De los dispositivos informáticos que han surgido de manera relevante tras el ordenador convencional cabe destacar en tanto que característica por lo menos de las más remarcables la capacidad de derivar lo táctil a la pantalla. Tanto teléfonos móviles inteligentes como tabletas están proporcionando así una interactividad en la que se prescinde de teclado físico y de ratón.
La agilidad con la que móviles inteligentes y tabletas nos permiten realizar una gran variedad de funciones emana de la ligereza en concreto, y simplicidad general, de la forma que tales dispositivos tienen. Estos aparatos de cuerpo consistente en una única pieza rectangular, más pequeño en el caso del móvil y más grande en el de la tableta, nos proporcionan además no sólo la capacidad de ver, y en su caso oír, los programas, y archivos, informáticos sino que mediante la función táctil de la pantalla nos dan la sensación de tocar lo que con el ordenador convencional era, y es, manejable con teclado físico o con ratón: un motivo más, en cierto modo al menos, para considerar también los programas informáticos ítems tangibles. La hibridación entre ordenador convencional, móviles y tabletas, y también la hibridación de todos estos dispositivos con otros, nos da una idea de lo bastante en común que los sensoriales, por lo menos los básicos, tienen, o pueden llegar a tener, en prácticamente cualquier ámbito a fechas actuales. Desde nuestra perspectiva, en concreto es una genial hibridación la del ordenador convencional portátil con la tableta, resultando un dispositivo con el que podemos usar según nos convenga el teclado físico y el ratón o bien prescindir de éstos usando la pantalla táctil.
En tu conocimiento de los sensoriales con los que valerte en el desarrollo de tu blog, u otra clase de proyecto, debes tener el foco bien puesto en la hibridación de dispositivos. Al ser conveniente un tipo de dispositivo diferente según las situaciones que te puedan surgir, contar con por lo menos uno de cada, o como mínimo con algún híbrido de los mismos, te facilitará bajo casi cualquier circunstancia la continuidad de las tareas para las que precises esta clase de sensoriales.
Unos asensoriales mínimos
Si bien las necesidades, las habilidades, las finalidades y el tiempo serán de categoría muy diversa según la clase de proyecto al que se refieran, a fechas actuales lo que concierne a los ítems sensoriales tiene bastante en común en todos los ámbitos. Así pues, herramientas, dinero, y en su caso grupo, son sensoriales que al disponer de ellos dará más o menos igual la tipología de iniciativa emprendida: la gran diferencia en aquello que se haga la marcará lo asensorial.
Con la popularización de la informática disponemos de un elevado nivel de similitud en lo que concierne a herramientas básicas con las que desarrollar todo proyecto, ya que están, tanto aparatos físicos como programas, de modo muy generalizado concebidos para que sean adaptables a cualquier función. El dinero, que en su forma informatizada, o sea digital, ya es muy común, es de por sí también empleable según lo estimemos legítimamente. Y en cuanto al funcionamiento en equipo, por su parte, las pautas habituales son considerables un estándar cuya mayor variación estribaría en lo más o menos jerarquizado que el grupo esté. Nos es posible, y recomendable, convenir en que siempre hay unos asensoriales mínimos, pues para lo que sea que queramos emprender tendremos un mínimo de necesidades, de habilidades, de finalidades y de tiempo, pero debemos potenciar las mejoras en estos ítems de manera que no se queden en lo mínimo sino que, actuando en base a ellos lo mejor que seamos capaces, nos permitan, sea en ciclos potenciales, primerizos o veteranos, que los sensoriales den el más acertado rendimiento, de tal manera que en lo cuantitativo y en lo cualitativo se reflejen buenos resultados.
Los asensoriales mínimos que en la actualidad te permiten poner en marcha, e incluso mantener bastante, casi cualquier iniciativa, sea o no un blog, no son más que los que te permitan poseer un cierto manejo de los sensoriales, ya de por sí muy parecidos en todo ámbito. No obstante, afinar tus necesidades, mejorar tus habilidades, definir bien tus finalidades y optimizar tu gestión del tiempo son lo que te hará progresar de manera remarcable en tu trayectoria emprendedora.
Con la popularización de la informática disponemos de un elevado nivel de similitud en lo que concierne a herramientas básicas con las que desarrollar todo proyecto, ya que están, tanto aparatos físicos como programas, de modo muy generalizado concebidos para que sean adaptables a cualquier función. El dinero, que en su forma informatizada, o sea digital, ya es muy común, es de por sí también empleable según lo estimemos legítimamente. Y en cuanto al funcionamiento en equipo, por su parte, las pautas habituales son considerables un estándar cuya mayor variación estribaría en lo más o menos jerarquizado que el grupo esté. Nos es posible, y recomendable, convenir en que siempre hay unos asensoriales mínimos, pues para lo que sea que queramos emprender tendremos un mínimo de necesidades, de habilidades, de finalidades y de tiempo, pero debemos potenciar las mejoras en estos ítems de manera que no se queden en lo mínimo sino que, actuando en base a ellos lo mejor que seamos capaces, nos permitan, sea en ciclos potenciales, primerizos o veteranos, que los sensoriales den el más acertado rendimiento, de tal manera que en lo cuantitativo y en lo cualitativo se reflejen buenos resultados.
Los asensoriales mínimos que en la actualidad te permiten poner en marcha, e incluso mantener bastante, casi cualquier iniciativa, sea o no un blog, no son más que los que te permitan poseer un cierto manejo de los sensoriales, ya de por sí muy parecidos en todo ámbito. No obstante, afinar tus necesidades, mejorar tus habilidades, definir bien tus finalidades y optimizar tu gestión del tiempo son lo que te hará progresar de manera remarcable en tu trayectoria emprendedora.
Asensorial
Sensorial y no sensorial incluso sirven mejor que tangible e intangible en lo referente a la diferenciación de los ítems que son necesarios en todo proyecto. Quien prefiera mantener la asociación de tangible e intangible respectivamente a palpable y no palpable debiera entonces entender que sensorial y no sensorial son, en comparación a tangible e intangible, grupos más amplios de tipos de ítems.
A nuestros efectos, considerar sensorial y no sensorial lo mismo que, respectivamente, tangible e intangible nos parece más ventajoso: permite clasificar con claridad ítems que de entrada pueden resultar confusos, por ejemplo, los programas informáticos y el dinero; además nos facilita disponer de expresiones con las que enriquecer el discurso evitando así demasiada repetición de los mismos términos. Y en el caso concreto de lo no sensorial nos parece adecuado denominarlo asensorial, de modo que otorgamos propiamente un sinónimo a intangible; también disponemos así de la opción de hacer, de la misma manera que con tangible e intangible, una plena nominalización de lo que en un principio son adjetivos. En este sentido son sensoriales a tener básicamente en cuenta en el desarrollo, en concreto, de un blog: las pertinentes herramientas informáticas, incluyendo los programas; el dinero, incluso haciendo un uso únicamente digital; y los miembros del equipo, en el caso de una iniciativa grupal. Por su lado, los asensoriales serían, en un blog y en general en toda iniciativa, las necesidades, las habilidades, las finalidades y el tiempo.
Los agentes que están implicados en un proyecto, se trate o no tal proyecto de un blog, no son ítems, pues no son elementos en tanto que recursos. Tu trayectoria emprendedora en general y en particular la de cualquier proyecto que hagas debe ir enfocada a que ítems y agentes se complementen, por separado y entre sí, de la mejor manera, lo cual facilitará que tu trayectoria y la de todo proyecto que emprendas tengan, tanto en sus inicios como en su madurez, una buena base sobre la que evolucionar.
A nuestros efectos, considerar sensorial y no sensorial lo mismo que, respectivamente, tangible e intangible nos parece más ventajoso: permite clasificar con claridad ítems que de entrada pueden resultar confusos, por ejemplo, los programas informáticos y el dinero; además nos facilita disponer de expresiones con las que enriquecer el discurso evitando así demasiada repetición de los mismos términos. Y en el caso concreto de lo no sensorial nos parece adecuado denominarlo asensorial, de modo que otorgamos propiamente un sinónimo a intangible; también disponemos así de la opción de hacer, de la misma manera que con tangible e intangible, una plena nominalización de lo que en un principio son adjetivos. En este sentido son sensoriales a tener básicamente en cuenta en el desarrollo, en concreto, de un blog: las pertinentes herramientas informáticas, incluyendo los programas; el dinero, incluso haciendo un uso únicamente digital; y los miembros del equipo, en el caso de una iniciativa grupal. Por su lado, los asensoriales serían, en un blog y en general en toda iniciativa, las necesidades, las habilidades, las finalidades y el tiempo.
Los agentes que están implicados en un proyecto, se trate o no tal proyecto de un blog, no son ítems, pues no son elementos en tanto que recursos. Tu trayectoria emprendedora en general y en particular la de cualquier proyecto que hagas debe ir enfocada a que ítems y agentes se complementen, por separado y entre sí, de la mejor manera, lo cual facilitará que tu trayectoria y la de todo proyecto que emprendas tengan, tanto en sus inicios como en su madurez, una buena base sobre la que evolucionar.
El dinero es siempre sensorial
Aunque con la digitalización se ha ido volviendo casi del todo no palpable, el dinero es un ítem tangible, pues aun no haciendo para nada uso del dinero físico, en lo que concierne a la forma telemática del dinero se precisa por lo menos la vista, y en su caso el oído si hay opción de reproducir algún audio al respecto. De manera idéntica a los programas informáticos, asociando el dinero, incluso el digitalizado, a lo sensorial se evita mezclarlo con las necesidades, las habilidades y las finalidades.
Ya que el dinero en sí puede constituir una necesidad y una finalidad resulta comprensible que nos cueste, en ocasiones, no considerarlo un intangible y más cuando la digitalización lo ha adaptado de tal manera que a fechas actuales casi no precisamos el uso de dinero físico. Pero incluso teniendo el dinero por necesidad, por finalidad o por ambas razones, en verdad a nuestro entender el dinero es siempre sensorial y nos parece que en tales casos lo propio no es considerar el dinero un intangible sino que lo intangible no deja de ser la necesidad en sí, o la finalidad en sí. Continuando con el símil de las aplicaciones informáticas, éstas también pueden constituir necesidades y finalidades pero no por ello, bajo nuestra perspectiva, dejan de ser ítems sensoriales. ¿Afectan al emprendimiento en cuanto a blogs estas consideraciones referidas al dinero? Afectan, según nos parece, a cualquier proyecto en general, sea más o menos de naturaleza lucrativa. Cuando estemos considerando los ítems con los que desarrollar una iniciativa cualquiera y que esté destinada al relevante impacto cometeremos un error al no tener en cuenta lo que aquello que llevemos a cabo implique a nivel de gastos e ingresos.
Pese a no requerir la intensa implicación de agente financiero alguno en tu proyecto, la realización de un blog u otra clase de iniciativa siempre te supondrá una mínima repercusión económica. La gratuidad de las plataformas blogueras genéricas hace factible que en sí misma la actividad bloguera no sea algo que deba conllevar, a nivel esencial, enormes gastos. No obstante, que la blogosfera esté más o menos vinculada a tu consecución de ingresos dependerá en gran medida de la inversión económica que tengas capacidad, y voluntad, de hacer respecto al proyecto que vayas a emprender, o que ya hayas emprendido.
Ya que el dinero en sí puede constituir una necesidad y una finalidad resulta comprensible que nos cueste, en ocasiones, no considerarlo un intangible y más cuando la digitalización lo ha adaptado de tal manera que a fechas actuales casi no precisamos el uso de dinero físico. Pero incluso teniendo el dinero por necesidad, por finalidad o por ambas razones, en verdad a nuestro entender el dinero es siempre sensorial y nos parece que en tales casos lo propio no es considerar el dinero un intangible sino que lo intangible no deja de ser la necesidad en sí, o la finalidad en sí. Continuando con el símil de las aplicaciones informáticas, éstas también pueden constituir necesidades y finalidades pero no por ello, bajo nuestra perspectiva, dejan de ser ítems sensoriales. ¿Afectan al emprendimiento en cuanto a blogs estas consideraciones referidas al dinero? Afectan, según nos parece, a cualquier proyecto en general, sea más o menos de naturaleza lucrativa. Cuando estemos considerando los ítems con los que desarrollar una iniciativa cualquiera y que esté destinada al relevante impacto cometeremos un error al no tener en cuenta lo que aquello que llevemos a cabo implique a nivel de gastos e ingresos.
Pese a no requerir la intensa implicación de agente financiero alguno en tu proyecto, la realización de un blog u otra clase de iniciativa siempre te supondrá una mínima repercusión económica. La gratuidad de las plataformas blogueras genéricas hace factible que en sí misma la actividad bloguera no sea algo que deba conllevar, a nivel esencial, enormes gastos. No obstante, que la blogosfera esté más o menos vinculada a tu consecución de ingresos dependerá en gran medida de la inversión económica que tengas capacidad, y voluntad, de hacer respecto al proyecto que vayas a emprender, o que ya hayas emprendido.
Lo sensorial y lo no sensorial
Unos ítems que en especial es fácil que resulten peculiares en su calificación como tal son las aplicaciones informáticas que, en su caso, se empleen en un determinado proyecto. La blogosfera está de por sí ligada a la informática en general, y en particular a lo telemático y a las aplicaciones: así pues, es conveniente apreciar en qué medida serían calificables las aplicaciones informáticas en tanto que ítems, por lo menos ítems a efectos de claridad explicativa.
Quien así lo considere tiene opción de restringir lo tangible y lo intangible respectivamente, y por similitud de significado esencial, a lo palpable y lo que no es palpable, pero desde nuestra perspectiva, tangible e intangible adquieren su sentido más amplio, refiriéndose, también respectivamente, a lo sensorial y lo no sensorial. Esto nos permite entender los programas informáticos no sólo en tanto que ítems, sino en tanto que ítems tangibles, pues aun no siendo propiamente palpables son apreciables mediante la vista y, cuando se reproduce algún contenido con audio, el oído. Por extrapolación, cualquier plataforma bloguera, no sólo en lo que a su infraestructura se refiere y que al usuario común no le es de entrada perceptible, sino que también en lo referente a lo que sí percibe el usuario y que es el propio entorno desde el que se edita el blog, es calificable de ítem, a efectos de claridad explicativa al menos, y dentro de los ítems tangibles: al fin y al cabo, el entorno virtual de toda plataforma bloguera no es sino un programa informático, comparable en particular a un procesador de texto.
Aceptando que los programas informáticos tienen naturaleza de ítems tangibles te resultará más clara su función en todo el conjunto de ítems que precises en el desarrollo de un proyecto en el que tengas que recurrir a la informática, o sea, en el desarrollo de prácticamente cualquier proyecto. En particular, te servirá en pro de considerar ítems tangibles los propios entornos virtuales que en la blogosfera hay y no asociar tales entornos, en caso de considerarlos intangibles, a ítems como las necesidades, las habilidades y las finalidades.
Quien así lo considere tiene opción de restringir lo tangible y lo intangible respectivamente, y por similitud de significado esencial, a lo palpable y lo que no es palpable, pero desde nuestra perspectiva, tangible e intangible adquieren su sentido más amplio, refiriéndose, también respectivamente, a lo sensorial y lo no sensorial. Esto nos permite entender los programas informáticos no sólo en tanto que ítems, sino en tanto que ítems tangibles, pues aun no siendo propiamente palpables son apreciables mediante la vista y, cuando se reproduce algún contenido con audio, el oído. Por extrapolación, cualquier plataforma bloguera, no sólo en lo que a su infraestructura se refiere y que al usuario común no le es de entrada perceptible, sino que también en lo referente a lo que sí percibe el usuario y que es el propio entorno desde el que se edita el blog, es calificable de ítem, a efectos de claridad explicativa al menos, y dentro de los ítems tangibles: al fin y al cabo, el entorno virtual de toda plataforma bloguera no es sino un programa informático, comparable en particular a un procesador de texto.
