Sea por parte de la autoría, sea por la del público, al determinar qué es y qué no es impreciso influye en cada una de estas partes lo subjetivo que tiene toda valoración que no esté sujeta a unas bien definidas convenciones. En comunicación, estas convenciones se aprecian muy en particular en lo que en los idiomas constituyen las gramáticas.
Valiéndonos de una ampliación de lo que es una gramática, aquello que esta clase de conjunto de normas es podríamos aplicarlo a cualquier otro código comunicacional, además por tanto de los propios lenguajes alfanuméricos en sus vertientes oral y escrita. Consideremos, pues, aunque sólo sea a modo de suposición o prueba, que asimismo tienen los códigos graficoplástico y audiovisual sus respectivas gramáticas, esto es, en la línea de lo antes apuntado, sus respectivas convenciones con las que podemos guiarnos para evaluar lo preciso o impreciso que un determinado mensaje, se trate de un contenido poco o muy denso, resulta. Lo que, igual que en los idiomas, escape a la gramática será, por defecto, muy susceptible de considerarse, cuando menos, impreciso; pero a su vez, y por justo salirnos de la gramática, nos quedará en muchas ocasiones el condicionante de lo subjetivo, bien para sernos favorable o desfavorable.
En términos de pensamiento algorítmico o laberíntico, la diferencia entre lo gramático y lo que se sale de la gramática se traduce precisa y respectivamente en estos tipos de pensamiento. Igual que en su conjunto acontece con el propio pensamiento humano, que necesita tanto su vertiente algorítmica como la laberíntica, se dan en todo código comunicativo los aspectos normativos y los alternativos, o en otras palabras, objetivos y subjetivos.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario