Evitar la monotonía y la ausencia de publicación pasa por una inspiración que hay que mantener viva. La originalidad, en tanto que objetivo que cabe perseguirse en pro de un buen post en un blog o, por extensión, de una buena publicación en otra clase de soporte comunicacional, está supeditada a que tenga que partirse de una constante inspiración creativa para así dotar de dinamismo al conveniente sello propio.
Por no ser la inspiración la completa garantía de que lo que publiquemos resulte acertado, original e interesante, no es que esté eximida de ser en efecto la inspiración el inevitable punto de partida del procedimiento que precisamos para que justo lo que publiquemos adquiera esos atributos. Al ser en la blogosfera, y en particular en las redes sociales, lo más recomendable un constante dinamismo diario, es comprensible plantear ¿la inspiración creativa es rutinizable? Lo más apropiado para no caer en respuestas demasiado rotundas en lo que, al fin y al cabo, puede ser muy subjetivo me parece que es asumir que hay que intentarlo. Si bien históricamente la inspiración ha transmitido la impresión de consistir en algo de carácter espontáneo y casi mágico, tenemos que procurar rutinizarla para satisfacer al público que sea.
Cuando puedes rutinizar el proceso creativo al completo, y sin que lo creativo lo entiendas como restringido a lo artístico, estarás en condición de ofrecer unos posts u otra clase de publicaciones que podrán atraer constantemente la atención de a quien los dirijas. La base para el proceso de rutinización completo es la de rutinizar la inspiración creativa, tanto si se trata de piezas personales o más bien artísticas como si son impersonales o más bien técnicas.
OscarWeblogs
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