Aceptando que los programas informáticos tienen naturaleza de ítems tangibles te resultará más clara su función en todo el conjunto de ítems que precises en el desarrollo de un proyecto en el que tengas que recurrir a la informática, o sea, en el desarrollo de prácticamente cualquier proyecto. En particular, te servirá en pro de considerar ítems tangibles los propios entornos virtuales que en la blogosfera hay y no asociar tales entornos, en caso de considerarlos intangibles, a ítems como las necesidades, las habilidades y las finalidades.
Calificable de ítem a efectos de claridad explicativa
Debido a que en el desarrollo de un proyecto cabe tener que considerar intangibles de diferentes naturalezas, será de utilidad que al margen de esas naturalezas cada intangible sea calificable de ítem. Asimismo, y siendo con toda probabilidad ya de por sí más habitual a nivel genérico, son calificables de ítems, o elementos si se prefiere, los diferentes tangibles empleables en cualquier iniciativa. Se trata de seguir la misma calificación que a lo cuantitativo y a lo cualitativo es aplicable.
Nuestra perspectiva de lo que es emprender un proyecto, al margen incluso de que se trate de emprender un blog, considera que hay ítems, por un lado, cuantitativos o cualitativos, tal y como es probable que sea también común entenderlo incluso en otros ámbitos; y que por otro lado, hay ítems tangibles o intangibles: los ítems cuantitativos y cualitativos son de resultados, mientras que los tangibles e intangibles son de puesta en marcha y mantenimiento. Todos estos ítems de emprendimiento son los que en su condición concreta, según la iniciativa de la que se trate, dotan de mayor o menor grado de originalidad aquello que ofrezcamos a todo público receptor. Lo que puede parecerle más peculiar casi a cualquiera es que apliquemos la calificación de ítem a lo cualitativo y a lo intangible, pero todo lo que encaje en alguna de estas categorías es calificable de ítem a efectos de claridad explicativa, por lo menos a nuestro entender y en concreto en lo que a emprendimiento se refiere. Cualquiera que emprenda una iniciativa debe procurarse, en este sentido, una serie de ítems, tanto tangibles como intangibles, que le permitan desarrollar propiamente el proyecto; y una serie de ítems cuantitativos y cualitativos que le hagan posible evaluar el fruto del emprendimiento.
A base de apropiados ítems tangibles e intangibles conseguirás en lo que emprendas los mejores ítems cuantitativos y cualitativos: ésta es la relación que guardan entre sí el ámbito de los ítems de realización y los ítems de evaluación. Ítem, o elemento, no tienes que asociarlo, así pues, de manera única a lo material sino también a todo lo inmaterial que precises en el emprendimiento de lo que sea, en prácticamente cualquier ámbito. Por su ya habitual uso en informática en cuanto a lo que guarda relación con información en general y datos en particular, ítem es preferible que lo uses, de entrada, respecto al término elemento en lo referente, en concreto, a la blogosfera.
Nuestra perspectiva de lo que es emprender un proyecto, al margen incluso de que se trate de emprender un blog, considera que hay ítems, por un lado, cuantitativos o cualitativos, tal y como es probable que sea también común entenderlo incluso en otros ámbitos; y que por otro lado, hay ítems tangibles o intangibles: los ítems cuantitativos y cualitativos son de resultados, mientras que los tangibles e intangibles son de puesta en marcha y mantenimiento. Todos estos ítems de emprendimiento son los que en su condición concreta, según la iniciativa de la que se trate, dotan de mayor o menor grado de originalidad aquello que ofrezcamos a todo público receptor. Lo que puede parecerle más peculiar casi a cualquiera es que apliquemos la calificación de ítem a lo cualitativo y a lo intangible, pero todo lo que encaje en alguna de estas categorías es calificable de ítem a efectos de claridad explicativa, por lo menos a nuestro entender y en concreto en lo que a emprendimiento se refiere. Cualquiera que emprenda una iniciativa debe procurarse, en este sentido, una serie de ítems, tanto tangibles como intangibles, que le permitan desarrollar propiamente el proyecto; y una serie de ítems cuantitativos y cualitativos que le hagan posible evaluar el fruto del emprendimiento.
A base de apropiados ítems tangibles e intangibles conseguirás en lo que emprendas los mejores ítems cuantitativos y cualitativos: ésta es la relación que guardan entre sí el ámbito de los ítems de realización y los ítems de evaluación. Ítem, o elemento, no tienes que asociarlo, así pues, de manera única a lo material sino también a todo lo inmaterial que precises en el emprendimiento de lo que sea, en prácticamente cualquier ámbito. Por su ya habitual uso en informática en cuanto a lo que guarda relación con información en general y datos en particular, ítem es preferible que lo uses, de entrada, respecto al término elemento en lo referente, en concreto, a la blogosfera.
Más intangibles
Yendo más allá de las habilidades con las que propiamente hacer el blog u otra iniciativa, las necesidades y las finalidades completan la totalidad de intangibles básicos de los que depende un buen proyecto. Según sea la magnitud de estos tres intangibles complementarios entre sí, se cumplirá, en función del momento, un ciclo más o menos relevante de la trayectoria de lo que se haya emprendido.
Además de las habilidades que tengamos, y con las que materializaremos lo que queramos emprender, hay que considerar más intangibles cuando pretendemos empezar o continuar cualquier proyecto, se trate o no de un blog, y serán estos otros intangibles los que nos permitan definir lo mejor posible las habilidades requeridas y con las que propiamente hacer un buen proyecto. En concreto, estos otros intangibles son las necesidades y las finalidades: las primeras a identificar antes que las habilidades y las segundas a alcanzar mediante las habilidades. Las necesidades de emprender una iniciativa pueden estar ligadas al interés, al puro placer, o incluso a ambas motivaciones, y ya esto, que es lo primero a tener claro al emprender lo que queramos ofrecer a todo público receptor, va a condicionar en buena medida las habilidades que precisaremos. Pero antes de ejercer las habilidades, aunque sean el punto intermedio entre las necesidades y las finalidades, abordemos también las finalidades: evaluemos si en base a nuestras necesidades somos capaces de definir finalidades que nos resulten mínimamente alcanzables. Una vez tengamos las finalidades algo determinadas acabemos de concretarlas en función de las habilidades, propias y ajenas, de las que podamos disponer.
Si combinas bien necesidades, habilidades y finalidades, el éxito de tu blog, u otra clase de proyecto que hagas, sea a modo individual o en grupo, estará bien afianzado. Al ya hacerlo desde los ciclos potenciales e iniciales de tu propia trayectoria y la de cualquier proyecto que hagas, tendrás una costumbre adquirida que te permitirá sostener con mayor facilidad tal combinación de la mejor manera en ciclos de veteranía.
Además de las habilidades que tengamos, y con las que materializaremos lo que queramos emprender, hay que considerar más intangibles cuando pretendemos empezar o continuar cualquier proyecto, se trate o no de un blog, y serán estos otros intangibles los que nos permitan definir lo mejor posible las habilidades requeridas y con las que propiamente hacer un buen proyecto. En concreto, estos otros intangibles son las necesidades y las finalidades: las primeras a identificar antes que las habilidades y las segundas a alcanzar mediante las habilidades. Las necesidades de emprender una iniciativa pueden estar ligadas al interés, al puro placer, o incluso a ambas motivaciones, y ya esto, que es lo primero a tener claro al emprender lo que queramos ofrecer a todo público receptor, va a condicionar en buena medida las habilidades que precisaremos. Pero antes de ejercer las habilidades, aunque sean el punto intermedio entre las necesidades y las finalidades, abordemos también las finalidades: evaluemos si en base a nuestras necesidades somos capaces de definir finalidades que nos resulten mínimamente alcanzables. Una vez tengamos las finalidades algo determinadas acabemos de concretarlas en función de las habilidades, propias y ajenas, de las que podamos disponer.
Si combinas bien necesidades, habilidades y finalidades, el éxito de tu blog, u otra clase de proyecto que hagas, sea a modo individual o en grupo, estará bien afianzado. Al ya hacerlo desde los ciclos potenciales e iniciales de tu propia trayectoria y la de cualquier proyecto que hagas, tendrás una costumbre adquirida que te permitirá sostener con mayor facilidad tal combinación de la mejor manera en ciclos de veteranía.
Los intangibles que permiten hacer un buen blog
Habilidades blogueras básicas son las que hacen que un blog, sin importar demasiado quien en base a tales habilidades lo ponga o lo mantenga en marcha o incluso lo reformule, sea un blog con capacidad de crear un mínimo impacto relevante y sostenido en su público, o sus públicos, procurando en todo caso tener público no restringido a la gente más cercana a quien realice el blog, en particular familia y amistades. No sólo es básico activar el blog y ya está: se trata de llegar por lo menos hasta un mínimo nivel de creación e innovación tanto en lo que se refiere a forma como a contenido aunque sin necesidad de alcanzar los conocimientos de arquitectura de blogs.
Cuando el resultado en la realización de un blog en su conjunto da más o menos igual quien lo haga pero tal resultado es capaz de impactar mínimamente en cuanto a público receptor estaremos en el ámbito de las habilidades blogueras básicas, aunque bien es cierto que entre las propias habilidades básicas las hay más y menos básicas: nos resulta suficiente, sin embargo, con tener claro que hasta lo básico no sólo se ha llegado al dar un nombre al blog, hacer que tal blog sea más o menos de acceso abierto y, en todo caso, actualizarlo en algún sentido según nos parezca. Un blog que no se sustente en el interés, y la capacitación, de crear con cierta constancia un impacto bastante relevante y, por lo menos ante un público mínimamente amplio, y de manera abierta, será propio de quien tenga en todo caso unas habilidades bajo mínimos en cuanto a bloguear se refiere. Son habilidades mínimas los intangibles que permiten hacer un buen blog tanto estático como dinámico, tanto personal como impersonal: blog que, en cualquier caso, será calificable de bueno por alcanzar un relevante impacto a la vez que se caracterice por estar bien sintetizado, y sin que síntesis tenga por qué implicar brevedad.
Al considerar lo que en la blogosfera es calificable de habilidades básicas debes darte cuenta de que éstas son unos mínimos intangibles de capacitación bloguera que no están limitados a coger una plantilla, hacer unos pocos ajustes y dinamizar poco, o nada, el blog. Lo básico va en la blogosfera, o debería ir, un tanto más allá, así que de preguntarte por qué un determinado blog del que te encargues, o cuya realización hayas delegado, se caracteriza por malos, o no demasiado buenos, ítems cuantitativos, cualitativos o de ambas clases, focaliza en si hay deficiencias en cuanto a habilidades básicas entendidas de la manera que hemos planteado.
Cuando el resultado en la realización de un blog en su conjunto da más o menos igual quien lo haga pero tal resultado es capaz de impactar mínimamente en cuanto a público receptor estaremos en el ámbito de las habilidades blogueras básicas, aunque bien es cierto que entre las propias habilidades básicas las hay más y menos básicas: nos resulta suficiente, sin embargo, con tener claro que hasta lo básico no sólo se ha llegado al dar un nombre al blog, hacer que tal blog sea más o menos de acceso abierto y, en todo caso, actualizarlo en algún sentido según nos parezca. Un blog que no se sustente en el interés, y la capacitación, de crear con cierta constancia un impacto bastante relevante y, por lo menos ante un público mínimamente amplio, y de manera abierta, será propio de quien tenga en todo caso unas habilidades bajo mínimos en cuanto a bloguear se refiere. Son habilidades mínimas los intangibles que permiten hacer un buen blog tanto estático como dinámico, tanto personal como impersonal: blog que, en cualquier caso, será calificable de bueno por alcanzar un relevante impacto a la vez que se caracterice por estar bien sintetizado, y sin que síntesis tenga por qué implicar brevedad.
Al considerar lo que en la blogosfera es calificable de habilidades básicas debes darte cuenta de que éstas son unos mínimos intangibles de capacitación bloguera que no están limitados a coger una plantilla, hacer unos pocos ajustes y dinamizar poco, o nada, el blog. Lo básico va en la blogosfera, o debería ir, un tanto más allá, así que de preguntarte por qué un determinado blog del que te encargues, o cuya realización hayas delegado, se caracteriza por malos, o no demasiado buenos, ítems cuantitativos, cualitativos o de ambas clases, focaliza en si hay deficiencias en cuanto a habilidades básicas entendidas de la manera que hemos planteado.
Dispositivos telemáticos
En sus inicios la blogosfera sólo era accesible mediante el ordenador convencional que aún hoy, aunque notablemente evolucionado, se utiliza. Los dispositivos que permiten, entre otras opciones de Internet, crear y dinamizar blogs se han diversificado y a cualquiera que se dedique a desarrollar un blog, por tanto, le será de gran importancia familiarizarse con esta variedad tecnológica.
Desde la generalización del ordenador convencional, tanto el de sobremesa primero como el portátil después, a nivel usuario la informática ha dado, según nos parece, dos pasos fundamentales en la diversificación de los dispositivos con capacidades telemáticas: la adaptación de la telefonía móvil y el desarrollo de las tabletas. Móviles inteligentes y tabletas son herramientas que pueden servirnos para manejar un blog, sobre todo en situaciones en las que tengamos que estar en constante cambio de ubicación física, procurando no obstante en tales circunstancias, en especial largos y ajetreados viajes, reservar el manejo del blog mediante tales dispositivos a acciones muy puntuales y de extrema sencillez. Y es que, según nuestra perspectiva, en todo lo que en un blog requiera una importante atención, en particular en cuanto a su manejo, es mejor que sigamos recurriendo, por sus características, al ordenador convencional, sea de sobremesa sea portátil. Debido a su capacidad telemática y a tener tendencia a generalizarse en la sociedad, los actuales teléfonos móviles y las tabletas son además vías por las que hay opción de que la gente, aunque se trate de hacerlo deprisa y según cómo sin obtener una experiencia demasiado envolvente, consulte el blog que elaboremos y genere interactividad al respecto. Estos dispositivos son, pues, potencialmente por lo menos, vías de conexión en especial con nuestro público receptor.
Tanto desde tu posición de quien realiza un blog, como desde la posición de todo público receptor, los dispositivos telemáticos hacia los que ha evolucionado la informática de nivel usuario son herramientas que en la blogosfera también sirven además del ordenador convencional. Los móviles inteligentes y las tabletas, al igual que otros aparatos digitales, no dejan de ser también ordenadores: de ahí que al ordenador que de antes ya era conocido, y se había generalizado, lo hayamos calificado de convencional.
Desde la generalización del ordenador convencional, tanto el de sobremesa primero como el portátil después, a nivel usuario la informática ha dado, según nos parece, dos pasos fundamentales en la diversificación de los dispositivos con capacidades telemáticas: la adaptación de la telefonía móvil y el desarrollo de las tabletas. Móviles inteligentes y tabletas son herramientas que pueden servirnos para manejar un blog, sobre todo en situaciones en las que tengamos que estar en constante cambio de ubicación física, procurando no obstante en tales circunstancias, en especial largos y ajetreados viajes, reservar el manejo del blog mediante tales dispositivos a acciones muy puntuales y de extrema sencillez. Y es que, según nuestra perspectiva, en todo lo que en un blog requiera una importante atención, en particular en cuanto a su manejo, es mejor que sigamos recurriendo, por sus características, al ordenador convencional, sea de sobremesa sea portátil. Debido a su capacidad telemática y a tener tendencia a generalizarse en la sociedad, los actuales teléfonos móviles y las tabletas son además vías por las que hay opción de que la gente, aunque se trate de hacerlo deprisa y según cómo sin obtener una experiencia demasiado envolvente, consulte el blog que elaboremos y genere interactividad al respecto. Estos dispositivos son, pues, potencialmente por lo menos, vías de conexión en especial con nuestro público receptor.
Tanto desde tu posición de quien realiza un blog, como desde la posición de todo público receptor, los dispositivos telemáticos hacia los que ha evolucionado la informática de nivel usuario son herramientas que en la blogosfera también sirven además del ordenador convencional. Los móviles inteligentes y las tabletas, al igual que otros aparatos digitales, no dejan de ser también ordenadores: de ahí que al ordenador que de antes ya era conocido, y se había generalizado, lo hayamos calificado de convencional.
Tangibles e intangibles
Hay naturalezas muy variadas en lo que a recursos para un proyecto se refiere. No obstante, si bien cada iniciativa va a requerir su propia especificidad de tipos de recursos, resulta pertinente que a modo de base se tome la distinción genérica entre tangibles e intangibles. Con esto, en particular en los ciclos iniciales de todo proyecto, y se trate o no de un blog, se estará en condición de dar mejor impulso a lo que se realice.
Al igual que con lo cuantitativo y lo cualitativo, en lo que a tangible e intangible se refiere aplicado a desarrollar un blog, o algún proyecto similar, hay una diferencia entre el primer y el segundo término que marca lo que respectivamente es más objetivo y más subjetivo. Es fácil, a nuestro juicio, comprender y determinar lo que son recursos tangibles: todo aquello concreto, se trate propiamente de instrumentos más o menos sofisticados o se trate de cualquier persona implicada en nuestra iniciativa; planificar y usar lo tangible, tanto si nos encargamos nosotros mismos como si lo delegamos, va ligado, en el caso concreto de la blogosfera, a disponer de las herramientas informáticas necesarias y que, en esencia, son las mismas para todo usuario: un ordenador, conexión a Internet y poco más. Resulta un tanto más particular, incluso en el ámbito bloguero, definir lo que concierne a lo intangible pues aquí nos estamos adentrando en el terreno de las habilidades que tengamos y que a su vez sean necesarias en el desarrollo del proyecto, sea tal proyecto individual o grupal, por lo que ya juega un papel más determinante la subjetividad de quien impulse la iniciativa en cuestión: aunque ciertas habilidades básicas, en concreto para el simple hecho de poner un blog en activo, estén también claras porque se trataría de las que se supone que cualquier usuario corriente debiera tener, hay otras habilidades blogueras que, aun siendo básicas y siendo asimismo bueno el resultado obtenido por cualquiera que ejerza tales habilidades, esos resultados serán diferentes en función del estilo y de la costumbre de quien en concreto materialice el blog.
En lo que concierne al tiempo, sólo es considerable recurso en tanto que lo concibas como tu propio tiempo, ya que el tiempo en general no es algo que puede estar o no estar al alcance de todos sino que, por así expresarlo, forma de por sí parte de todos. Tu tiempo es, en este sentido, un intangible que te conviene aprovecharlo bien combinándolo con los otros recursos en pro de que tu proyecto dé resultados óptimos.
Al igual que con lo cuantitativo y lo cualitativo, en lo que a tangible e intangible se refiere aplicado a desarrollar un blog, o algún proyecto similar, hay una diferencia entre el primer y el segundo término que marca lo que respectivamente es más objetivo y más subjetivo. Es fácil, a nuestro juicio, comprender y determinar lo que son recursos tangibles: todo aquello concreto, se trate propiamente de instrumentos más o menos sofisticados o se trate de cualquier persona implicada en nuestra iniciativa; planificar y usar lo tangible, tanto si nos encargamos nosotros mismos como si lo delegamos, va ligado, en el caso concreto de la blogosfera, a disponer de las herramientas informáticas necesarias y que, en esencia, son las mismas para todo usuario: un ordenador, conexión a Internet y poco más. Resulta un tanto más particular, incluso en el ámbito bloguero, definir lo que concierne a lo intangible pues aquí nos estamos adentrando en el terreno de las habilidades que tengamos y que a su vez sean necesarias en el desarrollo del proyecto, sea tal proyecto individual o grupal, por lo que ya juega un papel más determinante la subjetividad de quien impulse la iniciativa en cuestión: aunque ciertas habilidades básicas, en concreto para el simple hecho de poner un blog en activo, estén también claras porque se trataría de las que se supone que cualquier usuario corriente debiera tener, hay otras habilidades blogueras que, aun siendo básicas y siendo asimismo bueno el resultado obtenido por cualquiera que ejerza tales habilidades, esos resultados serán diferentes en función del estilo y de la costumbre de quien en concreto materialice el blog.
En lo que concierne al tiempo, sólo es considerable recurso en tanto que lo concibas como tu propio tiempo, ya que el tiempo en general no es algo que puede estar o no estar al alcance de todos sino que, por así expresarlo, forma de por sí parte de todos. Tu tiempo es, en este sentido, un intangible que te conviene aprovecharlo bien combinándolo con los otros recursos en pro de que tu proyecto dé resultados óptimos.
Diferenciación de un proyecto
Lo que cabe perseguir mediante originalidad e innovación es, evitando caer en la rareza, la máxima diferenciación respecto a lo que haya en el ámbito en el que se desarrolle el proyecto. En cuanto a la blogosfera, un blog bien diferenciado se consigue a base de sintetizar lo mejor posible lo que en él se publique, y sumando esto a una buena dinamización se conseguirá con mayor facilidad un impacto al menos mínimamente relevante.
A lo largo de los ciclos iniciales de un proyecto, incluso si en su etapa potencial hemos hecho un considerable ejercicio de elaboración, con toda probabilidad diferenciar lo que ofrezcamos aún nos requerirá una importante dedicación de tiempo y de recursos: hasta tomar una, por así denominarla, forma más o menos consolidada, que no tiene por qué ser definitiva, los inicios de todo proyecto acostumbran a ser todavía casi de boceto, por lo que el paso de lo inicial a lo veterano no debemos tomarlo en tanto que algo a cumplirse, por lo común, con extrema rapidez. Conseguida una originalidad efectiva a la que acompañe una dinamización bloguera considerable y haciendo que todo ello durante bastante tiempo se refleje en buenos ítems cuantitativos y cualitativos, estaremos en condición de afirmar que nuestro blog, u otra clase de iniciativa más o menos parecida que hagamos, ha conseguido un grado importante de diferenciación. Transitando por ciclos de veteranía la diferenciación, sin embargo, por muy bien conseguida y bien consolidada que la tengamos desde los ciclos iniciales, no va a mantenerse de por sí sin más: si bien en etapas de inicio la diferenciación de un proyecto nos tocará ejercerla respecto a lo que ya había, en los ciclos de madurez deberemos volcar nuestra tarea diferenciadora respecto a lo nuevo que, tras ya haber sacado nuestro proyecto a la luz, pueda ir surgiendo en nuestro ámbito, e incluso en otros.
Que ante tu público, o tus públicos, transmitas la idea de que lo que ofreces es lo definitivo te resultará quizá un buen reclamo publicitario pero, a la práctica, si tienes la convicción de que lo tuyo es lo definitivo, por muy bien diferenciado que en verdad sea tu proyecto, estarás en riesgo de relajarte en exceso de manera que, incluso llegando tal proyecto a una etapa calificable de veteranía, más pronto que tarde y ante tu sorpresa algo acabe suscitando mayor interés. Con una tarea de diferenciación constante la fidelización acostumbrará a darte resultados de carácter positivo.
A lo largo de los ciclos iniciales de un proyecto, incluso si en su etapa potencial hemos hecho un considerable ejercicio de elaboración, con toda probabilidad diferenciar lo que ofrezcamos aún nos requerirá una importante dedicación de tiempo y de recursos: hasta tomar una, por así denominarla, forma más o menos consolidada, que no tiene por qué ser definitiva, los inicios de todo proyecto acostumbran a ser todavía casi de boceto, por lo que el paso de lo inicial a lo veterano no debemos tomarlo en tanto que algo a cumplirse, por lo común, con extrema rapidez. Conseguida una originalidad efectiva a la que acompañe una dinamización bloguera considerable y haciendo que todo ello durante bastante tiempo se refleje en buenos ítems cuantitativos y cualitativos, estaremos en condición de afirmar que nuestro blog, u otra clase de iniciativa más o menos parecida que hagamos, ha conseguido un grado importante de diferenciación. Transitando por ciclos de veteranía la diferenciación, sin embargo, por muy bien conseguida y bien consolidada que la tengamos desde los ciclos iniciales, no va a mantenerse de por sí sin más: si bien en etapas de inicio la diferenciación de un proyecto nos tocará ejercerla respecto a lo que ya había, en los ciclos de madurez deberemos volcar nuestra tarea diferenciadora respecto a lo nuevo que, tras ya haber sacado nuestro proyecto a la luz, pueda ir surgiendo en nuestro ámbito, e incluso en otros.
Que ante tu público, o tus públicos, transmitas la idea de que lo que ofreces es lo definitivo te resultará quizá un buen reclamo publicitario pero, a la práctica, si tienes la convicción de que lo tuyo es lo definitivo, por muy bien diferenciado que en verdad sea tu proyecto, estarás en riesgo de relajarte en exceso de manera que, incluso llegando tal proyecto a una etapa calificable de veteranía, más pronto que tarde y ante tu sorpresa algo acabe suscitando mayor interés. Con una tarea de diferenciación constante la fidelización acostumbrará a darte resultados de carácter positivo.
¿En qué medida debe un blog ser innovador?
La medida en que un proyecto sea original determina el grado de innovación que ese proyecto aporte, potencialmente por lo menos, a su público, o a sus públicos, e incluso a otros ámbitos. ¿De qué modo cabe aplicar esto en lo que se haga en la blogosfera? ¿En qué medida debe un blog ser innovador? Contemplando lo que es característico, por un lado en la macroblogosfera, y por otro, en la microblogosfera, se estará en camino de actuar teniendo por solventada la duda.
Sea en el nivel macro o en el micro, en la blogosfera la innovación pasa por cómo la vehiculemos en términos de interactividad. Al realizar un blog al uso, por tanto en lo referente a lo que hemos convenido en denominar la macroblogosfera, lo importante es elaborar nuestro proyecto tanto como podamos con perspectiva de aportar innovación mediante todo lo que dé de sí la interactividad unidireccional: la clave está en ser tan hábiles como nos sea factible en cuanto a interactuar con la plataforma bloguera que usemos, y si es hasta llegar al nivel de dominar la arquitectura de blogs aún mejor. En redes sociales, o sea en la microblogosfera, la interactividad bidireccional manda: aquí tenemos que definir lo que nos caracterice en lo que se refiera al modo de interactuar aprovechando todas aquellas capacidades que tengamos de intercambiar roles, en general, y reacciones en particular, con demás usuarios. Todo blog debe ser, por tanto, innovador en la medida en que tengamos capacidad, y voluntad, de sacarle el máximo partido en cuanto a originalidad aplicada a la respectiva clase de interactividad que predomina, por una parte, en la macroblogosfera, y por otra, en la microblogosfera. Siendo innovadores en estas maneras de proceder favoreceremos que sean buenos los resultados que obtengamos en nuestro autoanálisis cuantitativo y cualitativo.
Cuando tengas bien definida la estrategia innovadora en tu blog al uso y en sus redes asociadas estarás en disposición de concretar en la blogosfera una presencia consistente en cuanto a tu proyecto. Tanto si el proyecto en cuestión es propiamente lo que publiques en la blogosfera como si es uno al que el soporte blog le sirva de complemento, si has elaborado a conciencia tu estrategia innovadora será más fácil que cualquier ciclo de la trayectoria de la iniciativa evolucione favorablemente.
Sea en el nivel macro o en el micro, en la blogosfera la innovación pasa por cómo la vehiculemos en términos de interactividad. Al realizar un blog al uso, por tanto en lo referente a lo que hemos convenido en denominar la macroblogosfera, lo importante es elaborar nuestro proyecto tanto como podamos con perspectiva de aportar innovación mediante todo lo que dé de sí la interactividad unidireccional: la clave está en ser tan hábiles como nos sea factible en cuanto a interactuar con la plataforma bloguera que usemos, y si es hasta llegar al nivel de dominar la arquitectura de blogs aún mejor. En redes sociales, o sea en la microblogosfera, la interactividad bidireccional manda: aquí tenemos que definir lo que nos caracterice en lo que se refiera al modo de interactuar aprovechando todas aquellas capacidades que tengamos de intercambiar roles, en general, y reacciones en particular, con demás usuarios. Todo blog debe ser, por tanto, innovador en la medida en que tengamos capacidad, y voluntad, de sacarle el máximo partido en cuanto a originalidad aplicada a la respectiva clase de interactividad que predomina, por una parte, en la macroblogosfera, y por otra, en la microblogosfera. Siendo innovadores en estas maneras de proceder favoreceremos que sean buenos los resultados que obtengamos en nuestro autoanálisis cuantitativo y cualitativo.
Cuando tengas bien definida la estrategia innovadora en tu blog al uso y en sus redes asociadas estarás en disposición de concretar en la blogosfera una presencia consistente en cuanto a tu proyecto. Tanto si el proyecto en cuestión es propiamente lo que publiques en la blogosfera como si es uno al que el soporte blog le sirva de complemento, si has elaborado a conciencia tu estrategia innovadora será más fácil que cualquier ciclo de la trayectoria de la iniciativa evolucione favorablemente.
Innovando desde el sofá
Un espíritu aventurero, y en concreto el de alguien que esté en ciclos iniciales de trayectoria emprendedora, con toda probabilidad se inquietará cuando tenga que hacerse a la idea de no disponer de un trampolín del que saltar hacia la innovación. No obstante, hay etapas de emprendimiento propio, sea de por libre sea en grupo, así como también ciclos de proyecto, sea igualmente individual sea en equipo, en los que tomar riesgos, por mucho que haya interés en lanzarse a la aventura, es conveniente dejarlo aplazado.
Está bien acomodarse por iniciativa propia en el sofá mientras no dejemos de lado la evaluación cuantitativa y cualitativa de la fidelización que estemos llevando a cabo y aprovechemos para proyectar posibles maneras de saltar en caso de que en algún otro momento queramos, o debamos, hacer cambios en cuanto a fidelización en particular, y quizá también en otros ámbitos. Si la permanencia en el sofá viene determinada por las circunstancias y no tanto por la propia voluntad profundicemos también tanto como podamos en el análisis cuantitativo y cualitativo respecto a lo que ofrezcamos en pro de incluso ir más allá e innovar. En términos de fidelización, y en general en toda estrategia a seguir a lo largo de la trayectoria de un proyecto, sea tal proyecto un blog u otra clase de iniciativa, innovando desde el sofá estaremos en condición de disponer de recursos preparados a utilizar cuando, por razones internas o externas, nos convenga hacer un salto en lo referente a refidelización, e incluso en lo que concierna a otras áreas relacionadas con lo que hagamos. Por muy aventureros que seamos nos conviene valorar también las etapas de estabilidad y, en este sentido, sacarles partido precisamente para que la siguiente aventura que emprendamos, si bien no estará exenta de cierto riesgo, seamos capaces de emprenderla, y desarrollarla, mejor por muy alto que esté el punto desde donde saltemos.
Tener ímpetu por arriesgarte es genial en su justa medida pero que asimismo aprecies los ciclos más de sofá te irá bien ya desde tus etapas incipientes de emprendimiento y en los comienzos de cualquier proyecto, sea o no un blog, que realices. Lo ideal es que, aun afrontando cierta etapa con calma por ser lo mejor respecto a lo externo, no te lo tomes en tanto que un estado de resignación: dedica esa estabilidad a desarrollar ideas innovadoras que, pese a no aplicarlas de inmediato, más adelante, y en especial cuando ya sí te convenga arriesgarte, puedan resultarte pertinentes.
Está bien acomodarse por iniciativa propia en el sofá mientras no dejemos de lado la evaluación cuantitativa y cualitativa de la fidelización que estemos llevando a cabo y aprovechemos para proyectar posibles maneras de saltar en caso de que en algún otro momento queramos, o debamos, hacer cambios en cuanto a fidelización en particular, y quizá también en otros ámbitos. Si la permanencia en el sofá viene determinada por las circunstancias y no tanto por la propia voluntad profundicemos también tanto como podamos en el análisis cuantitativo y cualitativo respecto a lo que ofrezcamos en pro de incluso ir más allá e innovar. En términos de fidelización, y en general en toda estrategia a seguir a lo largo de la trayectoria de un proyecto, sea tal proyecto un blog u otra clase de iniciativa, innovando desde el sofá estaremos en condición de disponer de recursos preparados a utilizar cuando, por razones internas o externas, nos convenga hacer un salto en lo referente a refidelización, e incluso en lo que concierna a otras áreas relacionadas con lo que hagamos. Por muy aventureros que seamos nos conviene valorar también las etapas de estabilidad y, en este sentido, sacarles partido precisamente para que la siguiente aventura que emprendamos, si bien no estará exenta de cierto riesgo, seamos capaces de emprenderla, y desarrollarla, mejor por muy alto que esté el punto desde donde saltemos.
Tener ímpetu por arriesgarte es genial en su justa medida pero que asimismo aprecies los ciclos más de sofá te irá bien ya desde tus etapas incipientes de emprendimiento y en los comienzos de cualquier proyecto, sea o no un blog, que realices. Lo ideal es que, aun afrontando cierta etapa con calma por ser lo mejor respecto a lo externo, no te lo tomes en tanto que un estado de resignación: dedica esa estabilidad a desarrollar ideas innovadoras que, pese a no aplicarlas de inmediato, más adelante, y en especial cuando ya sí te convenga arriesgarte, puedan resultarte pertinentes.
Cuanto más alto sea el trampolín del que saltar
El riesgo que, se tome más desde lo interno o más desde lo externo, toda refidelización conlleva hace necesario que, en particular, el agente motor de todo proyecto tenga conciencia de que unas veces se podrá refidelizar por iniciativa propia y otras se tendrá que refidelizar aun no siendo lo que apetezca. Si bien al hacerlo por propia iniciativa cabe pensar bien el abandono de algo que en cuanto a fidelización haya funcionado, hacerlo cuando obligan las circunstancias también debe implicar la preferencia por mantener toda estrategia que haya obtenido buen resultado.
Refidelizar por iniciativa propia, por lo tanto desde lo interno, es más bien propio de actitudes aventureras, lo cual es estupendo siempre que no se actúe en base al puro impulso: esto nos confirma la relevancia de evaluar cuantitativa y cualitativamente la tarea de fidelización que en cuanto a nuestro blog, u otra clase de proyecto más o menos similar, hagamos. Cuando se refideliza por cambios en lo externo, y más si son cambios súbitos tal y como en ocasiones acontece con las modas, la aventura la emprenderemos quizá más por obligación, y hasta con más prisa de la que por motivación propia tendríamos, pero si nos hemos acostumbrado a analizar de manera habitual, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo, nuestra tarea fidelizadora estaremos en condiciones de reaccionar mejor. En cualquier caso, estemos en ciclos incipientes o, en cambio, de madurez de proyecto, refidelizar no deja de ser un salto en trampolín, y como tal requiere cierta técnica si se quiere hacer bien, en especial a cuanta más altura se haga el salto: esto sería que, cuanto más drástico sea el reajuste entre fidelidad potencial y efectiva, o sea cuanto más alto sea el trampolín del que saltar, más tomada a conciencia debe estar la decisión en cuanto a estrategia refidelizadora.
Toda innovación en general, y en lo que a refidelización se refiere en particular, no tiene que implicar de por sí el abandono de por lo menos parte de lo que te haya funcionado hasta el momento. No es que los cambios drásticos sean poco, o nada, recomendables. Lo drástico, a veces, será lo mejor a escoger al cambiar, pero que lo hagas por sistema, en concreto siempre que se trate de refidelización, te puede llevar, y sin opción de corregir, al abandono de público receptor y de buenos recursos que, de otra manera, hubieras podido conservar sin renunciar a tus nuevas finalidades.
Refidelizar por iniciativa propia, por lo tanto desde lo interno, es más bien propio de actitudes aventureras, lo cual es estupendo siempre que no se actúe en base al puro impulso: esto nos confirma la relevancia de evaluar cuantitativa y cualitativamente la tarea de fidelización que en cuanto a nuestro blog, u otra clase de proyecto más o menos similar, hagamos. Cuando se refideliza por cambios en lo externo, y más si son cambios súbitos tal y como en ocasiones acontece con las modas, la aventura la emprenderemos quizá más por obligación, y hasta con más prisa de la que por motivación propia tendríamos, pero si nos hemos acostumbrado a analizar de manera habitual, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo, nuestra tarea fidelizadora estaremos en condiciones de reaccionar mejor. En cualquier caso, estemos en ciclos incipientes o, en cambio, de madurez de proyecto, refidelizar no deja de ser un salto en trampolín, y como tal requiere cierta técnica si se quiere hacer bien, en especial a cuanta más altura se haga el salto: esto sería que, cuanto más drástico sea el reajuste entre fidelidad potencial y efectiva, o sea cuanto más alto sea el trampolín del que saltar, más tomada a conciencia debe estar la decisión en cuanto a estrategia refidelizadora.
Toda innovación en general, y en lo que a refidelización se refiere en particular, no tiene que implicar de por sí el abandono de por lo menos parte de lo que te haya funcionado hasta el momento. No es que los cambios drásticos sean poco, o nada, recomendables. Lo drástico, a veces, será lo mejor a escoger al cambiar, pero que lo hagas por sistema, en concreto siempre que se trate de refidelización, te puede llevar, y sin opción de corregir, al abandono de público receptor y de buenos recursos que, de otra manera, hubieras podido conservar sin renunciar a tus nuevas finalidades.
Refidelización desde lo interno
Es importante tener en cuenta toda clase de cambios que hacen recomendable llevar a cabo una refidelización del proyecto. Además de los cambios agrupables bajo la categoría de externos, y que serían fundamentalmente los intereses, y los gustos, de todo público receptor, también cabe considerar los propios cambios que en la dimensión interna del proyecto que se lleve a cabo acontezcan.
Aunque mientras lo cuantitativo y lo cualitativo muestren signos de estar en buen estado la inercia contribuya a mantener la estrategia de fidelización seguida hasta el momento, una etapa de por lo menos cierta estabilidad como sería la de tal caso puede devenir una buena oportunidad de, con esa base, hacer un reajuste en cuanto a la fidelización ejercida en pro de mejorar tal fidelización: se trataría de encajar de nuevo fidelidad potencial y fidelidad efectiva pero por motivaciones internas, derivadas en particular del agente motor. Sin embargo, ¿cuándo estaremos seguros de que nos conviene mantenernos tal cual y en cualquier caso esperar a que se produzcan cambios externos y cuándo lo estaremos de que pese a que estén bien lo cuantitativo y cualitativo debiéremos hacer una refidelización desde lo interno? Todo es cuestión de la capacidad, y la voluntad, que tengamos de observar más allá de lo que hayamos conseguido, por muy bueno que sea, o que nos parezca, y de ahí determinar si la base que tengamos la usamos de sofá y por tanto nos acomodamos, o bien, la aprovechamos de trampolín y, manteniendo o no la fidelización practicada hasta entonces, pasamos a hacer una refidelización desde lo interno, sin esperar por tanto a motivaciones por cambios en el público o los públicos: refidelización que nos lleve a una nueva, y mejor, fidelidad efectiva.
La elección entre el sofá y el trampolín, en el símil planteado, no tienes que tomarla a la ligera: uno y otro son a su manera tentadores pero ninguno es en sí mismo mejor que el otro. Tanto en ciclos iniciales como en ciclos de madurez, lo más probable es que tengas que ir combinando la preferencia por uno y por otro, pero asegúrate bien, y evitando lanzarte al vacío, de que vale la pena usar el trampolín si es para dejar de lado desde lo interno una estrategia de fidelización que ha dado buenos frutos.
