Si lo que te apetece es un lugar donde puedan haber exposiciones, espectáculos y conferencias a la vez, entonces tu lugar está en los eventos que toman la denominación de salones. Allí tendremos oportunidad de apreciar en un mismo espacio distintas clases de actividades que nos permitirán, si las elegimos adecuadamente, tomar interesantes ideas y recopilar impresiones para proyectos en general relacionados con el tema concreto de que trate el salón y en particular para nuestro blog.
Los salones, ya sean del automóvil, del cine, del cómic, o de otra clase, se caracterizan, o por lo menos así vamos a considerarlo a nivel general a fin de hacernos una idea de qué diferencia cada tipo de evento, de que suelen combinar los distintos tipos de eventos comentados, y además tienen una particularidad propia que son los 'stands', donde entidades de todo tipo relacionadas con el tema del salón se promocionan. De este modo, los salones se convierten en eventos de eventos, y nos proporcionan en un único espacio, que no obstante requiere por lo general ser bastante grande, un interesante surtido de fuentes de ideas de las que a partir de nuestra observación obtener 'inputs' en cuanto a nuestra actividad de edición bloguera. Nos es posible tener también probabilidades de encontrar varias personas, de diferentes perfiles y niveles de experiencia pero que por lo general tendrán algo de idea en cuanto al tema abordado, que nos puedan proporcionar sus impresiones directamente en cuanto a nuestro blog si tenemos ocasión de dárselo a conocer en algún momento de una conversación que llevemos a cabo; y si entre las actividades a las que podemos asistir hay alguna conferencia por supuesto dispondremos con toda probabilidad de la opción de intervenir para dirigirnos a algún conferenciante al que nos interese realizar, si no una mención directa a nuestro blog porque pueda resultar un tanto inapropiado si da la sensación de que sólo aprovechamos para promocionarnos ante los presentes, alguna consulta de tipo general. En la adecuada selección de los distintos tipos de eventos específicos por separado a los que hemos hecho referencia, o sea, exposiciones, espectáculos y conferencias, con tener claro que el tema de que tratan se ajusta al de nuestro blog será por lo general suficiente para tener la seguridad de que obtendremos una experiencia por lo menos algo enriquecedora ya que estaremos en eventos de tipo muy concreto, no en eventos de eventos; sin embargo, en un salón, al estar todo combinado puede que vayamos un poco perdidos si asistimos sin fijarnos bien en la agenda de actos ni habiendo hecho una subselección a conciencia de qué eventos dentro del evento general nos convienen.
Un salón nos proporciona un espacio muy interesante para que recibamos 'inputs' simplemente a partir de nuestra propia observación de lo que allí se desarrolla o bien por intervenir como parte del público en alguna conferencia o por encontrar en algún otro momento alguien con quien conversar y a quien mencionarle el blog que elaboramos. En todo caso, con la finalidad de hacer la experiencia lo más efectiva y enriquecedora posible, nos resultará de gran valor no sólo seleccionar bien a qué salón asistir sino también realizar una subselección en cuanto a las actividades que a lo largo del propio salón se lleven a cabo y a las que en función de las características de nuestro blog nos convenga más visitar.
En eventos
Obtener fuera de la blogosfera nuevas impresiones que nos resulten útiles para poderlas tener en cuenta en la elaboración de blogs es una tarea de la que nos será posible conseguir buenos resultados en eventos a los que asistamos. Consideraremos a continuación de manera particular las exposiciones, los espectáculos y las conferencias.
Saliéndonos en concreto de la blogosfera y del 'mailing' así como, en general, del mundo telemático, también encontraremos maneras de obtener 'inputs' que nos proporcionen elementos a valorar en cuanto a la mejora del blog. Aunque probablemente ya sea una tendencia que de por sí todo bloguero acostumbre a seguir, nos parece que es adecuado remarcar la importancia de procurar tener por habitual el hacer una selección de los eventos a los que asistir en función del tema del blog que realicemos. Las exposiciones son un tipo de evento que va a ser bastante útil si buscamos un lugar en el que recibamos impresiones desde el ambiente silencioso, calmado e introspectivo y en el que además nos movemos a nuestro aire y ritmo por el espacio en el que tiene lugar; en los espectáculos, en cambio, el ambiente silencioso acostumbra a desaparecer del todo o casi, y aunque los hay en que el público tiene e incluso se le incita a cierta movilidad ya sea, por ejemplo, para hacer señales de ánimo a su equipo deportivo o para participar en un instante de una obra teatral, en muchas si no en la mayoría de ocasiones estamos limitados por nuestra ubicación en un asiento o un espacio bastante limitado aunque se trate de una pista de baile en un concierto; por último, en las conferencias, por lo menos normalmente, tenemos una movilidad similar a la que hay en los espectáculos en los que se ofrece asiento y en ellos sí hay ambiente calmado, en este caso para escuchar a quien protagonice la conferencia y además se puede tener oportunidad de intervenir haciendo preguntas. En cualquier evento de estos estilos además de obtener impresiones por nosotros mismos, quizá si además encontramos la ocasión apropiada demos con alguien a quien, por compartir intereses afines, le podamos hacer algún comentario precisamente en cuanto a nuestro blog y así conseguir impresiones al respecto: esa ocasión será en cualquier caso más sencillo que se dé si precisamente hemos seleccionado a conciencia el evento en función de su adecuación al tema de nuestras publicaciones.
Las tres clases de eventos que hemos considerado nos permiten apreciar de qué manera nos es posible encontrar fuentes de inspiración en espacios externos a Internet así como buenas oportunidades de dar a conocer nuestro blog a otra gente que también asista a los mismos. Es recomendable para todo ello que en la mayor medida posible se haga una selección del evento al que asistir en base al tema del que se bloguee.
Saliéndonos en concreto de la blogosfera y del 'mailing' así como, en general, del mundo telemático, también encontraremos maneras de obtener 'inputs' que nos proporcionen elementos a valorar en cuanto a la mejora del blog. Aunque probablemente ya sea una tendencia que de por sí todo bloguero acostumbre a seguir, nos parece que es adecuado remarcar la importancia de procurar tener por habitual el hacer una selección de los eventos a los que asistir en función del tema del blog que realicemos. Las exposiciones son un tipo de evento que va a ser bastante útil si buscamos un lugar en el que recibamos impresiones desde el ambiente silencioso, calmado e introspectivo y en el que además nos movemos a nuestro aire y ritmo por el espacio en el que tiene lugar; en los espectáculos, en cambio, el ambiente silencioso acostumbra a desaparecer del todo o casi, y aunque los hay en que el público tiene e incluso se le incita a cierta movilidad ya sea, por ejemplo, para hacer señales de ánimo a su equipo deportivo o para participar en un instante de una obra teatral, en muchas si no en la mayoría de ocasiones estamos limitados por nuestra ubicación en un asiento o un espacio bastante limitado aunque se trate de una pista de baile en un concierto; por último, en las conferencias, por lo menos normalmente, tenemos una movilidad similar a la que hay en los espectáculos en los que se ofrece asiento y en ellos sí hay ambiente calmado, en este caso para escuchar a quien protagonice la conferencia y además se puede tener oportunidad de intervenir haciendo preguntas. En cualquier evento de estos estilos además de obtener impresiones por nosotros mismos, quizá si además encontramos la ocasión apropiada demos con alguien a quien, por compartir intereses afines, le podamos hacer algún comentario precisamente en cuanto a nuestro blog y así conseguir impresiones al respecto: esa ocasión será en cualquier caso más sencillo que se dé si precisamente hemos seleccionado a conciencia el evento en función de su adecuación al tema de nuestras publicaciones.
Las tres clases de eventos que hemos considerado nos permiten apreciar de qué manera nos es posible encontrar fuentes de inspiración en espacios externos a Internet así como buenas oportunidades de dar a conocer nuestro blog a otra gente que también asista a los mismos. Es recomendable para todo ello que en la mayor medida posible se haga una selección del evento al que asistir en base al tema del que se bloguee.
Añadir y suprimir
La impresiones que nos transmitan pueden impulsarnos también a valorar si hay aspectos que conviene añadir o, en cambio, eliminar, en nuestro blog. Al decidir en cuanto a esto también nos encontraremos con toda probabilidad con que los puntos de vista serán variados e incluso contrarios y nos irá bien igualmente tener en cuenta criterios cuantitativos y cualitativos.
En la recopilación de comentarios, valoraciones, opiniones, etcétera, que llevemos a cabo en nuestras consultas así como lo que nos llegue por iniciativa propia de otras personas con las que no hayamos emprendido necesaria y directamente una estrategia de 'mailing' en particular o de obtención de 'feedback' en general, es probable que no sólo nos encontremos que nos transmiten 'inputs' en relación a elementos que ya existen en nuestro blog y en relación a los cuales aplicar o no cambios, sino también en relación a aspectos que no existan y que nos sugieren implementar o bien que sí existen pero que se consideren prescindibles. No estamos abordando por lo tanto aquí simples cambios, ya sean en mayor o menor profundidad, sino el añadir y suprimir, o sea, crear o aplicar algo en tanto que totalmente nuevo en el blog o, por lo contrario, eliminar o dejar de llevar a cabo algo que sí esté presente. Teniendo en cuenta que un blog es permanentemente editable puede no parecer de gran importancia si creamos o bien eliminamos algo, sea por iniciativa propia o por sugerencia de otra persona, pero la recomendación que planteamos, en la línea de lo ya comentado anteriormente en cuanto a procurar proceder con la máxima preparación, es que no se tome esto a la ligera pese a esta posibilidad de edición permanente: si vamos aplicando añadidos y supresiones de manera muy constante en nuestro blog, aunque lo hagamos con la mejor de las intenciones para mejorar, seguramente causemos confusión a nuestros visitantes. Proceder en base a una decisión tomada después del máximo análisis, con cuantos más elementos cuantitativos y cualitativos dispongamos nos llevará con mayor seguridad a tomar una decisión más acertada.
Si bien del 'feedback' podemos obtener 'inputs' que nos lleven a tener en cuenta si potenciar, conservar o modificar distintos tipos de cuestiones relacionadas con el blog, también puede conllevar que recibamos ideas respecto a añadir o a dejar de emplear elementos concretos y otros aspectos relacionados con nuestras publicaciones. Ya sean en definitiva temas relacionados con diseño, redacción, o de otro tipo, nos vendrá bien no proceder de manera poco meditada sino tomando en consideración en la mayor medida posible criterios tanto cuantitativos como cualitativos.
En la recopilación de comentarios, valoraciones, opiniones, etcétera, que llevemos a cabo en nuestras consultas así como lo que nos llegue por iniciativa propia de otras personas con las que no hayamos emprendido necesaria y directamente una estrategia de 'mailing' en particular o de obtención de 'feedback' en general, es probable que no sólo nos encontremos que nos transmiten 'inputs' en relación a elementos que ya existen en nuestro blog y en relación a los cuales aplicar o no cambios, sino también en relación a aspectos que no existan y que nos sugieren implementar o bien que sí existen pero que se consideren prescindibles. No estamos abordando por lo tanto aquí simples cambios, ya sean en mayor o menor profundidad, sino el añadir y suprimir, o sea, crear o aplicar algo en tanto que totalmente nuevo en el blog o, por lo contrario, eliminar o dejar de llevar a cabo algo que sí esté presente. Teniendo en cuenta que un blog es permanentemente editable puede no parecer de gran importancia si creamos o bien eliminamos algo, sea por iniciativa propia o por sugerencia de otra persona, pero la recomendación que planteamos, en la línea de lo ya comentado anteriormente en cuanto a procurar proceder con la máxima preparación, es que no se tome esto a la ligera pese a esta posibilidad de edición permanente: si vamos aplicando añadidos y supresiones de manera muy constante en nuestro blog, aunque lo hagamos con la mejor de las intenciones para mejorar, seguramente causemos confusión a nuestros visitantes. Proceder en base a una decisión tomada después del máximo análisis, con cuantos más elementos cuantitativos y cualitativos dispongamos nos llevará con mayor seguridad a tomar una decisión más acertada.
Si bien del 'feedback' podemos obtener 'inputs' que nos lleven a tener en cuenta si potenciar, conservar o modificar distintos tipos de cuestiones relacionadas con el blog, también puede conllevar que recibamos ideas respecto a añadir o a dejar de emplear elementos concretos y otros aspectos relacionados con nuestras publicaciones. Ya sean en definitiva temas relacionados con diseño, redacción, o de otro tipo, nos vendrá bien no proceder de manera poco meditada sino tomando en consideración en la mayor medida posible criterios tanto cuantitativos como cualitativos.
Potenciar, conservar y modificar
A medida que vayamos recibiendo 'inputs' de distintas personas en relación a lo que les parece nuestro blog, nos resultará positivo analizarlos con cierto detenimiento y ver qué podemos aprovechar de los mismos. Para ello requeriremos emprender una tarea de asimilación, e incluso podría llamarse de digestión, de todo lo que nos hayan aportado y así tomar las decisiones que consideremos mejor en lo referido a potenciar, conservar y modificar todo aquello que creamos conveniente respecto al blog que elaboramos.
Ni limitarse a dar la opción de que se hagan comentarios en el blog, ni hacer también todo un proceso de obtención del máximo grado de 'feedback' fuera de la propia blogosfera va a conllevar que aprovechemos tanto como nos sería posible y deseable las aportaciones de los demás para mejorar lo que realizamos en tanto que blogueros si no tenemos en cuenta lo que la gente explica o únicamente nos contentamos con sumar cuántas impresiones son más positivas y cuántas más negativas. Un examen sólo cuantitativo, nos inclinará hacia potenciar lo que haya suscitado más respuestas positivas, pero quizá si en su mayoría son de gente no experta nos convenga sin embargo actuar en consecuencia según una sola opinión negativa que hayamos recibido de alguien que es experto; o quizá recibimos varios comentarios negativos de expertos pero hay un comentario positivo de alguien que precisamente por no estar encasillado en ciertos esquemas nos aporta un punto de vista más original y al que nos puede convenir valorar más. Con la finalidad, por tanto, de ir más allá de simplemente recibir 'inputs' sin tenerlos nunca en cuenta en ningún sentido o limitarse a un análisis cuantitativo de los favorables y los desfavorables, nos convendrá llevar a cabo un examen más cualitativo de todo lo que nos llegue; va a resultar de utilidad en este tema que tengamos presente de manera particular ciertas circunstancias con las que nos encontraremos con toda probabilidad en muchos casos, y son: que unos felicitan por algo que a otros en cambio les parece negativo; que recibimos en relación a una misma cuestión respuestas de gente experta, no tan experta y nada experta; y que unos nos aportan comentarios con más profundidad mientras que otros no se centran más que en aspectos superficiales. Una vez asimilado y "digerido" todo, es cuestión de decidir qué queremos hacer: el grado en que se decida aplicar o no cambios y en según qué elementos del blog será cuestión de cada bloguero, pero en cualquier caso, si hagamos lo que hagamos, ya sea potenciar, conservar o modificar algo haciendo más o menos caso de según quién, lo hacemos después de todo el proceso desde la potenciación del 'feedback' hasta el análisis cualitativo, pasando por el cuantitativo, podremos estar más seguros de que el resultado que ofreceremos en la blogosfera será cada vez mejor.
Rentabilizar al máximo lo que los demás nos transmitan en cuanto a qué les parece nuestro blog es algo que obtendremos si más allá de una recepción pasiva de 'inputs' o de quedarse en el aspecto cuantitativo, hacemos una tarea de consideraciones cualitativas. En última instancia lo que se acabe haciendo en consecuencia en el blog depende particularmente de cada bloguero, que después de todo el procedimiento podrá estar seguro en mayor medida de que toma la mejor decisión.
Ni limitarse a dar la opción de que se hagan comentarios en el blog, ni hacer también todo un proceso de obtención del máximo grado de 'feedback' fuera de la propia blogosfera va a conllevar que aprovechemos tanto como nos sería posible y deseable las aportaciones de los demás para mejorar lo que realizamos en tanto que blogueros si no tenemos en cuenta lo que la gente explica o únicamente nos contentamos con sumar cuántas impresiones son más positivas y cuántas más negativas. Un examen sólo cuantitativo, nos inclinará hacia potenciar lo que haya suscitado más respuestas positivas, pero quizá si en su mayoría son de gente no experta nos convenga sin embargo actuar en consecuencia según una sola opinión negativa que hayamos recibido de alguien que es experto; o quizá recibimos varios comentarios negativos de expertos pero hay un comentario positivo de alguien que precisamente por no estar encasillado en ciertos esquemas nos aporta un punto de vista más original y al que nos puede convenir valorar más. Con la finalidad, por tanto, de ir más allá de simplemente recibir 'inputs' sin tenerlos nunca en cuenta en ningún sentido o limitarse a un análisis cuantitativo de los favorables y los desfavorables, nos convendrá llevar a cabo un examen más cualitativo de todo lo que nos llegue; va a resultar de utilidad en este tema que tengamos presente de manera particular ciertas circunstancias con las que nos encontraremos con toda probabilidad en muchos casos, y son: que unos felicitan por algo que a otros en cambio les parece negativo; que recibimos en relación a una misma cuestión respuestas de gente experta, no tan experta y nada experta; y que unos nos aportan comentarios con más profundidad mientras que otros no se centran más que en aspectos superficiales. Una vez asimilado y "digerido" todo, es cuestión de decidir qué queremos hacer: el grado en que se decida aplicar o no cambios y en según qué elementos del blog será cuestión de cada bloguero, pero en cualquier caso, si hagamos lo que hagamos, ya sea potenciar, conservar o modificar algo haciendo más o menos caso de según quién, lo hacemos después de todo el proceso desde la potenciación del 'feedback' hasta el análisis cualitativo, pasando por el cuantitativo, podremos estar más seguros de que el resultado que ofreceremos en la blogosfera será cada vez mejor.
Rentabilizar al máximo lo que los demás nos transmitan en cuanto a qué les parece nuestro blog es algo que obtendremos si más allá de una recepción pasiva de 'inputs' o de quedarse en el aspecto cuantitativo, hacemos una tarea de consideraciones cualitativas. En última instancia lo que se acabe haciendo en consecuencia en el blog depende particularmente de cada bloguero, que después de todo el procedimiento podrá estar seguro en mayor medida de que toma la mejor decisión.
En 'mailing' qué ponemos en los campos asunto y cuerpo
La importancia de seleccionar bien los destinatarios del 'mailing' no implica que definir lo mejor posible qué poner en el asunto y en el cuerpo de los mensajes que enviemos no tenga por supuesto su notable relevancia. Precisamente en este aspecto, nos habrá ayudado el tener clara la diferencia entre el correo electrónico más específico y el más genérico en función de si los destinatarios son conocidos o bien aún no hemos mantenido contacto con ellos.
Aunque pueda creerse de entrada que es una tarea más complicada, la elaboración propiamente del mensaje que se envíe, ya sea a conocidos o a destinatarios genéricos con los que aún no mantengamos contacto, es más sencilla en muchos casos por lo menos en comparación a la selección adecuada de a quién incluir o no en tanto que destinatario del 'mailing' y qué estrategia seguir al respecto, si más específica o más genérica: más sencillo en concreto en lo referente al factor tiempo, ya que a todo el mundo puede resultarle fácil distinguir en seguida si tal contacto es uno de sus ya conocidos o uno con el que no se mantiene relación alguna, pero seleccionar adecuadamente entre cuáles de nuestros conocidos son mejores en cuanto al 'mailing' específico y cuáles de los no conocidos lo son en este caso en cuanto al 'mailing' genérico es algo que requiere detenimiento si se busca el mejor de los resultados ya que, además, es en lo que nos apoyaremos para establecer en 'mailing' qué ponemos en los campos asunto y cuerpo de los correos electrónicos. En el 'mailing' más específico, y dirigido por tanto según recomendamos desde aquí a contactos conocidos, está bien que nos expresemos con familiaridad y lenguaje distendido; al destinatario le dará a entender que basamos ese vínculo en la confianza y que contamos con que se sienta libre de proceder al 'feedback' con la misma familiaridad y distensión, de modo que contribuiremos a que se anime a proporcionarnos sus comentarios desde su actitud más sincera y que incluso le resulte gratificante el nivel de confianza establecido, tanto en lo que nos transmita en cuanto aspectos positivos como en cuanto a aspectos negativos. Si vamos a realizar 'mailing' de tipo genérico y enviamos un mismo correo electrónico a muchos contactos potenciales, caso en el que recomendamos tener muy presente que las direcciones destinatarias estén en el campo de copia oculta, nos tocará recurrir a un lenguaje más formal y será relevante un asunto claro, conciso y un cuerpo del mensaje más estructurado de lo que se acostumbra a hacer para alguien con quien ya se mantiene cierta confianza; no estará de más, sin pasarse demasiado con la extensión, que hagamos una redacción con unos párrafos bien elaborados y que éstos sea por lo menos uno en el que presentemos a nivel general nuestro blog, otro en el que explicamos la relación que hemos detectado entre nosotros y el destinatario, y uno en el que hacemos propiamente la invitación a que se genere ese 'feedback'. Por poner unos ejemplos en cada caso: en un correo electrónico que enviemos a alguien conocido nos podremos permitir valorar un asunto del mensaje tipo 'Esto que he publicado te encantará, léetelo porfa' y poner en el cuerpo del mensaje algún texto que pudiera ser 'Mira este post mío que va mucho de lo que hemos comentado en tantas ocasiones. No tardes en hacerme saber qué te parece. Ya sabes, me encanta siempre saber tu opinión'; en un correo de 'mailing' genérico será más apropiado un asunto del tipo 'Publicación de temática tal en el blog tal', y un cuerpo de mensaje en el que se redacten expresiones algo así: 'Se agradecerá recibir sus comentarios al respecto, ya que la temática del post guarda una estrecha relación con ámbitos a los que ustedes se dedican y es por ello que se tiene el máximo interés en saber qué les parece'.
Un 'mailing' de tipo específico nos da margen para expresarnos con soltura, nos podemos permitir ser más informales; mientras que al hacer 'mailing' genérico preferiblemente convendrá optar por el empleo de un lenguaje más formal, claro, conciso. En el primer caso, nos parece que el destinatario valorará que se le dé un trato que demuestra que se le otorga confianza y en consecuencia obtendremos 'feedback' basado en ésta; en el otro caso, al receptor le será cómodo encontrarse una explicación que sin necesidad de ser extensa plantee bien y de manera estructurada por qué estamos interesados en generar 'feedback'.
Aunque pueda creerse de entrada que es una tarea más complicada, la elaboración propiamente del mensaje que se envíe, ya sea a conocidos o a destinatarios genéricos con los que aún no mantengamos contacto, es más sencilla en muchos casos por lo menos en comparación a la selección adecuada de a quién incluir o no en tanto que destinatario del 'mailing' y qué estrategia seguir al respecto, si más específica o más genérica: más sencillo en concreto en lo referente al factor tiempo, ya que a todo el mundo puede resultarle fácil distinguir en seguida si tal contacto es uno de sus ya conocidos o uno con el que no se mantiene relación alguna, pero seleccionar adecuadamente entre cuáles de nuestros conocidos son mejores en cuanto al 'mailing' específico y cuáles de los no conocidos lo son en este caso en cuanto al 'mailing' genérico es algo que requiere detenimiento si se busca el mejor de los resultados ya que, además, es en lo que nos apoyaremos para establecer en 'mailing' qué ponemos en los campos asunto y cuerpo de los correos electrónicos. En el 'mailing' más específico, y dirigido por tanto según recomendamos desde aquí a contactos conocidos, está bien que nos expresemos con familiaridad y lenguaje distendido; al destinatario le dará a entender que basamos ese vínculo en la confianza y que contamos con que se sienta libre de proceder al 'feedback' con la misma familiaridad y distensión, de modo que contribuiremos a que se anime a proporcionarnos sus comentarios desde su actitud más sincera y que incluso le resulte gratificante el nivel de confianza establecido, tanto en lo que nos transmita en cuanto aspectos positivos como en cuanto a aspectos negativos. Si vamos a realizar 'mailing' de tipo genérico y enviamos un mismo correo electrónico a muchos contactos potenciales, caso en el que recomendamos tener muy presente que las direcciones destinatarias estén en el campo de copia oculta, nos tocará recurrir a un lenguaje más formal y será relevante un asunto claro, conciso y un cuerpo del mensaje más estructurado de lo que se acostumbra a hacer para alguien con quien ya se mantiene cierta confianza; no estará de más, sin pasarse demasiado con la extensión, que hagamos una redacción con unos párrafos bien elaborados y que éstos sea por lo menos uno en el que presentemos a nivel general nuestro blog, otro en el que explicamos la relación que hemos detectado entre nosotros y el destinatario, y uno en el que hacemos propiamente la invitación a que se genere ese 'feedback'. Por poner unos ejemplos en cada caso: en un correo electrónico que enviemos a alguien conocido nos podremos permitir valorar un asunto del mensaje tipo 'Esto que he publicado te encantará, léetelo porfa' y poner en el cuerpo del mensaje algún texto que pudiera ser 'Mira este post mío que va mucho de lo que hemos comentado en tantas ocasiones. No tardes en hacerme saber qué te parece. Ya sabes, me encanta siempre saber tu opinión'; en un correo de 'mailing' genérico será más apropiado un asunto del tipo 'Publicación de temática tal en el blog tal', y un cuerpo de mensaje en el que se redacten expresiones algo así: 'Se agradecerá recibir sus comentarios al respecto, ya que la temática del post guarda una estrecha relación con ámbitos a los que ustedes se dedican y es por ello que se tiene el máximo interés en saber qué les parece'.
Un 'mailing' de tipo específico nos da margen para expresarnos con soltura, nos podemos permitir ser más informales; mientras que al hacer 'mailing' genérico preferiblemente convendrá optar por el empleo de un lenguaje más formal, claro, conciso. En el primer caso, nos parece que el destinatario valorará que se le dé un trato que demuestra que se le otorga confianza y en consecuencia obtendremos 'feedback' basado en ésta; en el otro caso, al receptor le será cómodo encontrarse una explicación que sin necesidad de ser extensa plantee bien y de manera estructurada por qué estamos interesados en generar 'feedback'.
Un ciclo que nos muestra lo importante del 'mailing'
En el envío de correos electrónicos con la finalidad de promocionar nuestro blog está bien que consideremos con detenimiento el aspecto del destinatario para conseguir la mayor efectividad. Para ello en nuestro 'emailing', o simplemente 'mailing', diferenciemos por un lado el envío a varios destinatarios a la vez y no necesariamente relacionados entre sí, y por otro lado, el envío más particular y específico a destinatarios por separado e independientemente unos de otros.
Hacer que la tarea de 'mailing' conlleve el mejor efecto en el destinatario requiere que la selección de las direcciones electrónicas sea lo más acertada posible en todos nuestros envíos. Por su comodidad puede que nuestra tendencia sea la de envíos de un solo correo electrónico a cuanta más gente mejor, cosa que en caso de hacerse téngase en cuenta si son a destinatarios no relacionados necesariamente entre sí el hacerlo mediante la opción de envío en copia oculta; sin embargo, pese a que pueda resultar más laborioso, si tenemos ya alguna relación con algún destinatario con el cual pensemos que se puede crear un buen 'feedback', una estrategia de 'mailing' más 'ad hoc' nos dará con toda probabilidad mejor resultado. Los mensajes a grandes conjuntos de direcciones electrónicas desde aquí lo recomendamos más para envíos a destinatarios con los que no hemos tenido contacto aún; los enviados a destinatarios específicos y por separado unos de otros, en cambio, más bien para quienes ya nos conozcan de algo y con los que en este aspecto consideremos que ya existe por lo menos algún grado, por mínimo que sea, de cierta confianza. De hecho, lo ideal sería que, en lo referente al 'mailing' específico y al de destinatario genérico, cada vez tengamos que hacer más del primero y menos del segundo: nos llevará más tarea quizá en un principio, pero a medida que la gente con la que ya mantengamos un cierto contacto sea más, su fidelidad en cuanto a visitar el blog tendrá tendencia en principio a aumentar y no nos será tan necesario hacerles 'mailing', de modo que tendremos ocasión de centrarnos en el 'mailing' de nuevo destinatario genérico: es lo que podríamos denominar el proceso cíclico del 'mailing', con el cual buscamos aumentar nuestros contactos y la fidelidad de los mismos hacia nuestro blog.
Ganar adeptos y fidelizarlos es algo respecto a lo cual el 'mailing', bien planteado y llevado adecuadamente a cabo, puede ayudarnos en gran medida. Si se tiene en cuenta en qué casos conviene el envío de correos electrónicos a destinatarios más específicos o, por el contrario, más genéricos, el resultado que obtendremos nos parece que debería ser mejor. Así estableceremos un ciclo que nos muestra lo importante del 'mailing', y es que el de destinatario genérico se dirija a correos electrónicos de gente con la que aún no tengamos relación, mientras que el de destinatario específico nos será de mayor efectividad en los de los contactos que ya hayamos establecido.
Hacer que la tarea de 'mailing' conlleve el mejor efecto en el destinatario requiere que la selección de las direcciones electrónicas sea lo más acertada posible en todos nuestros envíos. Por su comodidad puede que nuestra tendencia sea la de envíos de un solo correo electrónico a cuanta más gente mejor, cosa que en caso de hacerse téngase en cuenta si son a destinatarios no relacionados necesariamente entre sí el hacerlo mediante la opción de envío en copia oculta; sin embargo, pese a que pueda resultar más laborioso, si tenemos ya alguna relación con algún destinatario con el cual pensemos que se puede crear un buen 'feedback', una estrategia de 'mailing' más 'ad hoc' nos dará con toda probabilidad mejor resultado. Los mensajes a grandes conjuntos de direcciones electrónicas desde aquí lo recomendamos más para envíos a destinatarios con los que no hemos tenido contacto aún; los enviados a destinatarios específicos y por separado unos de otros, en cambio, más bien para quienes ya nos conozcan de algo y con los que en este aspecto consideremos que ya existe por lo menos algún grado, por mínimo que sea, de cierta confianza. De hecho, lo ideal sería que, en lo referente al 'mailing' específico y al de destinatario genérico, cada vez tengamos que hacer más del primero y menos del segundo: nos llevará más tarea quizá en un principio, pero a medida que la gente con la que ya mantengamos un cierto contacto sea más, su fidelidad en cuanto a visitar el blog tendrá tendencia en principio a aumentar y no nos será tan necesario hacerles 'mailing', de modo que tendremos ocasión de centrarnos en el 'mailing' de nuevo destinatario genérico: es lo que podríamos denominar el proceso cíclico del 'mailing', con el cual buscamos aumentar nuestros contactos y la fidelidad de los mismos hacia nuestro blog.
Ganar adeptos y fidelizarlos es algo respecto a lo cual el 'mailing', bien planteado y llevado adecuadamente a cabo, puede ayudarnos en gran medida. Si se tiene en cuenta en qué casos conviene el envío de correos electrónicos a destinatarios más específicos o, por el contrario, más genéricos, el resultado que obtendremos nos parece que debería ser mejor. Así estableceremos un ciclo que nos muestra lo importante del 'mailing', y es que el de destinatario genérico se dirija a correos electrónicos de gente con la que aún no tengamos relación, mientras que el de destinatario específico nos será de mayor efectividad en los de los contactos que ya hayamos establecido.
El 'feedback'
Recabar impresiones de los demás en cuanto a nuestro blog es muy recomendable: al fin y al cabo, el sentido de publicar es que se produzca algún efecto y poder tener constancia de ello. Debemos estar siempre predispuestos, aun cuando ponemos el mayor de nuestros esfuerzos, a recibir tanto comentarios, opiniones, etcétera, de carácter positivo como negativo. Para conseguir ese 'feedback' los blogs ya aportan la propia capacidad de que visitantes dejen sus comentarios en las mismas publicaciones, pero hay más formas de saber qué le parece a la gente aquello que hacemos.
Si bien desde el propio blog podemos habilitar la opción de que nos hagan comentarios, cuando nuestra intención es fomentar aún más la obtención de detalles acerca de lo que piensa cuanta más gente mejor en referencia a lo que publicamos nos toca valorar la opción de recurrir a acciones más allá de la blogosfera misma y por iniciativa propia nuestra en tanto que blogueros. Tengamos en cuenta para ello que nos será útil la conversación oral ya sea presencial cara a cara o por teléfono con gente que conozcamos y que invitemos en esa conversación a que nos trasmitan, si no el mismo momento en cuanto puedan, qué les parece tal publicación que hayamos hecho o el blog en general; y también la conversación escrita, entendiendo ésta, principalmente por lo menos, la que hagamos también con gente conocida vía mensaje de correo electrónico o de aplicaciones que permiten otros tipos de mensajería mediante telefonía móvil. En cuanto a la modalidad escrita de conversación que acabamos de mencionar, creemos que no está de más tener también en cuenta la posibilidad de intentar establecer contacto con otras personas y entidades a las que quizá no conozcamos directamente pero que por la razón que sea alguna publicación nuestra pueda tener cierta relación al respecto; así que si disponemos del correo electrónico que tengan publicado en Internet, puede representar una buena oportunidad enviarles un mensaje de correo electrónico haciendo referencia a esa publicación y a que si les parece bien transmitirnos algún comentario estaremos agradecidos. Aunque exista un teléfono accesible en Internet, de entrada nos parece menos recomendable intentar obtener por esa vía la opinión de alguien con quien no hemos tenido aún contacto, por mucha relación que tenga lo que hemos publicado, ya que el correo electrónico permite que la persona en cuestión aprecie más a su ritmo y cuando realmente disponga de tiempo e interés aquello que le hemos enviado; el primer contacto telefónico en este sentido, no debería producirse antes que el correo electrónico si no es exclusivamente para confirmar dónde enviar ese correo; y 'a posteriori', si no recibimos respuesta, probablemente no sea aconsejable llamar si no es únicamente para asegurarnos de que se ha enviado el correo a la dirección adecuada. En cualquier caso, el fomento por iniciativa propia de la obtención de impresiones, comentarios y opiniones va a permitirnos favorecer el enriquecimiento del nivel de 'inputs' de que dispondremos con la finalidad de mejorar todo aquello relacionado con nuestro blog.
Lo que los demás puedan transmitirnos acerca de lo que publiquemos va a permitirnos tener mayor número de elementos a considerar para la optimización de nuestro blog: consideramos que es siempre bueno obtener el mayor número de puntos de vista en este sentido. Las conversaciones tanto a nivel oral como escrito que podamos entablar con quienes conozcamos van a servirnos de mucho para generar tal 'feedback', y concretamente a nivel escrito se puede considerar también el intento de presentarnos ante gente con la que no hayamos tenido oportunidad de contactar hasta el momento.
Si bien desde el propio blog podemos habilitar la opción de que nos hagan comentarios, cuando nuestra intención es fomentar aún más la obtención de detalles acerca de lo que piensa cuanta más gente mejor en referencia a lo que publicamos nos toca valorar la opción de recurrir a acciones más allá de la blogosfera misma y por iniciativa propia nuestra en tanto que blogueros. Tengamos en cuenta para ello que nos será útil la conversación oral ya sea presencial cara a cara o por teléfono con gente que conozcamos y que invitemos en esa conversación a que nos trasmitan, si no el mismo momento en cuanto puedan, qué les parece tal publicación que hayamos hecho o el blog en general; y también la conversación escrita, entendiendo ésta, principalmente por lo menos, la que hagamos también con gente conocida vía mensaje de correo electrónico o de aplicaciones que permiten otros tipos de mensajería mediante telefonía móvil. En cuanto a la modalidad escrita de conversación que acabamos de mencionar, creemos que no está de más tener también en cuenta la posibilidad de intentar establecer contacto con otras personas y entidades a las que quizá no conozcamos directamente pero que por la razón que sea alguna publicación nuestra pueda tener cierta relación al respecto; así que si disponemos del correo electrónico que tengan publicado en Internet, puede representar una buena oportunidad enviarles un mensaje de correo electrónico haciendo referencia a esa publicación y a que si les parece bien transmitirnos algún comentario estaremos agradecidos. Aunque exista un teléfono accesible en Internet, de entrada nos parece menos recomendable intentar obtener por esa vía la opinión de alguien con quien no hemos tenido aún contacto, por mucha relación que tenga lo que hemos publicado, ya que el correo electrónico permite que la persona en cuestión aprecie más a su ritmo y cuando realmente disponga de tiempo e interés aquello que le hemos enviado; el primer contacto telefónico en este sentido, no debería producirse antes que el correo electrónico si no es exclusivamente para confirmar dónde enviar ese correo; y 'a posteriori', si no recibimos respuesta, probablemente no sea aconsejable llamar si no es únicamente para asegurarnos de que se ha enviado el correo a la dirección adecuada. En cualquier caso, el fomento por iniciativa propia de la obtención de impresiones, comentarios y opiniones va a permitirnos favorecer el enriquecimiento del nivel de 'inputs' de que dispondremos con la finalidad de mejorar todo aquello relacionado con nuestro blog.
Lo que los demás puedan transmitirnos acerca de lo que publiquemos va a permitirnos tener mayor número de elementos a considerar para la optimización de nuestro blog: consideramos que es siempre bueno obtener el mayor número de puntos de vista en este sentido. Las conversaciones tanto a nivel oral como escrito que podamos entablar con quienes conozcamos van a servirnos de mucho para generar tal 'feedback', y concretamente a nivel escrito se puede considerar también el intento de presentarnos ante gente con la que no hayamos tenido oportunidad de contactar hasta el momento.
Sé ágil
Puesto que de un blog con más trayectoria cabe esperar un mayor grado de elaboración, desde la preparación a la revisión, conviene destacar que no por ello hacer un blog debe entenderse como algo que con el tiempo necesariamente se hace cada vez más pesado. De lo que se trata más bien es que la experiencia que se vaya adquiriendo al publicar en la blogosfera haga que cada vez esto suponga una actividad más cómoda de realizar en el sentido de poder realizarla con mayor agilidad, no con más despreocupación.
La preparación, publicación y revisión en un blog a medida que éste lleve tiempo en activo y pretenda mantener y mejorar la fidelidad de visitantes va a seguir requiriendo la máxima preparación tanto o más como al principio; esto no lo exponemos tanto para que lo tengan en cuenta los blogueros con por lo menos cierta experiencia, pues seguramente ya lo asuman, sino más que nada para los potenciales y principiantes que puede que sientan algo de intimidación al creer que a medida que pase el tiempo la experiencia va a repercutir en una tarea más agobiante. Es por ello que encontramos conveniente destacar que desde nuestra perspectiva entendemos que si bien la experiencia es directamente proporcional al nivel de buena elaboración esperada, también lo es, o debería ser, al de agilidad adquirida. Es más bien en las etapas iniciales en particular de un blog, y pudiera entenderse en general de cualquier proyecto, cuando la tarea puede suponer más pesadez e incordio; sin embargo, desanimarse pensando que si esto es así al principio va serlo más a medida que pase el tiempo creemos que es un error y conviene en este aspecto intentar ver el progreso de un blog como algo que si bien nos requerirá en todo momento la máxima elaboración conseguiremos también que ésta nos resulte a base de práctica cada vez más ágil de llevar a cabo. No dejes por tanto a un lado tu blog porque sí; practica, ensaya, prepara, publica, revisa, y en su caso modifica, corrige o haz abiertamente autocrítica y de este modo acabarás dándote cuenta de que podrás hacer todo esto cada vez con más soltura: así que sé ágil a base precisamente de adquirir práctica y podrás acabar siendo capaz de ofrecer cada vez mejor contenido sin que por ello implique que sientes más desgaste o pesadez. La agilidad respecto de lo que depende exclusivamente de uno mismo debiera así pues aumentar con el tiempo y, asimismo, verse impulsada también respecto de lo que nos encontremos que nos llegue por parte de los demás, en concreto opiniones, críticas y comentarios en general: cuando sean de tipo positivo nos deben servir para aumentar la motivación y querer mejorar nuestra agilidad en el proceso de elaboración, no para el exceso de relajación y de confianza; mientras que los de carácter negativo es bueno tomárselos como motivo para la reflexión y la autocrítica, pero no para que nos supongan un bloqueo o freno para nuestra práctica, lo cual podría acabar impidiendo que mejoremos nuestra agilidad.
Al principio es más bien cuando encontrarás que la elaboración del blog es probablemente más laboriosa pero con el tiempo y la práctica puede acabar haciéndose con más soltura, así que por mucho que pueda costar concebir y poner en marcha un blog no debe ser motivo para el desánimo. Tampoco deben suponer un obstáculo para nuestra agilidad bloguera lo que los demás nos transmitan, ya sea en sentido positivo o negativo, respecto a lo que publicamos.
La preparación, publicación y revisión en un blog a medida que éste lleve tiempo en activo y pretenda mantener y mejorar la fidelidad de visitantes va a seguir requiriendo la máxima preparación tanto o más como al principio; esto no lo exponemos tanto para que lo tengan en cuenta los blogueros con por lo menos cierta experiencia, pues seguramente ya lo asuman, sino más que nada para los potenciales y principiantes que puede que sientan algo de intimidación al creer que a medida que pase el tiempo la experiencia va a repercutir en una tarea más agobiante. Es por ello que encontramos conveniente destacar que desde nuestra perspectiva entendemos que si bien la experiencia es directamente proporcional al nivel de buena elaboración esperada, también lo es, o debería ser, al de agilidad adquirida. Es más bien en las etapas iniciales en particular de un blog, y pudiera entenderse en general de cualquier proyecto, cuando la tarea puede suponer más pesadez e incordio; sin embargo, desanimarse pensando que si esto es así al principio va serlo más a medida que pase el tiempo creemos que es un error y conviene en este aspecto intentar ver el progreso de un blog como algo que si bien nos requerirá en todo momento la máxima elaboración conseguiremos también que ésta nos resulte a base de práctica cada vez más ágil de llevar a cabo. No dejes por tanto a un lado tu blog porque sí; practica, ensaya, prepara, publica, revisa, y en su caso modifica, corrige o haz abiertamente autocrítica y de este modo acabarás dándote cuenta de que podrás hacer todo esto cada vez con más soltura: así que sé ágil a base precisamente de adquirir práctica y podrás acabar siendo capaz de ofrecer cada vez mejor contenido sin que por ello implique que sientes más desgaste o pesadez. La agilidad respecto de lo que depende exclusivamente de uno mismo debiera así pues aumentar con el tiempo y, asimismo, verse impulsada también respecto de lo que nos encontremos que nos llegue por parte de los demás, en concreto opiniones, críticas y comentarios en general: cuando sean de tipo positivo nos deben servir para aumentar la motivación y querer mejorar nuestra agilidad en el proceso de elaboración, no para el exceso de relajación y de confianza; mientras que los de carácter negativo es bueno tomárselos como motivo para la reflexión y la autocrítica, pero no para que nos supongan un bloqueo o freno para nuestra práctica, lo cual podría acabar impidiendo que mejoremos nuestra agilidad.
Al principio es más bien cuando encontrarás que la elaboración del blog es probablemente más laboriosa pero con el tiempo y la práctica puede acabar haciéndose con más soltura, así que por mucho que pueda costar concebir y poner en marcha un blog no debe ser motivo para el desánimo. Tampoco deben suponer un obstáculo para nuestra agilidad bloguera lo que los demás nos transmitan, ya sea en sentido positivo o negativo, respecto a lo que publicamos.
¿Cada cuándo publicar?
La frecuencia con la que se hagan publicaciones en un blog es lo que va a determinar si éste es más estático o dinámico. También va a tener importancia el factor de si presentamos un blog de tipo personal o impersonal. Y cabe tener en cuenta además y de manera muy especial que la frecuencia con la que publiquemos va a hacer que los visitantes del blog esperen en función de ésta la aparición de nuevo contenido, lo cual va a determinar que nos podamos ganar mejor su fidelidad.
Plantearse la cuestión de ¿cada cuándo publicar? implica que se considere el establecimiento de la rutina a partir de la cual los visitantes del blog van a esperar que aparezca cada nueva publicación en el blog: así que de algún modo esto lleva a un cierto compromiso por parte del bloguero hacia la comunidad internauta. Aunque esta rutina por supuesto cada bloguero puede determinarla libremente de manera que sea más o menos regular y constante, desde aquí recomendamos que si lo que se busca es la fidelidad de visitantes se opte por la mayor frecuencia posible y que ésta sea regular y constante, de modo que ya sea la frecuencia diaria, semanal, mensual, u otra similar, los visitantes siempre tengan la certeza de cuándo va a producirse la siguiente publicación. En un blog dinámico damos por descontado que la frecuencia va a intentarse que sea elevada, mientras que en un blog estático será más puntual y esporádica. En cuanto a blogs personales o impersonales, el elevado grado de frecuencia así como de regularidad y constancia resultan probablemente más recomendables y ya de por sí se buscarán normalmente más en los segundos que en los primeros. Lo relevante en cualquier caso, salvo quizá en un blog que se tenga muy claro dejar de modo estático e impersonal como por ejemplo el de una empresa que sólo lo usa como expositor de un servicio que no varía, es que para evitar dar la sensación de un blog abandonado o poco cuidado y que no se sabe bien cada cuándo va a ofrecer una nueva publicación, se procure que la frecuencia esté siempre clara hacia quienes visiten el blog: para ello, si nos planteamos un blog que sea frecuente y constante pero no a diario, sino por ejemplo semanal o mensual, una opción de aportar certidumbre respecto de cada cuándo se va a publicar es que la periodicidad se dé a entender en el propio título del blog, por ejemplo, algo así como 'semanario de...', 'el análisis quincenal de...' o 'la opinión mensual de...'. En un blog de contenido literario y más personal, en el que la inspiración juega un rol importante y ésta a veces resulta incómodo condicionarla a una frecuencia establecida y muy regular, de todos modos no está de más buscar alguna fórmula para que los visitantes sepan cuándo se les ofrecerá, por ejemplo, la siguiente pieza de literatura: esto se podría hacer, y a modo del suspense típico en la narración de historias en cine y literatura, con un 'continuará a partir del próximo día tal' o 'descubre el desenlace el próximo tal día'.
Al preguntarte ¿cada cuándo publicar? ten en definitiva en cuenta que, si se pretende conseguir la máxima fidelidad por parte de internautas, va a ser muy probablemente mejor que la frecuencia que decidas dar a las publicaciones sea más bien elevada y que la referida frecuencia se mantenga además con regularidad y constancia. Que de esta manera quienes visiten el blog tengan la certeza de cada cuándo van a contar con nuevo contenido, va a proporcionar mejores resultados de fidelidad tanto en blogs de tipo personal como en los de tipo impersonal.
Plantearse la cuestión de ¿cada cuándo publicar? implica que se considere el establecimiento de la rutina a partir de la cual los visitantes del blog van a esperar que aparezca cada nueva publicación en el blog: así que de algún modo esto lleva a un cierto compromiso por parte del bloguero hacia la comunidad internauta. Aunque esta rutina por supuesto cada bloguero puede determinarla libremente de manera que sea más o menos regular y constante, desde aquí recomendamos que si lo que se busca es la fidelidad de visitantes se opte por la mayor frecuencia posible y que ésta sea regular y constante, de modo que ya sea la frecuencia diaria, semanal, mensual, u otra similar, los visitantes siempre tengan la certeza de cuándo va a producirse la siguiente publicación. En un blog dinámico damos por descontado que la frecuencia va a intentarse que sea elevada, mientras que en un blog estático será más puntual y esporádica. En cuanto a blogs personales o impersonales, el elevado grado de frecuencia así como de regularidad y constancia resultan probablemente más recomendables y ya de por sí se buscarán normalmente más en los segundos que en los primeros. Lo relevante en cualquier caso, salvo quizá en un blog que se tenga muy claro dejar de modo estático e impersonal como por ejemplo el de una empresa que sólo lo usa como expositor de un servicio que no varía, es que para evitar dar la sensación de un blog abandonado o poco cuidado y que no se sabe bien cada cuándo va a ofrecer una nueva publicación, se procure que la frecuencia esté siempre clara hacia quienes visiten el blog: para ello, si nos planteamos un blog que sea frecuente y constante pero no a diario, sino por ejemplo semanal o mensual, una opción de aportar certidumbre respecto de cada cuándo se va a publicar es que la periodicidad se dé a entender en el propio título del blog, por ejemplo, algo así como 'semanario de...', 'el análisis quincenal de...' o 'la opinión mensual de...'. En un blog de contenido literario y más personal, en el que la inspiración juega un rol importante y ésta a veces resulta incómodo condicionarla a una frecuencia establecida y muy regular, de todos modos no está de más buscar alguna fórmula para que los visitantes sepan cuándo se les ofrecerá, por ejemplo, la siguiente pieza de literatura: esto se podría hacer, y a modo del suspense típico en la narración de historias en cine y literatura, con un 'continuará a partir del próximo día tal' o 'descubre el desenlace el próximo tal día'.
Al preguntarte ¿cada cuándo publicar? ten en definitiva en cuenta que, si se pretende conseguir la máxima fidelidad por parte de internautas, va a ser muy probablemente mejor que la frecuencia que decidas dar a las publicaciones sea más bien elevada y que la referida frecuencia se mantenga además con regularidad y constancia. Que de esta manera quienes visiten el blog tengan la certeza de cada cuándo van a contar con nuevo contenido, va a proporcionar mejores resultados de fidelidad tanto en blogs de tipo personal como en los de tipo impersonal.
Máxima preparación
Conviene que aunque los blogs sean en todo momento editables esto no repercuta en una actitud de comodidad que nos lleve a pensar lo siguiente: que no importa demasiado lo que se publique ya que si merece la pena cambiar algo sea porque algún contenido externo es modificado desde el origen o porque se cometió algún desliz del tipo que sea por parte del propio bloguero esto va a poderse cambiar, incluso si se quiere se elimina el post y ya está. Vamos a exponer por qué la mejor actitud es la basada en la preparación y que también es importante la tarea de revisar.
La condición de fácil y permanentemente editable de un blog permite que se puedan hacer los cambios que se deseen cuando se quiera, pero hacer esto de manera muy continuada va a contribuir a que quien visite el blog se lleve una sensación de fiabilidad más bien pobre en cuanto a lo que se publica. Desde nuestro punto de vista, lo conveniente es que a pesar de la capacidad de edición permanente de los blogs, ésta tienda a emplearse para modificaciones y supresiones de lo ya publicado en la menor medida posible. Esto se consigue por supuesto no mediante la comodidad y relajación en plan 'no pasa nada, si eso ya haré cambios', sino a través de la máxima preparación que se pueda en el momento de elaborar los posts. Así pues, por mucho que podamos cambiar y suprimir de manera sencilla y permanente cualquier contenido que publiquemos, si conseguimos no tener que hacer esto mucho creemos que se mejorará la buena impresión hacia navegantes que visiten el blog; se convencerá mejor de que el blog en cuestión no es algo hecho de cualquier manera, de forma rápida e improvisada sino de que se procura que como mínimo haya cierta preparación y consistencia en lo que se publica, pese a que por descontado todo el mundo pueda cometer aun así errores en su propio contenido o encontrarse con que se produzcan cambios en los contenidos ajenos que repercutan en tal o cual enlace o incrustación. Especialmente si se está empezando en la práctica de los blogs quizá te vayas a encontrar a menudo con cosas que después de cierto tiempo de haberlas publicado crees que mejor sería aplicarles ciertas correcciones por la razón que sea; considera no obstante, si dependiendo de lo que se trate, en vez de cambiarlo o suprimirlo, merece más la pena compilarlo y aprovecharlo para hacer una nueva publicación al respecto en plan autoanálisis y autocrítica: seguramente así se evite mejor dar sensación de poca fiabilidad e incluso al contrario, darás con toda probabilidad la impresión de que mantienes una preocupación por revisar lo que haces y aportar aclaraciones cuando es necesario. La preparación para conseguir hacer las mínimas correcciones posibles es algo que además resulta relevante tener en cuenta en el sentido de que no disminuye necesariamente con la experiencia: si bien al principio de meterse en el tema de los blogs es importante que se empiece a realizar la máxima preparación que se pueda de los posts antes de su publicación, a medida que se da continuidad al blog la tendencia debería ser que éste adquiera también más responsabilidad hacia sus visitantes, de manera que de un blog con más trayectoria se va a esperar más preparación por parte de quien lo visite.
Facilidad y comodidad de edición no debiera llevar a la comodidad y relajación a la hora de publicar en nuestro blog, pues estas actitudes van a conllevarnos dar una impresión de poca preocupación por lo que publicamos. Sin embargo, pese a ello todo el mundo tiene derecho al error de manera especial si se es principiante, pero esto puede ser motivo para que podamos demostrar en su caso que también tenemos capacidad de autocrítica. Además, a medida que el bloguero en cuestión adquiera más experiencia va incluso a tener que valorar hacer cada vez más tarea de preparación en lugar de menos.
La condición de fácil y permanentemente editable de un blog permite que se puedan hacer los cambios que se deseen cuando se quiera, pero hacer esto de manera muy continuada va a contribuir a que quien visite el blog se lleve una sensación de fiabilidad más bien pobre en cuanto a lo que se publica. Desde nuestro punto de vista, lo conveniente es que a pesar de la capacidad de edición permanente de los blogs, ésta tienda a emplearse para modificaciones y supresiones de lo ya publicado en la menor medida posible. Esto se consigue por supuesto no mediante la comodidad y relajación en plan 'no pasa nada, si eso ya haré cambios', sino a través de la máxima preparación que se pueda en el momento de elaborar los posts. Así pues, por mucho que podamos cambiar y suprimir de manera sencilla y permanente cualquier contenido que publiquemos, si conseguimos no tener que hacer esto mucho creemos que se mejorará la buena impresión hacia navegantes que visiten el blog; se convencerá mejor de que el blog en cuestión no es algo hecho de cualquier manera, de forma rápida e improvisada sino de que se procura que como mínimo haya cierta preparación y consistencia en lo que se publica, pese a que por descontado todo el mundo pueda cometer aun así errores en su propio contenido o encontrarse con que se produzcan cambios en los contenidos ajenos que repercutan en tal o cual enlace o incrustación. Especialmente si se está empezando en la práctica de los blogs quizá te vayas a encontrar a menudo con cosas que después de cierto tiempo de haberlas publicado crees que mejor sería aplicarles ciertas correcciones por la razón que sea; considera no obstante, si dependiendo de lo que se trate, en vez de cambiarlo o suprimirlo, merece más la pena compilarlo y aprovecharlo para hacer una nueva publicación al respecto en plan autoanálisis y autocrítica: seguramente así se evite mejor dar sensación de poca fiabilidad e incluso al contrario, darás con toda probabilidad la impresión de que mantienes una preocupación por revisar lo que haces y aportar aclaraciones cuando es necesario. La preparación para conseguir hacer las mínimas correcciones posibles es algo que además resulta relevante tener en cuenta en el sentido de que no disminuye necesariamente con la experiencia: si bien al principio de meterse en el tema de los blogs es importante que se empiece a realizar la máxima preparación que se pueda de los posts antes de su publicación, a medida que se da continuidad al blog la tendencia debería ser que éste adquiera también más responsabilidad hacia sus visitantes, de manera que de un blog con más trayectoria se va a esperar más preparación por parte de quien lo visite.
Facilidad y comodidad de edición no debiera llevar a la comodidad y relajación a la hora de publicar en nuestro blog, pues estas actitudes van a conllevarnos dar una impresión de poca preocupación por lo que publicamos. Sin embargo, pese a ello todo el mundo tiene derecho al error de manera especial si se es principiante, pero esto puede ser motivo para que podamos demostrar en su caso que también tenemos capacidad de autocrítica. Además, a medida que el bloguero en cuestión adquiera más experiencia va incluso a tener que valorar hacer cada vez más tarea de preparación en lugar de menos.
Actualizar "hacia atrás"
¿Qué hacemos si algo que habíamos enlazado en nuestro blog desaparece de su origen? Los posts son permanentemente editables así que es posible volver al post en cuestión donde se encuentre el contenido modificado desde su origen, ya sea un enlace de texto o un elemento incrustado, y, si disponemos de otra ruta donde se haya movido ese mismo contenido o de algún contenido alternativo por el que sea sustituible, proceder sencillamente a la actualización del post. Además de plantear un par de opciones más, a continuación valoraremos todo esto más allá del simple detalle técnico.
Otras posibilidades ante cambios, desde su origen en otra ubicación, de algo que habíamos vinculado en nuestro blog son dejarlo tal cual y dar por sentado que se entenderá que en su momento el contenido en cuestión era accesible correctamente, o bien dejarlo tal cual pero preocuparnos de poner de algún modo una indicación de que aquel contenido en su momento fue accesible y acompañar esto además si se quiere con otra indicación de otra ubicación alternativa si la tenemos. Más allá, sin embargo, de tener en cuenta estas posibilidades, creemos que esto lleva a tener muy presente que un blog puede consistir en una tarea en permanente conveniencia de revisión desde su mismo inicio: o sea, que un post siempre puede ser algo permanentemente abierto posibles cambios que a diferencia del soporte tradicional impreso no requiere de la elaboración de un artículo o un libro completamente nuevo para llevar a cabo una actualización. Esto que podría considerarse un simple detalle técnico, en realidad nos parece que resulta muy interesante de tener en cuenta dándole algo más de importancia pues en un blog en particular, y en Internet a nivel general, el concepto de material actualizado no siempre requiere en su caso del tipo de actualización que podríamos llamar "hacia adelante" en el sentido de que hace falta sacar un contenido nuevo en parte o por completo, sino que tenemos la posibilidad de actualizar "hacia atrás", directamente desde las publicaciones que en su momento hicimos y cambiar cualquier elemento, especialmente aquellos que el soporte impreso tradicional no permitía como los enlaces y las incrustaciones desde el propio origen. Y lo que probablemente sea mejor a la hora de aplicar siempre esto es que precisamente nos procuremos limitar a aspectos tales como los que hemos acabado mencionar: enlaces y elementos incrustados básicamente, ya que rehacer por completo, y más si se hace cada dos por tres, los contenidos ya publicados contribuirá a dar sensación de poca fiabilidad y consistencia a los visitantes del blog. En el caso de que se considere que un post ya publicado tiene verdaderamente numerosas e importantes deficiencias a corregir, convendría más bien plantearse hacer un post totalmente nuevo y actual al respecto: una actualización entonces sí "hacia adelante".
Los posts, por la capacidad de ser editables en todo momento nos permiten, si lo deseamos, hacer de manera permanente correcciones tales como actualizar aquellos contenidos que hayamos vinculado desde otras ubicaciones y que desde su origen sean modificados. Esto es algo que lejos de quedarse en una simple consideración de carácter técnico implica un relevante cambio respecto al soporte tradicional impreso e implica que un blog con contenido vinculado siempre a elementos externos accesibles va a requerir una constante labor de actualización desde el primer post.
Otras posibilidades ante cambios, desde su origen en otra ubicación, de algo que habíamos vinculado en nuestro blog son dejarlo tal cual y dar por sentado que se entenderá que en su momento el contenido en cuestión era accesible correctamente, o bien dejarlo tal cual pero preocuparnos de poner de algún modo una indicación de que aquel contenido en su momento fue accesible y acompañar esto además si se quiere con otra indicación de otra ubicación alternativa si la tenemos. Más allá, sin embargo, de tener en cuenta estas posibilidades, creemos que esto lleva a tener muy presente que un blog puede consistir en una tarea en permanente conveniencia de revisión desde su mismo inicio: o sea, que un post siempre puede ser algo permanentemente abierto posibles cambios que a diferencia del soporte tradicional impreso no requiere de la elaboración de un artículo o un libro completamente nuevo para llevar a cabo una actualización. Esto que podría considerarse un simple detalle técnico, en realidad nos parece que resulta muy interesante de tener en cuenta dándole algo más de importancia pues en un blog en particular, y en Internet a nivel general, el concepto de material actualizado no siempre requiere en su caso del tipo de actualización que podríamos llamar "hacia adelante" en el sentido de que hace falta sacar un contenido nuevo en parte o por completo, sino que tenemos la posibilidad de actualizar "hacia atrás", directamente desde las publicaciones que en su momento hicimos y cambiar cualquier elemento, especialmente aquellos que el soporte impreso tradicional no permitía como los enlaces y las incrustaciones desde el propio origen. Y lo que probablemente sea mejor a la hora de aplicar siempre esto es que precisamente nos procuremos limitar a aspectos tales como los que hemos acabado mencionar: enlaces y elementos incrustados básicamente, ya que rehacer por completo, y más si se hace cada dos por tres, los contenidos ya publicados contribuirá a dar sensación de poca fiabilidad y consistencia a los visitantes del blog. En el caso de que se considere que un post ya publicado tiene verdaderamente numerosas e importantes deficiencias a corregir, convendría más bien plantearse hacer un post totalmente nuevo y actual al respecto: una actualización entonces sí "hacia adelante".
Los posts, por la capacidad de ser editables en todo momento nos permiten, si lo deseamos, hacer de manera permanente correcciones tales como actualizar aquellos contenidos que hayamos vinculado desde otras ubicaciones y que desde su origen sean modificados. Esto es algo que lejos de quedarse en una simple consideración de carácter técnico implica un relevante cambio respecto al soporte tradicional impreso e implica que un blog con contenido vinculado siempre a elementos externos accesibles va a requerir una constante labor de actualización desde el primer post.
Elementos de otra ubicación y autoría
Hemos partido de la base de que, para fomentar lo multimedia, nuestro propio contenido lo subimos directamente al blog. Pero subir elementos tales como imágenes y vídeos no es la única manera de que tengan presencia en nuestras publicaciones: se puede recurrir a incrustar imágenes y vídeos, ya sean o no de elaboración propia, desde otras ubicaciones en las que se encuentren.
Al decidir si subir o incrustar elementos de distintos formatos al propio texto que se redacte y así hacer un blog con más elaboración a nivel multimedia, desde aquí proponemos que cuando se trate de contenido propio, ya sean dibujos, fotos, vídeos, etcétera, no se dude en optar por subirlo directamente al blog si es esa la preferencia; mientras que si queremos incluir elementos de otra ubicación y autoría se considere la opción de incrustar el contenido de que se trate. Generalmente, y salvo restricciones de configuración especialmente en ciertos vídeos, podemos incrustar imágenes, vídeos e incluso documentos PDF que sean accesibles en cualquier ubicación de la Red. La pega de un elemento al que recurramos incrustándolo directamente desde su ubicación de origen es que si en algún momento lo eliminan esto afectará a la incrustación que hicimos en el post, así que se corre en este sentido siempre un cierto riesgo en cuanto a la conservación de lo que se incrusta; no obstante, si se procuran incrustar elementos de ubicaciones que correspondan a personas o instituciones de reputación y de constancia en su labor, en principio no deberíamos temer que imágenes o vídeos allí publicados y que hayamos incrustado en nuestro blog se eliminen: así que, al incrustar elementos, si bien de entrada debiera ser lo preferible cuando son elementos que publica otra gente, procuremos incrustar contenido de lugares que no quiten así como así cualquiera de sus publicaciones. En definitiva es el riesgo que se corre también en cualquier enlace típico en el texto que redactamos. Todo ello nos lleva a considerar que para un blog que pretenda fomentar de la mejor manera posible lo multimedia es de gran importancia, en lo referente a incrustar contenido ajeno, una concienzuda selección de las ubicaciones desde las cuales se insertan elementos. Y si, para no arriesgarse en ningún caso a esta posibilidad de que un elemento incrustado se elimine de su origen, se opta por bajarlo y luego subirlo directamente al blog, sí recomendamos entonces como algo de gran importancia que en el post en cuestión quede muy clara la referencia al origen de ese elemento, sin dar así lugar a confusión de si es o no de elaboración propia.
Llevar a cabo un blog fomentando su vertiente multimedia a partir de elementos de elaboración propia requiere una importante tarea de elaboración; puede parecer más sencillo recurrir siempre a incrustar elementos de otras ubicaciones pero atención también con esto porque según se opte por incrustar o subir esos elementos ajenos va a ser importante que nos fijemos, en el primer caso, en que el origen del elemento sea una ubicación por lo menos de cierta consistencia y que mantenga sus publicaciones sin eliminarlas así como así; y en el segundo caso, aclarar siempre el origen de donde se tomaron los elementos subidos.
Al decidir si subir o incrustar elementos de distintos formatos al propio texto que se redacte y así hacer un blog con más elaboración a nivel multimedia, desde aquí proponemos que cuando se trate de contenido propio, ya sean dibujos, fotos, vídeos, etcétera, no se dude en optar por subirlo directamente al blog si es esa la preferencia; mientras que si queremos incluir elementos de otra ubicación y autoría se considere la opción de incrustar el contenido de que se trate. Generalmente, y salvo restricciones de configuración especialmente en ciertos vídeos, podemos incrustar imágenes, vídeos e incluso documentos PDF que sean accesibles en cualquier ubicación de la Red. La pega de un elemento al que recurramos incrustándolo directamente desde su ubicación de origen es que si en algún momento lo eliminan esto afectará a la incrustación que hicimos en el post, así que se corre en este sentido siempre un cierto riesgo en cuanto a la conservación de lo que se incrusta; no obstante, si se procuran incrustar elementos de ubicaciones que correspondan a personas o instituciones de reputación y de constancia en su labor, en principio no deberíamos temer que imágenes o vídeos allí publicados y que hayamos incrustado en nuestro blog se eliminen: así que, al incrustar elementos, si bien de entrada debiera ser lo preferible cuando son elementos que publica otra gente, procuremos incrustar contenido de lugares que no quiten así como así cualquiera de sus publicaciones. En definitiva es el riesgo que se corre también en cualquier enlace típico en el texto que redactamos. Todo ello nos lleva a considerar que para un blog que pretenda fomentar de la mejor manera posible lo multimedia es de gran importancia, en lo referente a incrustar contenido ajeno, una concienzuda selección de las ubicaciones desde las cuales se insertan elementos. Y si, para no arriesgarse en ningún caso a esta posibilidad de que un elemento incrustado se elimine de su origen, se opta por bajarlo y luego subirlo directamente al blog, sí recomendamos entonces como algo de gran importancia que en el post en cuestión quede muy clara la referencia al origen de ese elemento, sin dar así lugar a confusión de si es o no de elaboración propia.
Llevar a cabo un blog fomentando su vertiente multimedia a partir de elementos de elaboración propia requiere una importante tarea de elaboración; puede parecer más sencillo recurrir siempre a incrustar elementos de otras ubicaciones pero atención también con esto porque según se opte por incrustar o subir esos elementos ajenos va a ser importante que nos fijemos, en el primer caso, en que el origen del elemento sea una ubicación por lo menos de cierta consistencia y que mantenga sus publicaciones sin eliminarlas así como así; y en el segundo caso, aclarar siempre el origen de donde se tomaron los elementos subidos.
Subiendo e interactuando
Incluir contenidos tales como imágenes y vídeos propios en un blog subiéndolos directamente a la plataforma que utilices es algo bastante sencillo incluso para alguien que se empieza a manejar con esta práctica. Desde el propio editor de posts puedes subir tus recursos del mismo modo que adjuntas un archivo a un correo electrónico. Y así fomentando el aspecto multimedia del blog, se puede además contribuir a dinamizar la interactividad.
Algo muy característico entre lo que nos ha aportado Internet es la facilidad con la que se puede interactuar. Esto es concretamente en el ámbito de los blogs, la posibilidad que los visitantes tienen de opinar mediante sus comentarios directamente en el propio blog y la de compartir el contenido en redes sociales sencillamente con recurrir a los botones que tienen el símbolo de cada una de estas redes y que se pueden configurar para que aparezcan en cada post. Interactividad y multimedia no tienen por qué corresponderse, pero una buena muestra de nivel multimedia creemos que puede fomentar una mayor interactividad; o sea, que si se fomenta bien el multimedia, especialmente el multimedia de elaboración propia, y en la línea de las recomendaciones que hemos proporcionado, esto da a los visitantes más elementos que comentar a parte del propio texto que se pueda o no redactar. Con imágenes y vídeos propios que se muestren en el blog se puede dar motivos para que visitantes que les guste más opinar acerca de este tipo de formatos interactúen con el blog, pues habrá quien le guste mucho leer y en concreto leer lo que publiques en tu blog pero si además puedes mostrar otras elaboraciones en formato visual o audiovisual también podrás animas a quienes acostumbran a preferir contemplar una imagen o reproducir un vídeo. Sin embargo, si el multimedia se hace de forma abusiva, sin una relación y un sentido en cuanto a lo que se supone que trata el blog y en particular un post, quizá no anime tanto a crear interactividad entre los navegantes.
Nuestros recursos propios, además del texto que podamos redactar, y ya sean dibujos, fotografías, vídeos, etcétera, nos ayudarán a favorecer la interactividad si se hace con ello una buena práctica multimedia. Por lo tanto, se trata de procurar ir subiendo recursos propios e interactuando con visitantes de nuestro blog y así, subiendo e interactuando, conseguir precisamente vincular multimedia propio y mayor interactividad.
Algo muy característico entre lo que nos ha aportado Internet es la facilidad con la que se puede interactuar. Esto es concretamente en el ámbito de los blogs, la posibilidad que los visitantes tienen de opinar mediante sus comentarios directamente en el propio blog y la de compartir el contenido en redes sociales sencillamente con recurrir a los botones que tienen el símbolo de cada una de estas redes y que se pueden configurar para que aparezcan en cada post. Interactividad y multimedia no tienen por qué corresponderse, pero una buena muestra de nivel multimedia creemos que puede fomentar una mayor interactividad; o sea, que si se fomenta bien el multimedia, especialmente el multimedia de elaboración propia, y en la línea de las recomendaciones que hemos proporcionado, esto da a los visitantes más elementos que comentar a parte del propio texto que se pueda o no redactar. Con imágenes y vídeos propios que se muestren en el blog se puede dar motivos para que visitantes que les guste más opinar acerca de este tipo de formatos interactúen con el blog, pues habrá quien le guste mucho leer y en concreto leer lo que publiques en tu blog pero si además puedes mostrar otras elaboraciones en formato visual o audiovisual también podrás animas a quienes acostumbran a preferir contemplar una imagen o reproducir un vídeo. Sin embargo, si el multimedia se hace de forma abusiva, sin una relación y un sentido en cuanto a lo que se supone que trata el blog y en particular un post, quizá no anime tanto a crear interactividad entre los navegantes.
Nuestros recursos propios, además del texto que podamos redactar, y ya sean dibujos, fotografías, vídeos, etcétera, nos ayudarán a favorecer la interactividad si se hace con ello una buena práctica multimedia. Por lo tanto, se trata de procurar ir subiendo recursos propios e interactuando con visitantes de nuestro blog y así, subiendo e interactuando, conseguir precisamente vincular multimedia propio y mayor interactividad.
El toque multimedia
Además de redactar de la mejor manera posible según el enfoque que demos al blog, indicar las referencias apropiadas y poner enlaces y anclas, nos podrá ser provechoso en ocasiones recurrir a elementos en distintos formatos más allá del texto que escribamos, ya que precisamente nos basamos en el hipertexto. De modo que empleando fotos, dibujos, vídeos, etcétera le podemos dar el toque multimedia a nuestro contenido.
El lenguaje de hipertexto ha permitido que tengamos opción de combinar cómodamente texto con otros elementos tanto en formato visual como audiovisual. Sin embargo y al igual que lo recomendado en cuanto a los enlaces, tampoco convendría un abuso en la inserción de ninguno de estos tipos de elementos; lo importante es que estén relacionados con lo que queremos transmitir y que sean representativos de aquello que tratamos en nuestro post en particular y en el blog en general. En varias e incluso muchas ocasiones alguno de estos elementos quizá convenga no obstante que ocupe una posición más destacada en el post que el texto; lo que estaría bien tener presente cuando damos el protagonismo elementos en distinto formato al del texto es si esos elementos son también propios o tomados de otro origen: darles demasiada relevancia cuando provienen de otras ubicaciones va a restarle autenticidad a nuestro blog; lo más recomendable probablemente sea que en esos casos los recursos visuales y audiovisuales empleados procuren realizar una función más bien complementaria de aquello que tratamos. Si en cambio son elaboraciones nuestras, darles un lugar destacado o directamente hacer que sustituyan al texto hará que se tenga ocasión de mostrar las propias capacidades no sólo de elaboración de texto sino de elaboración a nivel multimedia.
Con elementos de formato distinto al texto enriqueceremos sin duda el contenido de nuestro blog. Pero si se tiene en cuenta el origen de estos elementos al decidir su posición en el post podremos obtener un mejor resultado en cuanto a resaltar nuestras habilidades multimedia y nuestra autenticidad.
El lenguaje de hipertexto ha permitido que tengamos opción de combinar cómodamente texto con otros elementos tanto en formato visual como audiovisual. Sin embargo y al igual que lo recomendado en cuanto a los enlaces, tampoco convendría un abuso en la inserción de ninguno de estos tipos de elementos; lo importante es que estén relacionados con lo que queremos transmitir y que sean representativos de aquello que tratamos en nuestro post en particular y en el blog en general. En varias e incluso muchas ocasiones alguno de estos elementos quizá convenga no obstante que ocupe una posición más destacada en el post que el texto; lo que estaría bien tener presente cuando damos el protagonismo elementos en distinto formato al del texto es si esos elementos son también propios o tomados de otro origen: darles demasiada relevancia cuando provienen de otras ubicaciones va a restarle autenticidad a nuestro blog; lo más recomendable probablemente sea que en esos casos los recursos visuales y audiovisuales empleados procuren realizar una función más bien complementaria de aquello que tratamos. Si en cambio son elaboraciones nuestras, darles un lugar destacado o directamente hacer que sustituyan al texto hará que se tenga ocasión de mostrar las propias capacidades no sólo de elaboración de texto sino de elaboración a nivel multimedia.
Con elementos de formato distinto al texto enriqueceremos sin duda el contenido de nuestro blog. Pero si se tiene en cuenta el origen de estos elementos al decidir su posición en el post podremos obtener un mejor resultado en cuanto a resaltar nuestras habilidades multimedia y nuestra autenticidad.
Un poco de HTML
Además aspectos relacionados con los enlaces externos que empleemos, nos va ser útil tener en cuenta lo relacionado con nuestros propios enlaces: no sólo los que se nos generan automáticamente sino aquellos que podemos crear nosotros mismos desde el mismo blog. Para esto último nos hará falta recurrir a emplear directamente un poco de HTML, algo que probablemente a blogueros con al menos cierta experiencia ya les resulte familiar, pero quizá no se les haya ocurrido aún su posible uso en los términos que vamos a exponer concretamente en lo referente a enlaces. Para los que no tengan tanta práctica al menos les irá bien para tomar como mínimo algo de conocimiento respecto de algo que les puede interesar igualmente emplear en un futuro al adquirir confianza.
En nuestro blog por supuesto hay enlaces propios que se nos van a generar automáticamente: cada post tiene su enlace en el momento de publicarse, así como cada página que creemos. Sin embargo, nos puede interesar, especialmente en esas otras páginas y si queremos dividir su contenido en ciertas partes con sus propios títulos a modo más o menos de la página de inicio, que haya un enlace para cada una de esas partes concretas de la página; así, a medida que la página va adquiriendo más contenido y lo más antiguo va quedando más abajo, no es necesario que para buscar cierta parte haya que ir desplazándose con las flechas de dirección del navegador, algo muy incómodo y que su otra alternativa más cómoda sería como mucho el uso de la instrucción derivada habitualmente de las teclas 'Control+B' o 'Control+F' para abrir el cuadro de búsqueda del propio navegador y ahí, si se trata de un texto, introducir ese texto en cuestión al que se quiere llegar. En definitiva, para crear esos enlaces a partes que nos interesen del blog vamos a tener que acceder al formato HTML, o sea HyperText Markup Language, de la sección donde se encuentre el elemento al cual queremos que se pueda acceder con un simple clic mediante un enlace: vamos a emplear para ello lo que propiamente se denomina ancla; esto es una marca cuya sintaxis es <a href="" name="nombrequequeramosponeralapartefinaldelenlace">texto u otro elemento al que queremos que dirija el enlace</a>. Se trata de tener claro por tanto ese nombre que queramos poner a la parte final del enlace y una vez guardado el HTML estará en activo un enlace que será la ruta de la página del blog seguida del símbolo almohadilla (#), y ese 'nombrequequeramosponeralapartefinaldelenlace'. En el momento que se introduzca esa ruta en el navegador, debe llevarnos directamente al elemento de la página al que hemos marcado del modo indicado.
Recurrir a las anclas en HTML nos va a servir para crear enlaces propios a elementos concretos en nuestro blog según nos interese. Esto va ser útil de manera especial a medida que vayamos nutriendo de contenido el blog y más allá de los enlaces propios que se crean automáticamente desde la propia plataforma bloguera.
En nuestro blog por supuesto hay enlaces propios que se nos van a generar automáticamente: cada post tiene su enlace en el momento de publicarse, así como cada página que creemos. Sin embargo, nos puede interesar, especialmente en esas otras páginas y si queremos dividir su contenido en ciertas partes con sus propios títulos a modo más o menos de la página de inicio, que haya un enlace para cada una de esas partes concretas de la página; así, a medida que la página va adquiriendo más contenido y lo más antiguo va quedando más abajo, no es necesario que para buscar cierta parte haya que ir desplazándose con las flechas de dirección del navegador, algo muy incómodo y que su otra alternativa más cómoda sería como mucho el uso de la instrucción derivada habitualmente de las teclas 'Control+B' o 'Control+F' para abrir el cuadro de búsqueda del propio navegador y ahí, si se trata de un texto, introducir ese texto en cuestión al que se quiere llegar. En definitiva, para crear esos enlaces a partes que nos interesen del blog vamos a tener que acceder al formato HTML, o sea HyperText Markup Language, de la sección donde se encuentre el elemento al cual queremos que se pueda acceder con un simple clic mediante un enlace: vamos a emplear para ello lo que propiamente se denomina ancla; esto es una marca cuya sintaxis es <a href="" name="nombrequequeramosponeralapartefinaldelenlace">texto u otro elemento al que queremos que dirija el enlace</a>. Se trata de tener claro por tanto ese nombre que queramos poner a la parte final del enlace y una vez guardado el HTML estará en activo un enlace que será la ruta de la página del blog seguida del símbolo almohadilla (#), y ese 'nombrequequeramosponeralapartefinaldelenlace'. En el momento que se introduzca esa ruta en el navegador, debe llevarnos directamente al elemento de la página al que hemos marcado del modo indicado.
Recurrir a las anclas en HTML nos va a servir para crear enlaces propios a elementos concretos en nuestro blog según nos interese. Esto va ser útil de manera especial a medida que vayamos nutriendo de contenido el blog y más allá de los enlaces propios que se crean automáticamente desde la propia plataforma bloguera.
Enlazando
Una manera que la tecnología de Internet nos brinda para poder hacer de nuestras referencias no sólo una simple citación sino poder llevar instantáneamente al usuario al origen de la información que damos son los enlaces. Pero ¿en qué medida sería recomendable el uso de enlaces? ¿Enlazamos siempre a todo lo que podamos o procuramos aplicarnos alguna pauta?.
Los enlaces son un recurso genuino que nos ha facilitado Internet y con el que ya es muy sobradamente conocido que podemos usar para dirigir con un solo clic a una información que puede estar en cualquier sitio accesible de la Red. Pero enlazando desde prácticamente cualquier expresión puede que lejos de hacer parecer como algo bueno nuestra intención de facilitar el acceso hacia la máxima información externa posible contribuya a dar la impresión que le damos demasiada importancia precisamente a los elementos ajenos, aunque relacionados, con el propio post. Es bueno que se centre la atención en el propio texto que exponemos y para ello un uso mesurado de enlaces nos va a venir mejor, si no, puede parecer más bien que nuestra tarea se limita a unir pedazos de información de distintos sitios sin ofrecer la posibilidad al visitante de distinguir verdaderamente los recursos externos que son determinantes para la mayor comprensión de lo que exponemos. Los enlaces si son únicamente los verdaderamente relevantes para servir de referencia directa y a un solo clic de aquello que explicamos van a cumplir muy probablemente mejor su función de rápido acceso a la información que en cada caso resulte más adecuada, según el tema del que tratemos en nuestro post.
Si bien enlazar nos facilita el acceso instantáneo al origen de las referencias que empleemos en nuestro blog, el centro de atención debemos procurar situarlo siempre en nuestro contenido y evitar el abuso de enlaces. Así pues, emplear los auténticamente relevantes en función del tema que tratemos va a ser la práctica más pertinente.
Los enlaces son un recurso genuino que nos ha facilitado Internet y con el que ya es muy sobradamente conocido que podemos usar para dirigir con un solo clic a una información que puede estar en cualquier sitio accesible de la Red. Pero enlazando desde prácticamente cualquier expresión puede que lejos de hacer parecer como algo bueno nuestra intención de facilitar el acceso hacia la máxima información externa posible contribuya a dar la impresión que le damos demasiada importancia precisamente a los elementos ajenos, aunque relacionados, con el propio post. Es bueno que se centre la atención en el propio texto que exponemos y para ello un uso mesurado de enlaces nos va a venir mejor, si no, puede parecer más bien que nuestra tarea se limita a unir pedazos de información de distintos sitios sin ofrecer la posibilidad al visitante de distinguir verdaderamente los recursos externos que son determinantes para la mayor comprensión de lo que exponemos. Los enlaces si son únicamente los verdaderamente relevantes para servir de referencia directa y a un solo clic de aquello que explicamos van a cumplir muy probablemente mejor su función de rápido acceso a la información que en cada caso resulte más adecuada, según el tema del que tratemos en nuestro post.
Si bien enlazar nos facilita el acceso instantáneo al origen de las referencias que empleemos en nuestro blog, el centro de atención debemos procurar situarlo siempre en nuestro contenido y evitar el abuso de enlaces. Así pues, emplear los auténticamente relevantes en función del tema que tratemos va a ser la práctica más pertinente.
Referencias
Visitar y comparar otros blogs y demás sitios de Internet parecidos al que hayamos elaborado o tengamos la idea de publicar no sólo va a venirnos bien para definir mejor lo que vayamos a aportar en nuestro blog. Una manera de demostrar que se ha llevado a cabo una notable elaboración de fondo en los posts, al igual que en otro tipo de mensajes especialmente en el ámbito académico, consiste en especificar la referencia que identifica el origen de la información que damos.
Si ya hay blogs u otros contenidos de Internet similares al blog que elaboras o el que te planteas de poner en marcha y además son de cierta reputación, no sólo puede suponer un reto para que busquemos la originalidad y la diferenciación, sino que se pueden aprovechar precisamente puntos en común y resaltarlos en lugar de evitarlos. No debería considerarse tal práctica como una simple copia, al contrario, copiar sería coger el contenido ajeno y reproducirlo tal cual dejando casi o del todo sin clarificar si tal contenido es nuestro o efectivamente se ha aprovechado directamente de otro lugar. Las referencias que demos de la información que transmitimos, por el contrario, van a contribuir a poner de manifiesto la voluntad de elaborar publicaciones basadas en la honestidad y en el análisis profundo previo a la difusión. Esto es en lo que se basa de manera importante por ejemplo la práctica periodística, así como la académica. Si elaboras un blog de tipo impersonal ya es cuestión de que decidas en función del nivel técnico que le des, si las referencias prefieres que aparezcan en el mismo texto, lo cual ya está bien para un nivel no demasiado técnico, más bien divulgativo y con referencias no muy abundantes, o si optas de algún modo por mostrarlas todas de manera agrupada, por ejemplo enumerándolas al final del post. En los contenidos más de tipo personal, y concretamente en los literarios, las referencias debieran tomarse desde otro punto de vista y atendiendo precisamente a la tradición literaria: en este sentido, en el arte en general y la literatura en particular es común que un autor, más que una referencia directa en plan citación académica, rinda un homenaje a otro autor mediante el recurso a expresiones o temas en la línea de ese otro autor; esto por supuesto no es una copia, porque no haces tuyas expresiones literales de otra persona sino que contribuyes a ensalzar otra obra a la que admiras; para ello se puede confiar en que el visitante del blog capte el homenaje de por sí o bien plantearte de hacer algún post a modo de prólogo en que expliques tu intención de homenaje a tal o cual autor. Además de todo esto, también es cuestión de que los propios posts acaben sirviendo de referencias para los posts futuros del mismo blog, a modo de recordatorio o para nuevos homenajes; y puede incluso que en algún momento los posts de tu blog sean los que sirvan de referencias para otros blogs.
Para que en los posts se aprecie elaboración y honestidad, las referencias a otros blogs en particular y otros sitios en Internet a nivel general son de utilidad. La información que proporcionas, sea técnica o artística, si la acompañas de buenas referencias va a resultar algo positivo tal y como ya sucede en otros ámbitos de comunicación. Con el tiempo, incluso puede que sea tu blog el que empleen otros en tanto que contenido de referencia al que resulte conveniente mencionar.
Si ya hay blogs u otros contenidos de Internet similares al blog que elaboras o el que te planteas de poner en marcha y además son de cierta reputación, no sólo puede suponer un reto para que busquemos la originalidad y la diferenciación, sino que se pueden aprovechar precisamente puntos en común y resaltarlos en lugar de evitarlos. No debería considerarse tal práctica como una simple copia, al contrario, copiar sería coger el contenido ajeno y reproducirlo tal cual dejando casi o del todo sin clarificar si tal contenido es nuestro o efectivamente se ha aprovechado directamente de otro lugar. Las referencias que demos de la información que transmitimos, por el contrario, van a contribuir a poner de manifiesto la voluntad de elaborar publicaciones basadas en la honestidad y en el análisis profundo previo a la difusión. Esto es en lo que se basa de manera importante por ejemplo la práctica periodística, así como la académica. Si elaboras un blog de tipo impersonal ya es cuestión de que decidas en función del nivel técnico que le des, si las referencias prefieres que aparezcan en el mismo texto, lo cual ya está bien para un nivel no demasiado técnico, más bien divulgativo y con referencias no muy abundantes, o si optas de algún modo por mostrarlas todas de manera agrupada, por ejemplo enumerándolas al final del post. En los contenidos más de tipo personal, y concretamente en los literarios, las referencias debieran tomarse desde otro punto de vista y atendiendo precisamente a la tradición literaria: en este sentido, en el arte en general y la literatura en particular es común que un autor, más que una referencia directa en plan citación académica, rinda un homenaje a otro autor mediante el recurso a expresiones o temas en la línea de ese otro autor; esto por supuesto no es una copia, porque no haces tuyas expresiones literales de otra persona sino que contribuyes a ensalzar otra obra a la que admiras; para ello se puede confiar en que el visitante del blog capte el homenaje de por sí o bien plantearte de hacer algún post a modo de prólogo en que expliques tu intención de homenaje a tal o cual autor. Además de todo esto, también es cuestión de que los propios posts acaben sirviendo de referencias para los posts futuros del mismo blog, a modo de recordatorio o para nuevos homenajes; y puede incluso que en algún momento los posts de tu blog sean los que sirvan de referencias para otros blogs.
Para que en los posts se aprecie elaboración y honestidad, las referencias a otros blogs en particular y otros sitios en Internet a nivel general son de utilidad. La información que proporcionas, sea técnica o artística, si la acompañas de buenas referencias va a resultar algo positivo tal y como ya sucede en otros ámbitos de comunicación. Con el tiempo, incluso puede que sea tu blog el que empleen otros en tanto que contenido de referencia al que resulte conveniente mencionar.
Las comparaciones no son necesariamente odiosas
En el momento de pensar acerca de aspectos tales como los colores o el tipo de letra puede valer de ayuda, al igual que hemos recomendado para definir aquel contenido que sea más bien de tipo impersonal en un blog, comparar con otros sitios afines y evitar repetir algo que ya esté hecho. Que nuestra idea de blog o blog ya en activo se parezca a algo que existente en la blogosfera nos va a servir para evitar hacer una simple copia.
A lo genuino y original, en todos los sentidos, se le suele tener más respeto y considerar más meritorio en cuanto a aquello que tiene mucha similitud con algo ya accesible y conocido. En lo referente al contenido de blog nos hemos fijado algo en esto y cuando se pretende elaborar un blog de tipo impersonal la recomendación pasa por buscar, comparar y luego publicar en base a la nueva aportación que seamos capaces de realizar por nuestra parte; en un blog personal ya asumimos que la tendencia de por sí va a ser buscar la originalidad, pues aquí hemos considerado especialmente los contenidos que se fijan más en el interior de cada cual. Al referirnos a las cuestiones del diseño, tanto en su parte más funcional como la más estética, no está de más también hacer algo de comparativa y, aunque lo estético del diseño parezca algo afín al carácter personal que pueda tener un blog, mientras que lo funcional sea algo más acorde con lo propio de un blog impersonal, es recomendable no dar por supuesto que lo estético nos va a salir original por sí solo, únicamente atendiendo a nuestra intuición y a nuestros gustos. Por ejemplo, en el aspecto estético y recurriendo a un caso ya expuesto, el de un blog de botánica que emplee el color verde en su diseño: es una asociación fácil entre tema del contenido y color de la forma en la que lo presentamos; si hacemos un blog también de este tema, sabiendo que ya existe alguno por lo menos que emplea este color, quizá no sea necesario salirnos del color verde si realmente lo preferimos pero nos vendrá bien conocer la existencia de ese otro blog para elegir un verde de tono distinto; o si en ese blog el verde es el color empleado para el título de cabecera del blog pero el fondo es de otro color o del mismo pero en diferente tono, entonces puede convenir plantearse hacer algo distinto a partir de ahí, esto podría consistir sencillamente en poner el título de cabecera del blog en color blanco y el fondo ya sí en el verde de las letras del título del blog con el que nos hemos comparado. En lo funcional del diseño del blog, más allá de decidir simplemente si las pestañas de las distintas páginas las ponemos bajo la cabecera a modo de menú en sentido horizontal o en un lateral del blog más a modo de lista, lo genuino probablemente dependa en mayor medida de cómo ordenamos el conjunto de pestañas así como del nombre concreto que demos a cada pestaña ya que el tema a tratar puede ser que no dé mucho margen para la variedad en los subtemas pero podemos denominar a éstos últimos de otra manera, al igual que nos preocupamos de que el propio nombre del blog sea también genuino, y también organizarlos de modo distinto al que se haya hecho en otro blog; por ejemplo: un blog de deportes que tenga las páginas 'Actualidad', 'Resultados' y 'Calendario' y en nuestro blog, en cambio, vamos a poner el énfasis en los resultados aportando además valoración propia más a modo de sección de opinión, a continuación damos importancia al calendario de competiciones y por último a una escueta selección de titulares de actualidad, de manera que finalmente ponemos nuestras pestañas con los siguientes nombres y en este orden: 'Marcador', 'Fechas' y 'Novedades'.
Un blog con un estilo genuino en cuanto a diseño tanto estético como funcional, del mismo modo que con el propio contenido sobre todo si hacemos un blog de tipo impersonal, contribuirá a una mejor receptividad por parte quienes visiten el sitio y naveguen por él. Para ello, comparar nuestra idea previa o ya puesta en marcha con otros proyectos ya realizados nos servirá para ofrecer un blog de carácter genuino desde el principio o mejorar el que ya tengamos publicado. Alterando un poco una frase popular, las comparaciones no son necesariamente odiosas en este sentido y especialmente si con ellas se contribuye a obtener algo genuino y original.
A lo genuino y original, en todos los sentidos, se le suele tener más respeto y considerar más meritorio en cuanto a aquello que tiene mucha similitud con algo ya accesible y conocido. En lo referente al contenido de blog nos hemos fijado algo en esto y cuando se pretende elaborar un blog de tipo impersonal la recomendación pasa por buscar, comparar y luego publicar en base a la nueva aportación que seamos capaces de realizar por nuestra parte; en un blog personal ya asumimos que la tendencia de por sí va a ser buscar la originalidad, pues aquí hemos considerado especialmente los contenidos que se fijan más en el interior de cada cual. Al referirnos a las cuestiones del diseño, tanto en su parte más funcional como la más estética, no está de más también hacer algo de comparativa y, aunque lo estético del diseño parezca algo afín al carácter personal que pueda tener un blog, mientras que lo funcional sea algo más acorde con lo propio de un blog impersonal, es recomendable no dar por supuesto que lo estético nos va a salir original por sí solo, únicamente atendiendo a nuestra intuición y a nuestros gustos. Por ejemplo, en el aspecto estético y recurriendo a un caso ya expuesto, el de un blog de botánica que emplee el color verde en su diseño: es una asociación fácil entre tema del contenido y color de la forma en la que lo presentamos; si hacemos un blog también de este tema, sabiendo que ya existe alguno por lo menos que emplea este color, quizá no sea necesario salirnos del color verde si realmente lo preferimos pero nos vendrá bien conocer la existencia de ese otro blog para elegir un verde de tono distinto; o si en ese blog el verde es el color empleado para el título de cabecera del blog pero el fondo es de otro color o del mismo pero en diferente tono, entonces puede convenir plantearse hacer algo distinto a partir de ahí, esto podría consistir sencillamente en poner el título de cabecera del blog en color blanco y el fondo ya sí en el verde de las letras del título del blog con el que nos hemos comparado. En lo funcional del diseño del blog, más allá de decidir simplemente si las pestañas de las distintas páginas las ponemos bajo la cabecera a modo de menú en sentido horizontal o en un lateral del blog más a modo de lista, lo genuino probablemente dependa en mayor medida de cómo ordenamos el conjunto de pestañas así como del nombre concreto que demos a cada pestaña ya que el tema a tratar puede ser que no dé mucho margen para la variedad en los subtemas pero podemos denominar a éstos últimos de otra manera, al igual que nos preocupamos de que el propio nombre del blog sea también genuino, y también organizarlos de modo distinto al que se haya hecho en otro blog; por ejemplo: un blog de deportes que tenga las páginas 'Actualidad', 'Resultados' y 'Calendario' y en nuestro blog, en cambio, vamos a poner el énfasis en los resultados aportando además valoración propia más a modo de sección de opinión, a continuación damos importancia al calendario de competiciones y por último a una escueta selección de titulares de actualidad, de manera que finalmente ponemos nuestras pestañas con los siguientes nombres y en este orden: 'Marcador', 'Fechas' y 'Novedades'.
Un blog con un estilo genuino en cuanto a diseño tanto estético como funcional, del mismo modo que con el propio contenido sobre todo si hacemos un blog de tipo impersonal, contribuirá a una mejor receptividad por parte quienes visiten el sitio y naveguen por él. Para ello, comparar nuestra idea previa o ya puesta en marcha con otros proyectos ya realizados nos servirá para ofrecer un blog de carácter genuino desde el principio o mejorar el que ya tengamos publicado. Alterando un poco una frase popular, las comparaciones no son necesariamente odiosas en este sentido y especialmente si con ellas se contribuye a obtener algo genuino y original.
Fuente, tamaño, negrita, subrayado, cursiva
La comodidad en la lectura debiera ser el principal objetivo a tener en cuenta al seleccionar el estilo del texto que vamos a emplear para la publicación de posts. Aunque nos guste mucho un tipo de fuente y emplearla en distintos tamaños y recurriendo a resaltarla mediante el uso de la negrita, el subrayado y la cursiva, quizá y al igual que pasa por ejemplo con la cuestión de los colores, no le saquemos el mejor partido si no tenemos en cuenta algunos otros aspectos en cuanto al propio texto que vayamos publicar.
Un buen texto no sólo es el que trata un buen tema, con un buen estilo de redacción y con el vocabulario adecuado: si el estilo de letra empleado dificulta en todos o algunos de sus aspectos la cómoda lectura esto estropeará la posibilidad de ofrecer la mejor experiencia de lectura posible. Nos puede ser útil para conseguir en este sentido el mejor resultado, considerar dos distinciones: de un lado, los tipos de letra de estilo ya de por sí más simples frente a los que son de estética más elaborada; de otro lado, los textos largos y los textos cortos. En cuanto a las fuentes de estilo más simples nos referimos a las conocidas comúnmente como las de palo seco y el caso quizá más conocido o que al menos resulte más familiar a casi todo el mundo sea el del tipo de letra Arial; entre las fuentes ya algo más elaboradas, o sea, que por lo menos tienen algún tipo de terminación en sus extremos que hace la función de adorno, está, por seguir con las que resultarán seguramente más familiares, la Times. Cuando nos referimos a textos largos, queremos indicar textos que por lo menos tienen forma de párrafo, o estrofa en el caso de la poesía, y son además de cierta extensión; por el contrario, textos cortos serían los que más bien constan de una única frase o hacen referencia a un único verso; para simplificar aún más, y en lo que respecta a blogs, lo convencional sería que el texto largo sea lo propio del cuerpo de los posts, y los textos cortos lo propio de otros elementos, como el título de cabecera del blog, los títulos de las pestañas de las distintas páginas y el propio título de cada post: puede resultar un tema de mayor discusión el establecer exactamente cuándo una extensión de texto es larga y cuándo corta pero para el caso que nos ocupa una noción que tenga en cuenta más o menos lo que acabamos de explicar es suficiente. Estamos ya en condición de juntar los dos parámetros que hemos considerado hasta ahora: tipo de fuente y longitud de texto. Recomendamos pues que, con la finalidad de conseguir una buena experiencia de lectura en un blog, al igual en definitiva que en otros soportes de lectura, se considere para los textos largos el empleo de tipos de letra simple o no muy adornada, como por ejemplo los dos mencionados y muy comunes Arial y Times; mientras que para los textos más bien cortos, puede venir bien ofrecer una estética algo más elaborada mediante tipos de letra más adornados. En el tamaño de letra podemos basarnos en que para el cuerpo del post son mejores los tamaños que podríamos definir como regulares, entre los cuales, de los más empleados si no el que más el tamaño 12; y tamaños ya más grandes básicamente para títulos. Para el uso de la negrita, el subrayado y la cursiva resultará probablemente más adecuado considerarlo dependiendo del tipo de contenido que transmitamos a través del texto: lo mejor puede ser recurrir a la distinción entre lo literario y lo científico y nos daremos cuenta de que en el primer caso no es habitual ya de por sí emplear dichos recursos para resaltar palabras dentro del cuerpo del mensaje, como sí lo es en cambio en un texto más bien científico, o por lo menos de cierto carácter técnico, para así destacar ciertos términos según convenga.
Elegir fuente, tamaño, negrita, subrayado, cursiva y hacerlo de la mejor manera posible especialmente pensando en el visitante y lector del blog es por tanto algo no tan sencillo como podría parecer de entrada. Conviene que busquemos ofrecer la mayor comodidad a través del estilo más pertinente por un lado para textos largos y por otro lado para textos más concisos, así como en función del tipo de contenido que transmitimos mediante nuestro texto.
Un buen texto no sólo es el que trata un buen tema, con un buen estilo de redacción y con el vocabulario adecuado: si el estilo de letra empleado dificulta en todos o algunos de sus aspectos la cómoda lectura esto estropeará la posibilidad de ofrecer la mejor experiencia de lectura posible. Nos puede ser útil para conseguir en este sentido el mejor resultado, considerar dos distinciones: de un lado, los tipos de letra de estilo ya de por sí más simples frente a los que son de estética más elaborada; de otro lado, los textos largos y los textos cortos. En cuanto a las fuentes de estilo más simples nos referimos a las conocidas comúnmente como las de palo seco y el caso quizá más conocido o que al menos resulte más familiar a casi todo el mundo sea el del tipo de letra Arial; entre las fuentes ya algo más elaboradas, o sea, que por lo menos tienen algún tipo de terminación en sus extremos que hace la función de adorno, está, por seguir con las que resultarán seguramente más familiares, la Times. Cuando nos referimos a textos largos, queremos indicar textos que por lo menos tienen forma de párrafo, o estrofa en el caso de la poesía, y son además de cierta extensión; por el contrario, textos cortos serían los que más bien constan de una única frase o hacen referencia a un único verso; para simplificar aún más, y en lo que respecta a blogs, lo convencional sería que el texto largo sea lo propio del cuerpo de los posts, y los textos cortos lo propio de otros elementos, como el título de cabecera del blog, los títulos de las pestañas de las distintas páginas y el propio título de cada post: puede resultar un tema de mayor discusión el establecer exactamente cuándo una extensión de texto es larga y cuándo corta pero para el caso que nos ocupa una noción que tenga en cuenta más o menos lo que acabamos de explicar es suficiente. Estamos ya en condición de juntar los dos parámetros que hemos considerado hasta ahora: tipo de fuente y longitud de texto. Recomendamos pues que, con la finalidad de conseguir una buena experiencia de lectura en un blog, al igual en definitiva que en otros soportes de lectura, se considere para los textos largos el empleo de tipos de letra simple o no muy adornada, como por ejemplo los dos mencionados y muy comunes Arial y Times; mientras que para los textos más bien cortos, puede venir bien ofrecer una estética algo más elaborada mediante tipos de letra más adornados. En el tamaño de letra podemos basarnos en que para el cuerpo del post son mejores los tamaños que podríamos definir como regulares, entre los cuales, de los más empleados si no el que más el tamaño 12; y tamaños ya más grandes básicamente para títulos. Para el uso de la negrita, el subrayado y la cursiva resultará probablemente más adecuado considerarlo dependiendo del tipo de contenido que transmitamos a través del texto: lo mejor puede ser recurrir a la distinción entre lo literario y lo científico y nos daremos cuenta de que en el primer caso no es habitual ya de por sí emplear dichos recursos para resaltar palabras dentro del cuerpo del mensaje, como sí lo es en cambio en un texto más bien científico, o por lo menos de cierto carácter técnico, para así destacar ciertos términos según convenga.
Elegir fuente, tamaño, negrita, subrayado, cursiva y hacerlo de la mejor manera posible especialmente pensando en el visitante y lector del blog es por tanto algo no tan sencillo como podría parecer de entrada. Conviene que busquemos ofrecer la mayor comodidad a través del estilo más pertinente por un lado para textos largos y por otro lado para textos más concisos, así como en función del tipo de contenido que transmitimos mediante nuestro texto.
Del blog al procesador de texto y viceversa
El área de edición del post de un blog es como un procesador de texto pero en línea. Para los blogueros con por lo menos algo de experiencia esto no resultará ningún secreto, pero a los menos familiarizados con la blogosfera les va a poder servir para empezar haciéndose una idea de lo que van a publicar practicando primero desde su procesador particular instalado en el propio ordenador.
Antes de empezar a realizar publicaciones en un blog, si es algo con lo que aún no hemos tenido experiencia o la hemos tenido en muy poca medida, la práctica con el un procesador de texto en el propio ordenador puede servir para tomar confianza: al fin y al cabo, en la edición de un post se nos ofrecen las mismas posibilidades, aunque a nivel más o menos básico en comparación a nuestro procesador dependiendo de a qué procesador de texto nos estemos refiriendo; de todos modos, incluso practicar con un simple archivo .txt nos puede ser útil para practicar por lo menos la redacción y además luego guardarlo a modo de copia de seguridad. En cuanto a los blogueros más experimentados, quizá algunos, o incluso muchos, no se lo hayan planteado porque ya están muy habituado a trabajar directamente en la plataforma bloguera y no requieren de práctica con un procesador de texto instalado en su equipo, pero ese procesador podría valer en cambio para lo que hemos comentado de guardar copia de los posts, pasándolos mediante copia y pega desde el área de edición del blog al programa del ordenador. Tener en cuenta que podemos pasar nuestros textos del blog al procesador de texto y viceversa resulta por tanto una ventaja independientemente del nivel de práctica que se tenga en cuanto a blogs.
La similitud entre blog y procesador de texto nos puede venir bien ya sea en el sentido de usar primero una u otra de estas dos herramientas informáticas según nos venga mejor practicar con el procesador antes de publicar o bien emplearlo, independientemente de que los usemos antes de publicar, para guardar nuestros textos. A los blogueros con más experiencia, y si no lo habían hecho antes, les irá mejor especialmente para guardarse sus textos ya publicados, mientras que a los blogueros con menos experiencia para practicar antes de pasar a hacer publicaciones y también para guardárselas del mismo modo.
Antes de empezar a realizar publicaciones en un blog, si es algo con lo que aún no hemos tenido experiencia o la hemos tenido en muy poca medida, la práctica con el un procesador de texto en el propio ordenador puede servir para tomar confianza: al fin y al cabo, en la edición de un post se nos ofrecen las mismas posibilidades, aunque a nivel más o menos básico en comparación a nuestro procesador dependiendo de a qué procesador de texto nos estemos refiriendo; de todos modos, incluso practicar con un simple archivo .txt nos puede ser útil para practicar por lo menos la redacción y además luego guardarlo a modo de copia de seguridad. En cuanto a los blogueros más experimentados, quizá algunos, o incluso muchos, no se lo hayan planteado porque ya están muy habituado a trabajar directamente en la plataforma bloguera y no requieren de práctica con un procesador de texto instalado en su equipo, pero ese procesador podría valer en cambio para lo que hemos comentado de guardar copia de los posts, pasándolos mediante copia y pega desde el área de edición del blog al programa del ordenador. Tener en cuenta que podemos pasar nuestros textos del blog al procesador de texto y viceversa resulta por tanto una ventaja independientemente del nivel de práctica que se tenga en cuanto a blogs.
La similitud entre blog y procesador de texto nos puede venir bien ya sea en el sentido de usar primero una u otra de estas dos herramientas informáticas según nos venga mejor practicar con el procesador antes de publicar o bien emplearlo, independientemente de que los usemos antes de publicar, para guardar nuestros textos. A los blogueros con más experiencia, y si no lo habían hecho antes, les irá mejor especialmente para guardarse sus textos ya publicados, mientras que a los blogueros con menos experiencia para practicar antes de pasar a hacer publicaciones y también para guardárselas del mismo modo.
Para gustos los colores
Al abordar el diseño más desde el punto de vista estético, algo que se puede considerar de relevancia en la elaboración de un blog es lo que se refiere a colores. Vamos a fijarnos para ello en dos aspectos: el color del texto y el color del resto de elementos gráficos. Se intentará remarcar la diferencia que cabe tener más en cuenta en un caso y en el otro.
Haciendo nuestra esta frase popular 'para gustos los colores', vamos a asumir que el tema del color es algo muy particular de cada cual y que va mucho en función de los propios gustos, pero tener en cuenta alguna que otra pauta creemos que no está de más. La idea básica en este sentido es que para texto parece más recomendable no salirse de los colores sólidos y de los tonos oscuros, mientras que para el resto de elementos mejor optar por tonos más bien suaves aunque con más margen para jugar con otras gamas de color: todo ello por una cuestión de hacia dónde se pretende dirigir la atención del visitante del blog haciendo que a su vez la visualización sea lo más cómoda posible en todo momento. En cuanto al texto, y más si vamos a publicar textos de cierta extensión, un color de fuente que sea de tono claro va a dificultar la cómoda lectura, así que por ello recomendamos no salirse del tono sólido y, además, hacerlo dentro de los tonos oscuros, pues un texto, especialmente si es largo, que publiquemos con color sólido pero, por ejemplo, en amarillo chillón va a resultar más bien poco agradable a la vista y la atención del visitante seguramente tenderá a no dirigirse a la lectura de ese texto; y un efecto negativo causa también si usamos un color al que, aun siendo de color oscuro, le damos un tono demasiado suave y difuso, porque la lectura entonces se hace igualmente incómoda al provocar que se tenga que forzar la vista. Si en cambio, nos fijamos en el resto de elementos gráficos del blog, o sea, márgenes, cabecera, entre otros, por el contrario ya sí puede resultar mejor dar algo más de juego a los colores: pero cuidado también aquí con los tonos chillones y los acusados contrastes porque al ser llamativos pueden causar tendencia a desviar la atención en cuanto al texto al que en realidad querríamos dar la máxima importancia.
Con estas pinceladas en cuanto a aspectos de la elección de colores intentamos por tanto resaltar que aunque pueda ser éste un tema muy personal y muy marcado por los gustos, si se tienen en cuenta las diferencias entre lo mejor a aplicar por un lado en cuanto a texto y por otro en cuanto al resto de elementos gráficos del blog, podemos conseguir un experiencia de lectura más agradable. Debe tenerse en cuenta, en este sentido y según nuestro punto de vista, lo que concierne al correcto uso de tonos sólidos y claros.
Haciendo nuestra esta frase popular 'para gustos los colores', vamos a asumir que el tema del color es algo muy particular de cada cual y que va mucho en función de los propios gustos, pero tener en cuenta alguna que otra pauta creemos que no está de más. La idea básica en este sentido es que para texto parece más recomendable no salirse de los colores sólidos y de los tonos oscuros, mientras que para el resto de elementos mejor optar por tonos más bien suaves aunque con más margen para jugar con otras gamas de color: todo ello por una cuestión de hacia dónde se pretende dirigir la atención del visitante del blog haciendo que a su vez la visualización sea lo más cómoda posible en todo momento. En cuanto al texto, y más si vamos a publicar textos de cierta extensión, un color de fuente que sea de tono claro va a dificultar la cómoda lectura, así que por ello recomendamos no salirse del tono sólido y, además, hacerlo dentro de los tonos oscuros, pues un texto, especialmente si es largo, que publiquemos con color sólido pero, por ejemplo, en amarillo chillón va a resultar más bien poco agradable a la vista y la atención del visitante seguramente tenderá a no dirigirse a la lectura de ese texto; y un efecto negativo causa también si usamos un color al que, aun siendo de color oscuro, le damos un tono demasiado suave y difuso, porque la lectura entonces se hace igualmente incómoda al provocar que se tenga que forzar la vista. Si en cambio, nos fijamos en el resto de elementos gráficos del blog, o sea, márgenes, cabecera, entre otros, por el contrario ya sí puede resultar mejor dar algo más de juego a los colores: pero cuidado también aquí con los tonos chillones y los acusados contrastes porque al ser llamativos pueden causar tendencia a desviar la atención en cuanto al texto al que en realidad querríamos dar la máxima importancia.
Con estas pinceladas en cuanto a aspectos de la elección de colores intentamos por tanto resaltar que aunque pueda ser éste un tema muy personal y muy marcado por los gustos, si se tienen en cuenta las diferencias entre lo mejor a aplicar por un lado en cuanto a texto y por otro en cuanto al resto de elementos gráficos del blog, podemos conseguir un experiencia de lectura más agradable. Debe tenerse en cuenta, en este sentido y según nuestro punto de vista, lo que concierne al correcto uso de tonos sólidos y claros.
Matices del idioma
Significados múltiples, ambigüedades, dobles sentidos... ahondar en los matices del idioma que pueden llevarnos a la poca claridad de expresión es una tarea que da bastante de sí y merece la pena emprenderla en la medida de lo posible con el fin de comunicarnos con claridad, también en lo que concierne a los blogs. Pero ¿y si precisamente lo que queremos es aprovecharnos de esa poca claridad que pueden tener ciertas expresiones? ¿Nos puede interesar en algún caso recurrir a esa poca claridad en vez de evitarla? La respuesta es sí, y para apreciarlo vamos a dejar ahora el registro estándar y vamos a explorar el registro coloquial y el formal, advirtiendo así que incluso éste último, pese a la precisión que lo acostumbra a caracterizar, también recurre a veces a expresiones que, si no se tiene claro a qué nos referimos, pueden costar de entender del todo.
El humor, incluso el más refinado, se acostumbra a expresar a través del registro coloquial, y a alguien que emprenda un blog, por ejemplo, de chistes, le van a venir bien los dobles sentidos y las ambigüedades haciendo así que sus posts den lugar a la gracia y a la risa. No obstante, tomémonos el humor también en serio, y si pretendes hacer un blog enfocado por ahí trabájalo igualmente tanto como puedas ya que esas expresiones que habitualmente divierten pueden requerir, si no más, por lo menos tanta elaboración como aquellas otras expresiones que por lo contrario no tienen ese objetivo sino la máxima claridad alejada de lo gracioso. Aunque ya sea comúnmente conocido, es apropiado recordar que si bien un humorista nos parece que se expresa en todo momento de manera improvisada y cercana a la forma en que conversa cualquiera en su día a día, su discurso implica una importante tarea de preparación: ahí radica su maestría, en hacer parecer improvisado lo que en realidad está preparado; es un último filtro por el que no tiene que pasar el registro estándar tal cual, pues con éste, una vez que se ha encontrado la forma de expresarse claramente, se transmite sin más. En registro coloquial propiamente, y en el humor en particular va bien que el idioma tenga matices variados e incluso de contradicción hasta en los propios vocablos: si los idiomas tuvieran únicamente un significado por exactamente cada palabra, seguramente hacer humor sería, si no imposible, muy complicado; así pues, si bien a veces nos puede llegar a parecer tedioso y arduo buscar la claridad cuando acostumbramos a expresarnos en estándar, agradezcamos que en el idioma haya sitio para las ambigüedades y los múltiples sentidos, ya que ahí se recurre en muchas ocasiones para que nos divirtamos con un buen chiste. Además, que vocablos y expresiones enteras tengan varios significados posibles no sólo representa una motivación para el emisor del mensaje en cuestión de buscar la mejor manera de expresarse ya sea buscando la claridad o bien lo ambiguo y humorístico, sino también vale como motivación por parte del receptor para asegurarse de que interpreta de la manera más adecuada el mensaje en cuestión, por ejemplo, en el post de un blog. Nos interesa además apreciar que en el lenguaje formal, académico y erudito también hay términos que, si bien pueden provocar confusión si no queda muy determinado a qué nos referimos, ayudan a que, precisamente por el hecho tener la misma forma que otras expresiones más comunes, no se tenga una primera impresión muy alejada y poco interesante por parte de alguien no experto: por ejemplo, 'anillo' referido a los anillos de ciertos planetas, o 'cuerda' para referirse a la teoría de cuerdas.
Con el lenguaje estándar podemos llegar a echar de menos en numerosas ocasiones que no haya un término específico para cada cosa o que no encontremos aquel sinónimo que nos gustaría, pues de ello se deriva la tarea, muy laboriosa en ocasiones, de buscar siempre la mejor manera de expresarse dirigiéndose a un público lo más genérico posible sin dar pie a malas interpretaciones, pero tengamos en cuenta que de esos matices que el idioma tiene para muchas de sus palabras se deriva que pueda hacerse humor en muchas ocasiones. Además, al lenguaje erudito también le resulta cómodo tomar vocablos comunes para ciertas descripciones especializadas, con lo que, a su vez, se consigue que el público común se haga una primera idea más familiar de esas descripciones. Asmimismo, los matices del idioma en general, y por supuesto en particular los de vocabulario, también sirven para que el receptor del mensaje ponga de su parte en la correcta interpretación de un mensaje.
El humor, incluso el más refinado, se acostumbra a expresar a través del registro coloquial, y a alguien que emprenda un blog, por ejemplo, de chistes, le van a venir bien los dobles sentidos y las ambigüedades haciendo así que sus posts den lugar a la gracia y a la risa. No obstante, tomémonos el humor también en serio, y si pretendes hacer un blog enfocado por ahí trabájalo igualmente tanto como puedas ya que esas expresiones que habitualmente divierten pueden requerir, si no más, por lo menos tanta elaboración como aquellas otras expresiones que por lo contrario no tienen ese objetivo sino la máxima claridad alejada de lo gracioso. Aunque ya sea comúnmente conocido, es apropiado recordar que si bien un humorista nos parece que se expresa en todo momento de manera improvisada y cercana a la forma en que conversa cualquiera en su día a día, su discurso implica una importante tarea de preparación: ahí radica su maestría, en hacer parecer improvisado lo que en realidad está preparado; es un último filtro por el que no tiene que pasar el registro estándar tal cual, pues con éste, una vez que se ha encontrado la forma de expresarse claramente, se transmite sin más. En registro coloquial propiamente, y en el humor en particular va bien que el idioma tenga matices variados e incluso de contradicción hasta en los propios vocablos: si los idiomas tuvieran únicamente un significado por exactamente cada palabra, seguramente hacer humor sería, si no imposible, muy complicado; así pues, si bien a veces nos puede llegar a parecer tedioso y arduo buscar la claridad cuando acostumbramos a expresarnos en estándar, agradezcamos que en el idioma haya sitio para las ambigüedades y los múltiples sentidos, ya que ahí se recurre en muchas ocasiones para que nos divirtamos con un buen chiste. Además, que vocablos y expresiones enteras tengan varios significados posibles no sólo representa una motivación para el emisor del mensaje en cuestión de buscar la mejor manera de expresarse ya sea buscando la claridad o bien lo ambiguo y humorístico, sino también vale como motivación por parte del receptor para asegurarse de que interpreta de la manera más adecuada el mensaje en cuestión, por ejemplo, en el post de un blog. Nos interesa además apreciar que en el lenguaje formal, académico y erudito también hay términos que, si bien pueden provocar confusión si no queda muy determinado a qué nos referimos, ayudan a que, precisamente por el hecho tener la misma forma que otras expresiones más comunes, no se tenga una primera impresión muy alejada y poco interesante por parte de alguien no experto: por ejemplo, 'anillo' referido a los anillos de ciertos planetas, o 'cuerda' para referirse a la teoría de cuerdas.
Con el lenguaje estándar podemos llegar a echar de menos en numerosas ocasiones que no haya un término específico para cada cosa o que no encontremos aquel sinónimo que nos gustaría, pues de ello se deriva la tarea, muy laboriosa en ocasiones, de buscar siempre la mejor manera de expresarse dirigiéndose a un público lo más genérico posible sin dar pie a malas interpretaciones, pero tengamos en cuenta que de esos matices que el idioma tiene para muchas de sus palabras se deriva que pueda hacerse humor en muchas ocasiones. Además, al lenguaje erudito también le resulta cómodo tomar vocablos comunes para ciertas descripciones especializadas, con lo que, a su vez, se consigue que el público común se haga una primera idea más familiar de esas descripciones. Asmimismo, los matices del idioma en general, y por supuesto en particular los de vocabulario, también sirven para que el receptor del mensaje ponga de su parte en la correcta interpretación de un mensaje.
Vocabulario estándar versus claridad
Algunas sugerencias de expresión pueden valer tanto para blogueros potenciales/incipientes como para blogueros con al menos alguna experiencia: vamos a proporcionar unas centradas en vocabulario y que pretenden ser útiles para echar un cable en cuanto a conseguir claridad y, por tanto, mayor efectividad en la transmisión de cualquier mensaje y específicamente en un blog, de manera que además ello pueda repercutir en la fidelización. Quizá parezca en un principio que el lenguaje estándar va a ser siempre la mejor herramienta en todos los aspectos incluso precisamente en el de escoger los vocablos que usemos, pero tengamos algo de cuidado con esto porque podemos encontrarnos más fácilmente de lo esperado con que el registro estándar del idioma esté reñido en ocasiones con la claridad.
Seas principiante o experto, hagas literatura o análisis más o menos científico, a la hora de transmitir un mensaje, en general, y un post, en particular, es bueno que se procure expresar con un vocabulario basado en términos asequibles, bien concretos y con las mínimas ambigüedades, especialmente en el desarrollo de un blog que pretenda ser dinámico y fidelizar a sus visitantes. La sencillez recomendada en general para los blogueros potenciales/incipientes convendría, en este sentido, que se aplique también prácticamente a cada palabra del vocabulario concreto que emplees en tu blog tengas el nivel de experiencia que tengas en tanto que bloguero, incluso al hacer poesía, ya que de poco o nada sirve emplear frases con estructuras simples si luego las palabras concretas son rebuscadas, inventadas sin más o se prestan a distintas interpretaciones; todo ello sin estar reñido con la recomendación de ser originales en la expresión con el uso, por ejemplo, de sinónimos tal y como habíamos recomendado a los blogueros más experimentados; de todas formas, si tienes claro no obstante que quieres emplear, aunque sea en ocasiones puntuales, algún término no tan asequible, fuera de lo estándar, merece la pena que por lo menos en la primera ocasión que se empleen vayan de alguna manera acompañados de su explicación y así no restringir su comprensión inmediata únicamente a cierto público muy especializado ya sea en lo artístico o en lo científico. A las palabras rebuscadas, o llamémoslas técnicas o eruditas por no ser tan duros con ellas, se les debe reconocer no obsbante la virtud de acostumbrar a ser precisamente aquello que también hemos remarcado: concretas, sin ambigüedades; así que no está de más andarse con ojo con los términos del lenguaje estándar, y del estándar tirando a coloquial, pues son ricos en las múltiples acepciones según el contexto y en función del tipo de frase así como de la estructura de la misma: podemos encontrarnos más que habitualmente por tanto en una situación de registro estándar del idioma o, más concretamente, vocabulario estándar versus claridad. Simplemente se trata de procurar ir con cuidado a la hora de escoger el vocabulario con el que expresarse: incluso cuando estemos empleando un lenguaje asequible en estructura y en palabras, quizá sin darnos cuenta éstas últimas por sus varios significados posibles den lugar a interpretaciones ambiguas si no queda claro por lo menos el contexto, siendo éste en ocasiones el único que podrá echarnos una mano según qué palabra usemos y si estamos empleando la expresión oral o la escrita. Por poner algunos ejemplos, en el ámbito de la informática encontramos varias palabras que si no está claro que se usan en ese contexto pueden significar claramente otras cosas, sin ir más lejos 'ratón' o 'nube'; como ejemplo también, y recurriendo a este mismo post, 'término' y 'asequible' son palabras que si no se queda bien definido, aunque sea únicamente por el contexto, a qué nos estamos refiriendo pueden significar distintas cosas: la polisemia nos estará resultando, en un caso así, un problema. Atención también con las palabras que aun escribiéndose de manera distinta se pronuncian igual, así como a algún que otro grupo de palabras, por ejemplo y por salirnos un poco de lo estrictamente relacionado con vocablos aislados y abordando al mismo tiempo lo que concierne al cambio de la expresión escrita a la oral, un adjetivo como 'responsable' o 'relevante' podrían considerarse bastante poco convenientes para ir a finales de enumeraciones en lenguaje oral porque al decir 'y responsable' puede parecer fácilmente que se esté pronunciando 'irresponsable'; si bien en lenguaje escrito sí se aprecia la diferencia, en la medida de los posible resulta mejor evitar ambigüedades, tanto si es algo poético, que normalmente se elabora para que se pueda recitar, como si es algo científico, que quizá pueda servir de texto que pronunciar en una conferencia. No obstante, al pasar un mensaje de oral a escrito o viceversa, habitualmente está bien proceder a alguna que otra adaptación, por ejemplo, siguiendo el mismo caso acabado de exponer, si tenemos que pronunciar en voz alta un texto que contiene una enumeración de adjetivos que acaba en 'y relevante', mejor adaptarlo para que el adjetivo final sea otro que no se preste a la referida ambigüedad. Y cuando incluso después de pensar mucho no hallemos vocablo o expresión que no cause posibles ambigüedades, tan sólo nos queda confiar en que el receptor del mensaje le aplicará el sentido más coherente.
Un blog basado en vocabulario estándar, sencillo, asequible y sin ambigüedades, proporcionará una experiencia más agradable al visitante, cuya fidelización muy probablemente tenderá así a fortalecerse. Merece la pena estar atentos, sin embargo, a las habituales palabras e incluso grupo de vocablos que, sin salirnos del nivel más estándar de expresión, resultan difíciles de entender no por ser poco conocidas sino por dar lugar a posibles confusiones en cuanto a significado y que no quede claro a cuál de los significados nos referimos si no es por una explicación bien dada, por el contexto, o por la correcta adaptación si es un mensaje que pasa de oral a escrito o a la inversa. En última instancia, la comprensión del sentido más coherente del mensaje deberemos confiársela al propio receptor.
Seas principiante o experto, hagas literatura o análisis más o menos científico, a la hora de transmitir un mensaje, en general, y un post, en particular, es bueno que se procure expresar con un vocabulario basado en términos asequibles, bien concretos y con las mínimas ambigüedades, especialmente en el desarrollo de un blog que pretenda ser dinámico y fidelizar a sus visitantes. La sencillez recomendada en general para los blogueros potenciales/incipientes convendría, en este sentido, que se aplique también prácticamente a cada palabra del vocabulario concreto que emplees en tu blog tengas el nivel de experiencia que tengas en tanto que bloguero, incluso al hacer poesía, ya que de poco o nada sirve emplear frases con estructuras simples si luego las palabras concretas son rebuscadas, inventadas sin más o se prestan a distintas interpretaciones; todo ello sin estar reñido con la recomendación de ser originales en la expresión con el uso, por ejemplo, de sinónimos tal y como habíamos recomendado a los blogueros más experimentados; de todas formas, si tienes claro no obstante que quieres emplear, aunque sea en ocasiones puntuales, algún término no tan asequible, fuera de lo estándar, merece la pena que por lo menos en la primera ocasión que se empleen vayan de alguna manera acompañados de su explicación y así no restringir su comprensión inmediata únicamente a cierto público muy especializado ya sea en lo artístico o en lo científico. A las palabras rebuscadas, o llamémoslas técnicas o eruditas por no ser tan duros con ellas, se les debe reconocer no obsbante la virtud de acostumbrar a ser precisamente aquello que también hemos remarcado: concretas, sin ambigüedades; así que no está de más andarse con ojo con los términos del lenguaje estándar, y del estándar tirando a coloquial, pues son ricos en las múltiples acepciones según el contexto y en función del tipo de frase así como de la estructura de la misma: podemos encontrarnos más que habitualmente por tanto en una situación de registro estándar del idioma o, más concretamente, vocabulario estándar versus claridad. Simplemente se trata de procurar ir con cuidado a la hora de escoger el vocabulario con el que expresarse: incluso cuando estemos empleando un lenguaje asequible en estructura y en palabras, quizá sin darnos cuenta éstas últimas por sus varios significados posibles den lugar a interpretaciones ambiguas si no queda claro por lo menos el contexto, siendo éste en ocasiones el único que podrá echarnos una mano según qué palabra usemos y si estamos empleando la expresión oral o la escrita. Por poner algunos ejemplos, en el ámbito de la informática encontramos varias palabras que si no está claro que se usan en ese contexto pueden significar claramente otras cosas, sin ir más lejos 'ratón' o 'nube'; como ejemplo también, y recurriendo a este mismo post, 'término' y 'asequible' son palabras que si no se queda bien definido, aunque sea únicamente por el contexto, a qué nos estamos refiriendo pueden significar distintas cosas: la polisemia nos estará resultando, en un caso así, un problema. Atención también con las palabras que aun escribiéndose de manera distinta se pronuncian igual, así como a algún que otro grupo de palabras, por ejemplo y por salirnos un poco de lo estrictamente relacionado con vocablos aislados y abordando al mismo tiempo lo que concierne al cambio de la expresión escrita a la oral, un adjetivo como 'responsable' o 'relevante' podrían considerarse bastante poco convenientes para ir a finales de enumeraciones en lenguaje oral porque al decir 'y responsable' puede parecer fácilmente que se esté pronunciando 'irresponsable'; si bien en lenguaje escrito sí se aprecia la diferencia, en la medida de los posible resulta mejor evitar ambigüedades, tanto si es algo poético, que normalmente se elabora para que se pueda recitar, como si es algo científico, que quizá pueda servir de texto que pronunciar en una conferencia. No obstante, al pasar un mensaje de oral a escrito o viceversa, habitualmente está bien proceder a alguna que otra adaptación, por ejemplo, siguiendo el mismo caso acabado de exponer, si tenemos que pronunciar en voz alta un texto que contiene una enumeración de adjetivos que acaba en 'y relevante', mejor adaptarlo para que el adjetivo final sea otro que no se preste a la referida ambigüedad. Y cuando incluso después de pensar mucho no hallemos vocablo o expresión que no cause posibles ambigüedades, tan sólo nos queda confiar en que el receptor del mensaje le aplicará el sentido más coherente.
Un blog basado en vocabulario estándar, sencillo, asequible y sin ambigüedades, proporcionará una experiencia más agradable al visitante, cuya fidelización muy probablemente tenderá así a fortalecerse. Merece la pena estar atentos, sin embargo, a las habituales palabras e incluso grupo de vocablos que, sin salirnos del nivel más estándar de expresión, resultan difíciles de entender no por ser poco conocidas sino por dar lugar a posibles confusiones en cuanto a significado y que no quede claro a cuál de los significados nos referimos si no es por una explicación bien dada, por el contexto, o por la correcta adaptación si es un mensaje que pasa de oral a escrito o a la inversa. En última instancia, la comprensión del sentido más coherente del mensaje deberemos confiársela al propio receptor.
Anonimato
Con la distinción entre blog personal e impersonal puede que fácilmente se asocie que un blog personal es más bien uno en el que su autor se da a conocer abiertamente, se identifica del todo; mientras que un blog impersonal sea el de alguien que, por centrarse más en el tema que en el propio autor, no acostumbre a identificarse. No tiene por qué ser así necesariamente: en los blogs personales el autor quizá prefiera mantenerse en el anonimato, mientras que en los impersonales se opte por buscar el máximo reconocimiento.
Los ejemplos que hemos puesto hasta ahora en cuanto a blogs personales nos van a poder servir para apreciar que hay algunos en los que el autor puede optar por no identificarse y que más allá de ponerle un título al blog, lo mantenga anónimo en cuanto al mismo autor; igualmente recurriremos a lo ejemplificado hasta el momento en cuanto a los impersonales. Si bien en lo que hemos descrito como un blog-currículum sería básico que el autor se identifique porque va a servirle de cara a temas profesionales, en un blog a modo de diario personal o poemario se podría preferir, por una cuestión de intimidad del contenido, no identificarse al menos en un principio o recurrir a un seudónimo, esto último ya muy común precisamente a lo largo de la tradición literaria. En cambio, en un blog impersonal, centrado en un ámbito de experiencia ya sea científica, de negocio, o similar, resulta comprensible que el autor, o el colaborador, que elabore contenido para el blog se identifique en todo momento mediante su firma: es una manera de otorgar reconocimiento a la tarea de análisis que el sujeto en cuestión haya realizado.
Debiera evitarse, por tanto, asociar forzosamente identificación a blog personal y anonimato a blog impersonal. La intimidad en el primer caso y el debido reconocimiento en el segundo son elementos que contribuyen a esa conveniencia.
Los ejemplos que hemos puesto hasta ahora en cuanto a blogs personales nos van a poder servir para apreciar que hay algunos en los que el autor puede optar por no identificarse y que más allá de ponerle un título al blog, lo mantenga anónimo en cuanto al mismo autor; igualmente recurriremos a lo ejemplificado hasta el momento en cuanto a los impersonales. Si bien en lo que hemos descrito como un blog-currículum sería básico que el autor se identifique porque va a servirle de cara a temas profesionales, en un blog a modo de diario personal o poemario se podría preferir, por una cuestión de intimidad del contenido, no identificarse al menos en un principio o recurrir a un seudónimo, esto último ya muy común precisamente a lo largo de la tradición literaria. En cambio, en un blog impersonal, centrado en un ámbito de experiencia ya sea científica, de negocio, o similar, resulta comprensible que el autor, o el colaborador, que elabore contenido para el blog se identifique en todo momento mediante su firma: es una manera de otorgar reconocimiento a la tarea de análisis que el sujeto en cuestión haya realizado.
Debiera evitarse, por tanto, asociar forzosamente identificación a blog personal y anonimato a blog impersonal. La intimidad en el primer caso y el debido reconocimiento en el segundo son elementos que contribuyen a esa conveniencia.
Con dominio propio
Hemos apreciado que un blog puede emplearse con la finalidad de ser un recurso provisional hasta acabar de confeccionar un sitio web con dominio y alojamiento propios, pero se puede optar por únicamente acabar adquiriendo un dominio propio y que el alojamiento del contenido siga siendo el que nos proporcione nuestra plataforma para blogs. Teniendo además alojamiento particular puede ser una opción realizar igualmente un blog si contamos con las facilidades pertinentes por parte de nuestro proveedor.
Si quieres emplear un dominio totalmente personalizado en Internet, dispones de la opción de manejarte con ello sin salirte de las plataformas blogueras gratuitas; pero si además con tu proveedor tienes alojamiento propio suficiente así como los recursos de edición apropiados puedes realizar un blog desde tu sitio web y hacer desde ahí mismo tu aportación de contenidos a la blogosfera. Asociar tu dominio personalizado al blog, según cuál sea tu proyecto web final, puede ser también algo provisional, hasta que en cuestión de alojamiento y de edición propia encuentres con algún proveedor el servicio que busques y al precio que te convenza; o bien, si con las posibilidades que te ofrece la plataforma bloguera gratuita que uses ya te es suficiente, vincular al blog tu propio dominio de manera que ya no termine en .blogspot.com, .wordpress.com o .tumblr.com. (por citar las plataformas seguramente más comunes) pero con la ventaja que sigues aprovechando el alojamiento gratis e ilimitado; consulta en ese caso las respectivas secciones de soporte y ayuda que ofrezcan las plataformas blogueras, así como también al proveedor con quien hayas adquirido el dominio personalizado, pues deben editarse ciertos parámetros técnicos desde ambos lados para que la vinculación del dominio propio al blog sea efectiva. En el otro caso, el de tener dominio y alojamiento propios, a no ser que tengas claro que tu sitio web prefieres dejarlo estático, puedes optar, a nivel de dinamización, por hacer un blog desde tu propio sitio, o sea, una sección más de tu web, o una página más del conjunto de páginas web que pongas en marcha.
Los blogs, en definitiva, no sólo pueden encontrarse terminando en .blogspot.com, .wordpress.com, .tumblr.com. o similares, sino que pueden funcionar desde plataformas como éstas pero con dominio propio. Ahora bien, si prefieres desarrollar tu proyecto de blog empleando también alojamiento particular puedes planteártelo como algo integrado en tu web a modo de sección o hacer una página completa específica, todo ello según los servicios que tu proveedor proporcione.
Si quieres emplear un dominio totalmente personalizado en Internet, dispones de la opción de manejarte con ello sin salirte de las plataformas blogueras gratuitas; pero si además con tu proveedor tienes alojamiento propio suficiente así como los recursos de edición apropiados puedes realizar un blog desde tu sitio web y hacer desde ahí mismo tu aportación de contenidos a la blogosfera. Asociar tu dominio personalizado al blog, según cuál sea tu proyecto web final, puede ser también algo provisional, hasta que en cuestión de alojamiento y de edición propia encuentres con algún proveedor el servicio que busques y al precio que te convenza; o bien, si con las posibilidades que te ofrece la plataforma bloguera gratuita que uses ya te es suficiente, vincular al blog tu propio dominio de manera que ya no termine en .blogspot.com, .wordpress.com o .tumblr.com. (por citar las plataformas seguramente más comunes) pero con la ventaja que sigues aprovechando el alojamiento gratis e ilimitado; consulta en ese caso las respectivas secciones de soporte y ayuda que ofrezcan las plataformas blogueras, así como también al proveedor con quien hayas adquirido el dominio personalizado, pues deben editarse ciertos parámetros técnicos desde ambos lados para que la vinculación del dominio propio al blog sea efectiva. En el otro caso, el de tener dominio y alojamiento propios, a no ser que tengas claro que tu sitio web prefieres dejarlo estático, puedes optar, a nivel de dinamización, por hacer un blog desde tu propio sitio, o sea, una sección más de tu web, o una página más del conjunto de páginas web que pongas en marcha.
Los blogs, en definitiva, no sólo pueden encontrarse terminando en .blogspot.com, .wordpress.com, .tumblr.com. o similares, sino que pueden funcionar desde plataformas como éstas pero con dominio propio. Ahora bien, si prefieres desarrollar tu proyecto de blog empleando también alojamiento particular puedes planteártelo como algo integrado en tu web a modo de sección o hacer una página completa específica, todo ello según los servicios que tu proveedor proporcione.
¿Estático o dinámico?
Determinar con qué frecuencia actualizamos un blog va a condicionar que éste sea, en mayor o menor grado, dinámico si la frecuencia es más bien alta, o estático si es baja o nula. Las posibilidades que ofrece de por sí una plataforma de creación y edición de blogs hace que la gracia esté en que por lo menos la tendencia de un blog sea el dinanismo y, por tanto, que se actualice con bastante o mucha frecuencia. Sin embargo, un blog estático puede igualmente tener su sentido.
Lo que muy probablemente condicione más a cualquier boguero a la hora de establecer la frecuencia y por tanto el dinamismo que le vaya a dar a su blog sea su intención de atraer visitas. Un blog dinámico va a denotar que tienes interés porque tu blog lo conozca cuanta más gente mejor, aunque sea dentro de un tipo de público determinado si tu contenido es de un tema muy concreto; si siendo tu área temática muy específica pretendes que además el interés trascienda más allá del tipo de un público limitado, convendrá que te plantees en la mayor medida posible el estilo de lenguaje estándar y divulgativo; por ejemplo, hago un blog de botánica y lo dinamizo a diario, pero uso un lenguaje muy técnico siempre, entonces por mucho que me esfuerce en atraer público con la dinamización constante, ésta me dará mejor resultado si además uso un lenguaje que no sólo entiendan los técnicos ya especializados en el tema, sino el común del resto de la gente; esto, aplicándolo a otro blog que sea literario, de cuentos por poner un caso, significaría emplear mayormente palabras sencillas y reservar tus aportaciones más elaboradas para cuando tengas ocasión de ofrecer una obra vía editorial. Si tu blog permanece estático, de entrada se podría fácilmente juzgar que el interés por llegar al público y ofrecerle algo es más bien reducido y que o bien lo tienes como algo puramente accesorio o que lo abandonaste por la razón que fuese, pero evitemos juicios fáciles y pensemos en qué casos podría justificarse un blog así: uno podría ser el de un blog-currículum, o sea un blog personal y que únicamente se actualice cuando en el desarrollo de la carrera profesional del sujeto en cuestión hubiera algún dato nuevo relevante que añadir; otro, el de una empresa u organización similar, por tanto un blog impersonal, y que esa organización esté en proceso de disponer de servicio de almacenaje web y dominio propio en la Red; entonces la organización emplea al menos de manera provisional el blog a modo de sitio web corporativo, y precisamente su intención no es la actualización frecuente de contenidos sino sólo reflejar los servicios que ofrece, de manera que únicamente actualiza contenidos cuando hay algún nuevo servicio u oferta que promocionar.
En el momento de plantearse ¿estático o dinámico? y por tanto ¿qué frecuencia de actualización le doy a mi blog? el mejor aliado para el dinamismo en un blog, y así lo hemos planteado en un ejemplo de tipo técnico-científico y en uno de tipo literario, es el lenguaje estándar, divulgativo y sencillo, partiendo de la base que la intención del dinamismo es la mayor atracción de visitas. Si no se dinamiza el blog, puede que haya igualmente una justificación para proceder de ese modo, tal y como hemos observado también mediante un par de ejemplos.
Lo que muy probablemente condicione más a cualquier boguero a la hora de establecer la frecuencia y por tanto el dinamismo que le vaya a dar a su blog sea su intención de atraer visitas. Un blog dinámico va a denotar que tienes interés porque tu blog lo conozca cuanta más gente mejor, aunque sea dentro de un tipo de público determinado si tu contenido es de un tema muy concreto; si siendo tu área temática muy específica pretendes que además el interés trascienda más allá del tipo de un público limitado, convendrá que te plantees en la mayor medida posible el estilo de lenguaje estándar y divulgativo; por ejemplo, hago un blog de botánica y lo dinamizo a diario, pero uso un lenguaje muy técnico siempre, entonces por mucho que me esfuerce en atraer público con la dinamización constante, ésta me dará mejor resultado si además uso un lenguaje que no sólo entiendan los técnicos ya especializados en el tema, sino el común del resto de la gente; esto, aplicándolo a otro blog que sea literario, de cuentos por poner un caso, significaría emplear mayormente palabras sencillas y reservar tus aportaciones más elaboradas para cuando tengas ocasión de ofrecer una obra vía editorial. Si tu blog permanece estático, de entrada se podría fácilmente juzgar que el interés por llegar al público y ofrecerle algo es más bien reducido y que o bien lo tienes como algo puramente accesorio o que lo abandonaste por la razón que fuese, pero evitemos juicios fáciles y pensemos en qué casos podría justificarse un blog así: uno podría ser el de un blog-currículum, o sea un blog personal y que únicamente se actualice cuando en el desarrollo de la carrera profesional del sujeto en cuestión hubiera algún dato nuevo relevante que añadir; otro, el de una empresa u organización similar, por tanto un blog impersonal, y que esa organización esté en proceso de disponer de servicio de almacenaje web y dominio propio en la Red; entonces la organización emplea al menos de manera provisional el blog a modo de sitio web corporativo, y precisamente su intención no es la actualización frecuente de contenidos sino sólo reflejar los servicios que ofrece, de manera que únicamente actualiza contenidos cuando hay algún nuevo servicio u oferta que promocionar.
En el momento de plantearse ¿estático o dinámico? y por tanto ¿qué frecuencia de actualización le doy a mi blog? el mejor aliado para el dinamismo en un blog, y así lo hemos planteado en un ejemplo de tipo técnico-científico y en uno de tipo literario, es el lenguaje estándar, divulgativo y sencillo, partiendo de la base que la intención del dinamismo es la mayor atracción de visitas. Si no se dinamiza el blog, puede que haya igualmente una justificación para proceder de ese modo, tal y como hemos observado también mediante un par de ejemplos.
¿Personal o impersonal?
En mayor o menor medida un blog puede focalizarse en su autor hasta el punto que el propio autor sea, si no del todo por lo menos en gran parte, el propio tema del blog: nos referiremos entonces a un blog personal; si por el contrario, el autor tiende a dejar poco o ningún rastro de sí mismo, en especial de sus actividades cotidianas y pensamientos, refirámonos, sin que signifique algo peyorativo, a un blog impersonal, más concretamente a un blog donde alguien trata de algo de lo que es más o menos experto. Veamos qué sería adecuado tener especialmente en cuenta en cada caso.
Un blog personal quizá sea lo que mucha gente acostumbre a pensar que es lo más propio, y lo más común, en la blogosfera: al fin y al cabo, el referente más directo al que, con toda seguridad, la mayoría asociemos los blogs sea, al menos de entrada, el de los diarios personales; en efecto, un blog nos lo podemos plantear como una especie de diario personal pero público, y lo bueno de esto es que el contenido del blog entonces va a poder ser en alto grado auténtico y genuino; sin embargo, a no ser que tengas una vida superaventurera puede que acabes cayendo en el constante y simple relato de irrelevancias un post tras otro en plan 'me levanto, voy a tal sitio al igual que cada día, luego voy a tal otro también al igual que cada día, luego vuelvo, me acuesto y vuelta a empezar': un blog así difícilmente acabe generando y manteniendo algún interés, pero puede que si consigues enfocarlo bien hacia lo más subjetivo, explicando no tanto actividades rutinarias sino más bien tus emociones y reflexiones cotidianas puedas hacer un blog personal algo o bastante más chulo, y ahorrándote el tener que dejarlo todo para irte a recorrer el mundo entero con el objetivo de vivir aventuras que explicar en el blog; si se te da bien la poesía, incluso, puedes valorar el hacer un blog a base de poemas. Si tu preferencia es que el tema del blog no seas tú, plantéate en qué eres más o menos experto y a partir de ahí elabora el contenido, pero ten presente que aun sabiendo mucho de algo, puede que acabes repitiendo lo que algún otro con igual o más conocimiento del tema haya explicado ya; ante esta posibilidad, documéntate: explora lo que en la Red ya ha explicado otra gente en referencia a lo que sabes y entonces podrás asegurarte mejor de que aportas algo nuevo; se trata en definitiva de llevar a cabo un poco de tarea científica en el sentido hacer búsqueda, comparación y luego ya aportar.
Así pues ¿personal o impersonal? Al planteártelo, si te sientes más poeta mejor acaba optando por un blog personal, si te sientes más científico opta por hacer uno impersonal. En el primer caso, deberás mirar más hacia tu interior, hacia tus emociones y pensamientos; en el segundo, más hacia el exterior, hacia los datos y análisis que respecto a tu tema ya sean accesibles.
Un blog personal quizá sea lo que mucha gente acostumbre a pensar que es lo más propio, y lo más común, en la blogosfera: al fin y al cabo, el referente más directo al que, con toda seguridad, la mayoría asociemos los blogs sea, al menos de entrada, el de los diarios personales; en efecto, un blog nos lo podemos plantear como una especie de diario personal pero público, y lo bueno de esto es que el contenido del blog entonces va a poder ser en alto grado auténtico y genuino; sin embargo, a no ser que tengas una vida superaventurera puede que acabes cayendo en el constante y simple relato de irrelevancias un post tras otro en plan 'me levanto, voy a tal sitio al igual que cada día, luego voy a tal otro también al igual que cada día, luego vuelvo, me acuesto y vuelta a empezar': un blog así difícilmente acabe generando y manteniendo algún interés, pero puede que si consigues enfocarlo bien hacia lo más subjetivo, explicando no tanto actividades rutinarias sino más bien tus emociones y reflexiones cotidianas puedas hacer un blog personal algo o bastante más chulo, y ahorrándote el tener que dejarlo todo para irte a recorrer el mundo entero con el objetivo de vivir aventuras que explicar en el blog; si se te da bien la poesía, incluso, puedes valorar el hacer un blog a base de poemas. Si tu preferencia es que el tema del blog no seas tú, plantéate en qué eres más o menos experto y a partir de ahí elabora el contenido, pero ten presente que aun sabiendo mucho de algo, puede que acabes repitiendo lo que algún otro con igual o más conocimiento del tema haya explicado ya; ante esta posibilidad, documéntate: explora lo que en la Red ya ha explicado otra gente en referencia a lo que sabes y entonces podrás asegurarte mejor de que aportas algo nuevo; se trata en definitiva de llevar a cabo un poco de tarea científica en el sentido hacer búsqueda, comparación y luego ya aportar.
Así pues ¿personal o impersonal? Al planteártelo, si te sientes más poeta mejor acaba optando por un blog personal, si te sientes más científico opta por hacer uno impersonal. En el primer caso, deberás mirar más hacia tu interior, hacia tus emociones y pensamientos; en el segundo, más hacia el exterior, hacia los datos y análisis que respecto a tu tema ya sean accesibles.
Más allá del diseño puramente estético
Lo que concierne al diseño no sólo tiene que ver con la elección de los colores, del tipo de letra y del tema de fondo. Más allá del diseño puramente estético, diseñar un blog incluye la clasificación, ubicación y denominación de las distintas partes y subpartes de las que lo dotemos: todo ello dará un orden a nuestro blog. A continuación vamos a centrarnos en la denominación, más en concreto la titulación, abordando dos problemas al respecto con los que nos hemos encontrado en este mismo blog y las respectivas resoluciones a las que se ha llegado.
Precisamente a partir de haber dejado de tener un solo post en esta página de inicio ha perdido su sentido el título de la página que deriva a las redes sociales; 'Tweets&posts', en especial la parte de 'posts' resultaba pertinente al ser en las redes sociales donde estaban nuestros posts, así en plural, y no en el propio blog donde el único post, pese a que se dinamizaba a diario, era precisamente eso: un único post, no había más, no había lugar aquí para el plural; ahora los posts de este blog son los de las redes sociales y los del propio blog, así que puede considerarse un error el plural 'posts' en el título de la página que deriva a las redes sociales, ya que no tiene sentido haciendo referencia sólo a los posts en los perfiles de esas redes. El otro problema al que nos hemos referido viene dado porque, también con la publicación de más posts en esta página de inicio, se ha creído conveniente añadir, en la parte inferior de la página, el complemento denominado por defecto 'Archivo del blog', es decir, el desplegable que almacena los posts según se vayan publicando; pero ya que el complemento incluye automáticamente hasta el post más reciente, sería un error dejarlo con esta denominación, ya que una entrada, desde nuestro punto de vista al menos, debiera considerarse archivada siempre y cuando haya al menos una nueva: es decir, el post más reciente no debería estar en el 'Archivo'; además, indicar 'del blog' sería incorrecto porque el complemento archiva los posts pero no el resto del contenido del blog, de modo que en todo caso es archivo de una parte, aunque importante, del blog.
En estos dos problemas de diseño no referente a estética sino a orden se ha optado en cada caso por una resolución distinta pero con algo en común: más concretamente, en el primero se resuelve no cambiar la denominación pero en el segundo caso sí, ahora bien tienen en común que de cada uno se deriva la propuesta de una expresión nueva. 'Tweets&posts' lo vamos a dejar igual porque damos prevalencia al hecho de que es una expresión corta que consideramos lo mejor para el título de una pestaña de blog como en este caso, e invitamos a aceptar en el ámbito de Internet la expresión 'tweets&posts' o, si se quiere para abreviar, twap, para referirnos específicamente tanto a los posts en redes sociales como a los twits, y diferenciando así de manera clara a los primeros de los posts propios de un blog como éste. Para el 'Archivo del blog', puesto que ya desde un principio no nos convencía el título optamos por otro provisional hasta dar con el apropiado: se habría podido dejar, aunque hubiera sido provisionalmente, sin título, pero quizá tardábamos en concretar el escogido, y en cualquier caso la idea era que el complemento tuviera en todo momento un título por una cuestión precisamente de diseño referido a orden y pese a que es un complemento de los básicos y fácilmente se aprecia cuál es su función incluso sin llevar título; se puso, pues, de manera provisional, 'Entradas anteriores': 'entradas' para no referirse al conjunto del blog sino a los posts, y 'anteriores' respetando el sentido de 'archivo', aunque precisamente por el hecho de incluir hasta la entrada actual era esta idea de 'archivo' y de 'anterior' la que se pretendía acabar de reformular; definitivamente, y puestos a proponer expresiones nuevas, se ha optado desde ya por cronoárbol de posts, por parecernos una denominación mucho más descriptiva y concreta al aunar el sentido cronológico, que sí puede entenderse desde el primer post hasta el actual, y la estructura del complemento, que tiene dada la forma de esquema a modo de árbol organizativo de los posts.
Precisamente a partir de haber dejado de tener un solo post en esta página de inicio ha perdido su sentido el título de la página que deriva a las redes sociales; 'Tweets&posts', en especial la parte de 'posts' resultaba pertinente al ser en las redes sociales donde estaban nuestros posts, así en plural, y no en el propio blog donde el único post, pese a que se dinamizaba a diario, era precisamente eso: un único post, no había más, no había lugar aquí para el plural; ahora los posts de este blog son los de las redes sociales y los del propio blog, así que puede considerarse un error el plural 'posts' en el título de la página que deriva a las redes sociales, ya que no tiene sentido haciendo referencia sólo a los posts en los perfiles de esas redes. El otro problema al que nos hemos referido viene dado porque, también con la publicación de más posts en esta página de inicio, se ha creído conveniente añadir, en la parte inferior de la página, el complemento denominado por defecto 'Archivo del blog', es decir, el desplegable que almacena los posts según se vayan publicando; pero ya que el complemento incluye automáticamente hasta el post más reciente, sería un error dejarlo con esta denominación, ya que una entrada, desde nuestro punto de vista al menos, debiera considerarse archivada siempre y cuando haya al menos una nueva: es decir, el post más reciente no debería estar en el 'Archivo'; además, indicar 'del blog' sería incorrecto porque el complemento archiva los posts pero no el resto del contenido del blog, de modo que en todo caso es archivo de una parte, aunque importante, del blog.
En estos dos problemas de diseño no referente a estética sino a orden se ha optado en cada caso por una resolución distinta pero con algo en común: más concretamente, en el primero se resuelve no cambiar la denominación pero en el segundo caso sí, ahora bien tienen en común que de cada uno se deriva la propuesta de una expresión nueva. 'Tweets&posts' lo vamos a dejar igual porque damos prevalencia al hecho de que es una expresión corta que consideramos lo mejor para el título de una pestaña de blog como en este caso, e invitamos a aceptar en el ámbito de Internet la expresión 'tweets&posts' o, si se quiere para abreviar, twap, para referirnos específicamente tanto a los posts en redes sociales como a los twits, y diferenciando así de manera clara a los primeros de los posts propios de un blog como éste. Para el 'Archivo del blog', puesto que ya desde un principio no nos convencía el título optamos por otro provisional hasta dar con el apropiado: se habría podido dejar, aunque hubiera sido provisionalmente, sin título, pero quizá tardábamos en concretar el escogido, y en cualquier caso la idea era que el complemento tuviera en todo momento un título por una cuestión precisamente de diseño referido a orden y pese a que es un complemento de los básicos y fácilmente se aprecia cuál es su función incluso sin llevar título; se puso, pues, de manera provisional, 'Entradas anteriores': 'entradas' para no referirse al conjunto del blog sino a los posts, y 'anteriores' respetando el sentido de 'archivo', aunque precisamente por el hecho de incluir hasta la entrada actual era esta idea de 'archivo' y de 'anterior' la que se pretendía acabar de reformular; definitivamente, y puestos a proponer expresiones nuevas, se ha optado desde ya por cronoárbol de posts, por parecernos una denominación mucho más descriptiva y concreta al aunar el sentido cronológico, que sí puede entenderse desde el primer post hasta el actual, y la estructura del complemento, que tiene dada la forma de esquema a modo de árbol organizativo de los posts.
Sencillez para unos y originalidad para los otros
En el caso de alguien no afectado por el síndrome del blog/post en blanco y que bloguee sin más problemas, debiera considerarse altamente adecuado tener muy en cuenta la manera de expresarse. Más allá de ideas, temas o conceptos en los que se base el contenido original en un blog, la manera en la que los presentamos y transmitimos es fundamental: esto, a parte de cuestiones de diseño, tiene que ver con la expresión; en definitiva, y de nuevo tomando ejemplo de lo que ya se conoce en escritura tradicionalmente, se trata de la relación entre fondo y forma.
Retomemos también la distinción entre blogueros más o menos experimentados y potenciales/incipientes, y veamos lo más recomendable para unos y para otros. Empezando por los últimos, tener en mente la sencillez como principio puede ser lo mejor: así pues, no te compliques, ya tendrás tiempo de hacer cosas complejas pero si estás a punto de empezar un blog o los has empezado recientemente, conviene por lo menos de entrada el empleo de fórmulas de expresión más bien cortas, simples, no rebuscadas; al estar en el momento de dar a conocer tu blog, lo que sea escueto pero al mismo tiempo sea claro le resulta mejor de digerir a cualquiera que lo visite por primera vez o que lo visite desde hace poco. Para los que ya tienen cierta práctica, e incluso han conseguido ya mucha gente que habitualmente visita el blog, el peligro está en caer en un estilo repetitivo; es posible que no te lo hayas planteado, porque sencillamente estés convencido de que tu estilo trabajado y consolidado después de mucho tiempo es el que es, que ha funcionado y que lo que funciona además no merece la pena cambiarlo, pero tus visitantes quizá no lo vean tan así, y dar de vez en cuando un giro no esté de más, de modo que si tu expresión se caracteriza normalmente por lo largo y amplio, considera la opción de ofrecer alguna vez algo más simple, adopta lo recomendado en el caso de los blogueros potenciales/incipientes; y si en cambio la manera de expresarte tiende a lo escueto a lo mejor es un buen momento para sorprender a tus aficionados con algo con más sustancia: no es necesario fijarse únicamente en hacer frases más largas, sino que emplear sinónimos para expresiones que habitualmente has empleado muchas veces es también una manera de dar a tu veterano blog un toque de originalidad.
Por tanto, sencillez para unos y originalidad para los otros. Con esto apreciamos que toda etapa en un blog, ya sea al comienzo o al cabo de cierto o mucho tiempo desde su inicio, tiene su peculiaridad, su dificultad y al mismo tiempo su reto.
Retomemos también la distinción entre blogueros más o menos experimentados y potenciales/incipientes, y veamos lo más recomendable para unos y para otros. Empezando por los últimos, tener en mente la sencillez como principio puede ser lo mejor: así pues, no te compliques, ya tendrás tiempo de hacer cosas complejas pero si estás a punto de empezar un blog o los has empezado recientemente, conviene por lo menos de entrada el empleo de fórmulas de expresión más bien cortas, simples, no rebuscadas; al estar en el momento de dar a conocer tu blog, lo que sea escueto pero al mismo tiempo sea claro le resulta mejor de digerir a cualquiera que lo visite por primera vez o que lo visite desde hace poco. Para los que ya tienen cierta práctica, e incluso han conseguido ya mucha gente que habitualmente visita el blog, el peligro está en caer en un estilo repetitivo; es posible que no te lo hayas planteado, porque sencillamente estés convencido de que tu estilo trabajado y consolidado después de mucho tiempo es el que es, que ha funcionado y que lo que funciona además no merece la pena cambiarlo, pero tus visitantes quizá no lo vean tan así, y dar de vez en cuando un giro no esté de más, de modo que si tu expresión se caracteriza normalmente por lo largo y amplio, considera la opción de ofrecer alguna vez algo más simple, adopta lo recomendado en el caso de los blogueros potenciales/incipientes; y si en cambio la manera de expresarte tiende a lo escueto a lo mejor es un buen momento para sorprender a tus aficionados con algo con más sustancia: no es necesario fijarse únicamente en hacer frases más largas, sino que emplear sinónimos para expresiones que habitualmente has empleado muchas veces es también una manera de dar a tu veterano blog un toque de originalidad.
Por tanto, sencillez para unos y originalidad para los otros. Con esto apreciamos que toda etapa en un blog, ya sea al comienzo o al cabo de cierto o mucho tiempo desde su inicio, tiene su peculiaridad, su dificultad y al mismo tiempo su reto.
El síndrome del blog en blanco
Una buena manera de empezar, mantener o mejorar un blog, y al igual que en otros ámbitos y tareas, puede ser conveniente que pase por tener de entrada una identificación clara de los obstáculos que pongan especial dificultad en conseguir nuestro propósito. Al menos uno de estos obstáculos es lo que podríamos denominar el síndrome del blog o del post en blanco.
Al igual que ya tradicionalmente en el ámbito de la escritura se ha definido el síndrome de la hoja en blanco, en la elaboración de un blog se podría identificar el mismo caso: el post en blanco, más para casos de blogueros ya por lo menos algo metidos en el tema y que, aun teniendo ya práctica, de vez en cuando se encuentren con no saber más o menos cómo continuar, qué hacer para su siguiente post; y el blog en blanco, para casos de blogueros potenciales o muy incipientes, que encuentran complicado desde el principio la puesta en marcha del blog entero. Para ambos casos, desde aquí, precisamente se empezó con la selección de recursos interesantes, y esto es de hecho lo que cualquiera puede hacer en mayor o menor medida por sí mismo de acuerdo con sus gustos, preferencias y aficiones: una selección propia de lo que encuentre y le guste navegando por la Red.
Hacer una selección propia de contenidos de entre la inmensidad de información disponible en Internet es una manera de superar el síndrome del blog en blanco y que no requiere de enormes esfuerzos. Un simple enlace en la Red puede ser una rápida utilidad para no dejar nuestro blog inactivo. A partir de ahí ya es cuestión de decidir si sencillamente se enlaza el contenido, tal y como ha sido habitual en este mismo blog, o bien se ofrece algo más, por ejemplo, un texto de valoración o de descripción del contenido al que dirige el enlace.
Al igual que ya tradicionalmente en el ámbito de la escritura se ha definido el síndrome de la hoja en blanco, en la elaboración de un blog se podría identificar el mismo caso: el post en blanco, más para casos de blogueros ya por lo menos algo metidos en el tema y que, aun teniendo ya práctica, de vez en cuando se encuentren con no saber más o menos cómo continuar, qué hacer para su siguiente post; y el blog en blanco, para casos de blogueros potenciales o muy incipientes, que encuentran complicado desde el principio la puesta en marcha del blog entero. Para ambos casos, desde aquí, precisamente se empezó con la selección de recursos interesantes, y esto es de hecho lo que cualquiera puede hacer en mayor o menor medida por sí mismo de acuerdo con sus gustos, preferencias y aficiones: una selección propia de lo que encuentre y le guste navegando por la Red.
Hacer una selección propia de contenidos de entre la inmensidad de información disponible en Internet es una manera de superar el síndrome del blog en blanco y que no requiere de enormes esfuerzos. Un simple enlace en la Red puede ser una rápida utilidad para no dejar nuestro blog inactivo. A partir de ahí ya es cuestión de decidir si sencillamente se enlaza el contenido, tal y como ha sido habitual en este mismo blog, o bien se ofrece algo más, por ejemplo, un texto de valoración o de descripción del contenido al que dirige el enlace.
Desde la blogosfera
Llevar a cabo un blog puede ser muy estimulante. Éste, en concreto, ha ido desarrollando una determinada rutina desde el principio, y de hecho quienes ya lo conocéis, aunque sea sólo un poco, habréis podido más o menos apreciarlo. La finalidad ahora es aportar algo más, o por lo menos intentarlo.
Ya que el blog se ha centrado hasta el momento en la selección de recursos, de distintos formatos y de distintos orígenes, con tal de que pudieran servir básicamente de toma rápida de ideas a cualquier bloguero, se aportarán además, y desde esta página del blog, explicaciones propias que, siguiendo en la línea de ayudar a hacer blogs, se caractericen mayormente por transmitir sugerencias y conocimientos en relación a otros elementos necesarios, o como mínimo recomendables, para realizar un buen blog: esto es lo referente, entre otros aspectos, a las utilidades disponibles para la creación y mantenimiento de un blog, así como a aspectos de la expresión a la hora de elaborar un post.
Así que, desde aquí, desde la blogosfera y para la blogosfera se intentará compartir mucho más que hasta ahora y de este modo contribuir a hacer que bloguear sea lo más estimulante posible.
Ya que el blog se ha centrado hasta el momento en la selección de recursos, de distintos formatos y de distintos orígenes, con tal de que pudieran servir básicamente de toma rápida de ideas a cualquier bloguero, se aportarán además, y desde esta página del blog, explicaciones propias que, siguiendo en la línea de ayudar a hacer blogs, se caractericen mayormente por transmitir sugerencias y conocimientos en relación a otros elementos necesarios, o como mínimo recomendables, para realizar un buen blog: esto es lo referente, entre otros aspectos, a las utilidades disponibles para la creación y mantenimiento de un blog, así como a aspectos de la expresión a la hora de elaborar un post.
Así que, desde aquí, desde la blogosfera y para la blogosfera se intentará compartir mucho más que hasta ahora y de este modo contribuir a hacer que bloguear sea lo más estimulante posible.
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