Con la distinción entre blog personal e impersonal puede que fácilmente se asocie que un blog personal es más bien uno en el que su autor se da a conocer abiertamente, se identifica del todo; mientras que un blog impersonal sea el de alguien que, por centrarse más en el tema que en el propio autor, no acostumbre a identificarse. No tiene por qué ser así necesariamente: en los blogs personales el autor quizá prefiera mantenerse en el anonimato, mientras que en los impersonales se opte por buscar el máximo reconocimiento.
Los ejemplos que hemos puesto hasta ahora en cuanto a blogs personales nos van a poder servir para apreciar que hay algunos en los que el autor puede optar por no identificarse y que más allá de ponerle un título al blog, lo mantenga anónimo en cuanto al mismo autor; igualmente recurriremos a lo ejemplificado hasta el momento en cuanto a los impersonales. Si bien en lo que hemos descrito como un blog-currículum sería básico que el autor se identifique porque va a servirle de cara a temas profesionales, en un blog a modo de diario personal o poemario se podría preferir, por una cuestión de intimidad del contenido, no identificarse al menos en un principio o recurrir a un seudónimo, esto último ya muy común precisamente a lo largo de la tradición literaria. En cambio, en un blog impersonal, centrado en un ámbito de experiencia ya sea científica, de negocio, o similar, resulta comprensible que el autor, o el colaborador, que elabore contenido para el blog se identifique en todo momento mediante su firma: es una manera de otorgar reconocimiento a la tarea de análisis que el sujeto en cuestión haya realizado.
Debiera evitarse, por tanto, asociar forzosamente identificación a blog personal y anonimato a blog impersonal. La intimidad en el primer caso y el debido reconocimiento en el segundo son elementos que contribuyen a esa conveniencia.
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