bien audiovisual o tanto en uno como en otro de éstos y en todos los casos en soporte digital, no es a lo que nos referimos al plantear una gramática multimedia. Desde la perspectiva que tomamos aquí, la gramática multimedia se entiende como la gramática de lo multimedia, de modo que por ello cobra sentido que, en su marco, cada código comunicacional sea descrito gramaticalmente desde el respectivo código en sí mismo. Quedando claro a qué nos referimos con gramática multimedia, cabe sin embargo no dejar de considerar que, en otros contextos, tal vez se prefiera legítimamente optar por el otro posible sentido de lo que por tal gramática puede querer entenderse.
Valerte de la idea de gramática multimedia como la de una gramática convencional pero multimedia te ata a la concepción más tradicional de lo gramático y que tanto merece ser revisada para precisamente ampliarla a los otros códigos comunicacionales fuera del esquema de los idiomas y sus literaturas. Se trata de que con una gramática multimedia se haga trascender el propio concepto de gramática para un mundo cibernáutico en que, sobre todo por la blogosfera, el plano intuitivo, o primer plano digital, permite la total, abierta e interactiva combinación de los diferentes formatos mediáticos.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario