Cabe otorgar cierto sentido a, si no identificar, por lo menos asociar o relacionar la IoB y la posmodernidad porque son unas nociones que van a servirnos para asimilar el calado de los nuevos derroteros que va tomando la historia en su siempre dinámica progresión. Asimismo, tengamos presente lo que IoT y modernidad han implicado hasta ahora.
Pudiéndose dar por concluida la Edad Moderna con el paso, en la configuración del orden mundial, de los bloques a las civilizaciones, en las siguientes décadas hasta prácticamente hoy tiene, sin embargo, bastante coherencia pensar que todavía se ha dado, unas veces más y otras menos predominantemente, una asociación o relación entre infraestructura IoT y valores o ideas de la modernidad. Es de prever que la, también hasta hoy unas veces más y otras menos predominantemente, asociación o relación entre una infraestructura más hacia la IoB y unos valores o ideas más propios de la posmodernidad consolide la posición definitoria de la IoB como un fenómeno propio de la globalización y, a su vez, de la plena era civilizacional que va cobrando forma.
La globalización de la que la IoB está llamada a ser un fenómeno propio y esencial ha de, por oposición a la globalización que eminentemente ha sido política y económica, devenir una globalización de mayor índole social, educacional y cultural. A aquella globalización previa, más política y económica, que hemos vivido se la puede, o se la debería, dar por concluida con el completo despliegue de la IoT, que en la actualidad puede considerarse, en efecto, prácticamente completo y total.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario