¿Qué hacemos si algo que habíamos enlazado en nuestro blog desaparece de su origen? Los posts son permanentemente editables así que es posible volver al post en cuestión donde se encuentre el contenido modificado desde su origen, ya sea un enlace de texto o un elemento incrustado, y, si disponemos de otra ruta donde se haya movido ese mismo contenido o de algún contenido alternativo por el que sea sustituible, proceder sencillamente a la actualización del post. Además de plantear un par de opciones más, a continuación valoraremos todo esto más allá del simple detalle técnico.
Otras posibilidades ante cambios, desde su origen en otra ubicación, de algo que habíamos vinculado en nuestro blog son dejarlo tal cual y dar por sentado que se entenderá que en su momento el contenido en cuestión era accesible correctamente, o bien dejarlo tal cual pero preocuparnos de poner de algún modo una indicación de que aquel contenido en su momento fue accesible y acompañar esto además si se quiere con otra indicación de otra ubicación alternativa si la tenemos. Más allá, sin embargo, de tener en cuenta estas posibilidades, creemos que esto lleva a tener muy presente que un blog puede consistir en una tarea en permanente conveniencia de revisión desde su mismo inicio: o sea, que un post siempre puede ser algo permanentemente abierto posibles cambios que a diferencia del soporte tradicional impreso no requiere de la elaboración de un artículo o un libro completamente nuevo para llevar a cabo una actualización. Esto que podría considerarse un simple detalle técnico, en realidad nos parece que resulta muy interesante de tener en cuenta dándole algo más de importancia pues en un blog en particular, y en Internet a nivel general, el concepto de material actualizado no siempre requiere en su caso del tipo de actualización que podríamos llamar "hacia adelante" en el sentido de que hace falta sacar un contenido nuevo en parte o por completo, sino que tenemos la posibilidad de actualizar "hacia atrás", directamente desde las publicaciones que en su momento hicimos y cambiar cualquier elemento, especialmente aquellos que el soporte impreso tradicional no permitía como los enlaces y las incrustaciones desde el propio origen. Y lo que probablemente sea mejor a la hora de aplicar siempre esto es que precisamente nos procuremos limitar a aspectos tales como los que hemos acabado mencionar: enlaces y elementos incrustados básicamente, ya que rehacer por completo, y más si se hace cada dos por tres, los contenidos ya publicados contribuirá a dar sensación de poca fiabilidad y consistencia a los visitantes del blog. En el caso de que se considere que un post ya publicado tiene verdaderamente numerosas e importantes deficiencias a corregir, convendría más bien plantearse hacer un post totalmente nuevo y actual al respecto: una actualización entonces sí "hacia adelante".
Los posts, por la capacidad de ser editables en todo momento nos permiten, si lo deseamos, hacer de manera permanente correcciones tales como actualizar aquellos contenidos que hayamos vinculado desde otras ubicaciones y que desde su origen sean modificados. Esto es algo que lejos de quedarse en una simple consideración de carácter técnico implica un relevante cambio respecto al soporte tradicional impreso e implica que un blog con contenido vinculado siempre a elementos externos accesibles va a requerir una constante labor de actualización desde el primer post.
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