Puesto que de un blog con más trayectoria cabe esperar un mayor grado de elaboración, desde la preparación a la revisión, conviene destacar que no por ello hacer un blog debe entenderse como algo que con el tiempo necesariamente se hace cada vez más pesado. De lo que se trata más bien es que la experiencia que se vaya adquiriendo al publicar en la blogosfera haga que cada vez esto suponga una actividad más cómoda de realizar en el sentido de poder realizarla con mayor agilidad, no con más despreocupación.
La preparación, publicación y revisión en un blog a medida que éste lleve tiempo en activo y pretenda mantener y mejorar la fidelidad de visitantes va a seguir requiriendo la máxima preparación tanto o más como al principio; esto no lo exponemos tanto para que lo tengan en cuenta los blogueros con por lo menos cierta experiencia, pues seguramente ya lo asuman, sino más que nada para los potenciales y principiantes que puede que sientan algo de intimidación al creer que a medida que pase el tiempo la experiencia va a repercutir en una tarea más agobiante. Es por ello que encontramos conveniente destacar que desde nuestra perspectiva entendemos que si bien la experiencia es directamente proporcional al nivel de buena elaboración esperada, también lo es, o debería ser, al de agilidad adquirida. Es más bien en las etapas iniciales en particular de un blog, y pudiera entenderse en general de cualquier proyecto, cuando la tarea puede suponer más pesadez e incordio; sin embargo, desanimarse pensando que si esto es así al principio va serlo más a medida que pase el tiempo creemos que es un error y conviene en este aspecto intentar ver el progreso de un blog como algo que si bien nos requerirá en todo momento la máxima elaboración conseguiremos también que ésta nos resulte a base de práctica cada vez más ágil de llevar a cabo. No dejes por tanto a un lado tu blog porque sí; practica, ensaya, prepara, publica, revisa, y en su caso modifica, corrige o haz abiertamente autocrítica y de este modo acabarás dándote cuenta de que podrás hacer todo esto cada vez con más soltura: así que sé ágil a base precisamente de adquirir práctica y podrás acabar siendo capaz de ofrecer cada vez mejor contenido sin que por ello implique que sientes más desgaste o pesadez. La agilidad respecto de lo que depende exclusivamente de uno mismo debiera así pues aumentar con el tiempo y, asimismo, verse impulsada también respecto de lo que nos encontremos que nos llegue por parte de los demás, en concreto opiniones, críticas y comentarios en general: cuando sean de tipo positivo nos deben servir para aumentar la motivación y querer mejorar nuestra agilidad en el proceso de elaboración, no para el exceso de relajación y de confianza; mientras que los de carácter negativo es bueno tomárselos como motivo para la reflexión y la autocrítica, pero no para que nos supongan un bloqueo o freno para nuestra práctica, lo cual podría acabar impidiendo que mejoremos nuestra agilidad.
Al principio es más bien cuando encontrarás que la elaboración del blog es probablemente más laboriosa pero con el tiempo y la práctica puede acabar haciéndose con más soltura, así que por mucho que pueda costar concebir y poner en marcha un blog no debe ser motivo para el desánimo. Tampoco deben suponer un obstáculo para nuestra agilidad bloguera lo que los demás nos transmitan, ya sea en sentido positivo o negativo, respecto a lo que publicamos.
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