Aunque mientras lo cuantitativo y lo cualitativo muestren signos de estar en buen estado la inercia contribuya a mantener la estrategia de fidelización seguida hasta el momento, una etapa de por lo menos cierta estabilidad como sería la de tal caso puede devenir una buena oportunidad de, con esa base, hacer un reajuste en cuanto a la fidelización ejercida en pro de mejorar tal fidelización: se trataría de encajar de nuevo fidelidad potencial y fidelidad efectiva pero por motivaciones internas, derivadas en particular del agente motor. Sin embargo, ¿cuándo estaremos seguros de que nos conviene mantenernos tal cual y en cualquier caso esperar a que se produzcan cambios externos y cuándo lo estaremos de que pese a que estén bien lo cuantitativo y cualitativo debiéremos hacer una refidelización desde lo interno? Todo es cuestión de la capacidad, y la voluntad, que tengamos de observar más allá de lo que hayamos conseguido, por muy bueno que sea, o que nos parezca, y de ahí determinar si la base que tengamos la usamos de sofá y por tanto nos acomodamos, o bien, la aprovechamos de trampolín y, manteniendo o no la fidelización practicada hasta entonces, pasamos a hacer una refidelización desde lo interno, sin esperar por tanto a motivaciones por cambios en el público o los públicos: refidelización que nos lleve a una nueva, y mejor, fidelidad efectiva.
La elección entre el sofá y el trampolín, en el símil planteado, no tienes que tomarla a la ligera: uno y otro son a su manera tentadores pero ninguno es en sí mismo mejor que el otro. Tanto en ciclos iniciales como en ciclos de madurez, lo más probable es que tengas que ir combinando la preferencia por uno y por otro, pero asegúrate bien, y evitando lanzarte al vacío, de que vale la pena usar el trampolín si es para dejar de lado desde lo interno una estrategia de fidelización que ha dado buenos frutos.
Los intereses cambian, los gustos cambian, y en definitiva, los públicos cambian
Si está bien concebido, un proyecto ya cuenta con una fidelidad potencial antes de que tal iniciativa salga a la luz; y si cuando la trayectoria del proyecto esté en marcha la fidelización se lleva a cabo adecuadamente, la fidelidad potencial debiera corresponderse con la fidelidad efectiva. A lo largo de toda su trayectoria, no obstante, el proyecto quizá tenga que readaptarse de tal modo que a la fidelidad potencial y la efectiva se las tenga que hacer encajar de nuevo.
Por mucho que un proyecto desde el principio de su trayectoria consiga una rápida, e intensa, fidelización la fidelidad resultante no es de por sí permanente, ni mucho menos tiene sólo opciones de ir a más y a mejor. El paso de fidelidad potencial a fidelidad efectiva deberemos, con toda probabilidad, volver a realizarlo en varias ocasiones pues los intereses cambian, los gustos cambian, y en definitiva, los públicos cambian. La fidelización, en esencia, consiste en hacer realidad en un público el paso de fidelidad potencial a efectiva respecto a lo que ofrezcamos, y si bien esto está muy claro que debemos hacerlo en un blog, o incluso en otra clase de proyecto, que esté en sus ciclos potenciales e incipientes, a lo largo de etapas veteranas no conviene que descuidemos tener en cuenta los cambios que se vayan produciendo en todo público receptor de nuestra iniciativa. Considerando todo esto nos resultará factible emprender, cuando sea necesario, una fidelización readaptada para, de esta manera, cambiar más o menos nuestro enfoque en cuanto a todo lo que se refiera a fidelización de público receptor.
Una fidelidad potencial que, tras sacar tu proyecto a la luz, no se concrete en fidelidad efectiva no debe hacerte perder, por lo menos de inmediato, la motivación de llevar adelante tu blog, u otra clase de iniciativa, que realices. Mejor será que lo resuelvas tomándotelo como ensayo para la próxima vez que te encuentres en una situación parecida, ya que hasta cuando tú y tu proyecto estéis en ciclos de madurez deberás reajustar en alguna que otra ocasión la fidelización que practiques.
Por mucho que un proyecto desde el principio de su trayectoria consiga una rápida, e intensa, fidelización la fidelidad resultante no es de por sí permanente, ni mucho menos tiene sólo opciones de ir a más y a mejor. El paso de fidelidad potencial a fidelidad efectiva deberemos, con toda probabilidad, volver a realizarlo en varias ocasiones pues los intereses cambian, los gustos cambian, y en definitiva, los públicos cambian. La fidelización, en esencia, consiste en hacer realidad en un público el paso de fidelidad potencial a efectiva respecto a lo que ofrezcamos, y si bien esto está muy claro que debemos hacerlo en un blog, o incluso en otra clase de proyecto, que esté en sus ciclos potenciales e incipientes, a lo largo de etapas veteranas no conviene que descuidemos tener en cuenta los cambios que se vayan produciendo en todo público receptor de nuestra iniciativa. Considerando todo esto nos resultará factible emprender, cuando sea necesario, una fidelización readaptada para, de esta manera, cambiar más o menos nuestro enfoque en cuanto a todo lo que se refiera a fidelización de público receptor.
Una fidelidad potencial que, tras sacar tu proyecto a la luz, no se concrete en fidelidad efectiva no debe hacerte perder, por lo menos de inmediato, la motivación de llevar adelante tu blog, u otra clase de iniciativa, que realices. Mejor será que lo resuelvas tomándotelo como ensayo para la próxima vez que te encuentres en una situación parecida, ya que hasta cuando tú y tu proyecto estéis en ciclos de madurez deberás reajustar en alguna que otra ocasión la fidelización que practiques.
La fidelización que un blog ejerce
Determinar el buen estado de la fidelización que un blog ejerce es crucial en el análisis del buen rumbo que sigue la trayectoria de la iniciativa en cuestión. La mejor valoración del estado de fidelización se conseguirá mediante la adecuada combinación de elementos cuantitativos y cualitativos. ¿De qué manera proceder con la finalidad de realizar esto? la respuesta está en la observación al detalle de lo que, en este sentido, cuantitativo y cualitativo implican.
Observar el buen estado de la fidelización en un blog que propiamente sea un proyecto, o incluso en un proyecto de otra clase pero que emplee un blog a modo más o menos complementario, es cuantitativamente factible de manera muy sencilla mediante herramientas que ofrece la propia blogosfera: los registros de visitas y de toda clase de interactividad nos aportan una perspectiva cuantitativa y precisa de cómo se encuentra la fidelización de nuestro proyecto bloguero; la valoración a realizar es bastante simple: a más visitas, y más constantes, mayor fidelización, y lo mismo en relación a las diferentes clases de interactividad que se pueden desarrollar. La tarea evaluativa de fidelización desde una perspectiva cualitativa es, al igual que todo lo cualitativo, algo más subjetiva y por tanto no tan sencilla de definir de una manera general: cada clase de proyecto, e incluso cada proyecto en particular, debe determinar lo que cabe entender por fidelización buena y fidelización mala. En lo que concierne al ámbito concreto de los blogs, y de proyectos similares, podemos convenir que la fidelización cualitativamente buena es la que se obtiene mediante contenidos bien sintetizados; pese a que aquello que publiquemos sin presentarlo de una manera comprensible y original consiga cuantitativamente cierta y hasta una notable fidelización no estaríamos ante un caso de fidelización calificable de buena en lo cualitativo.
Hagas tu blog a modo individual o en equipo, los ciclos iniciales de tal blog van a ser determinantes para encaminar la fidelización del público, o de los públicos: hacer lo posible por conseguir desde el principio un buen nivel, tanto cuantitativo como cualitativo, de fidelización va a facilitar una base consistente de fidelidad que en los ciclos de veteranía tendrá muchas opciones de mejorar. Conseguir que tu trayectoria de proyecto supere las etapas iniciales con una fidelización cuantitativa y cualitativamente adecuada debieras considerarlo un objetivo primordial.
Observar el buen estado de la fidelización en un blog que propiamente sea un proyecto, o incluso en un proyecto de otra clase pero que emplee un blog a modo más o menos complementario, es cuantitativamente factible de manera muy sencilla mediante herramientas que ofrece la propia blogosfera: los registros de visitas y de toda clase de interactividad nos aportan una perspectiva cuantitativa y precisa de cómo se encuentra la fidelización de nuestro proyecto bloguero; la valoración a realizar es bastante simple: a más visitas, y más constantes, mayor fidelización, y lo mismo en relación a las diferentes clases de interactividad que se pueden desarrollar. La tarea evaluativa de fidelización desde una perspectiva cualitativa es, al igual que todo lo cualitativo, algo más subjetiva y por tanto no tan sencilla de definir de una manera general: cada clase de proyecto, e incluso cada proyecto en particular, debe determinar lo que cabe entender por fidelización buena y fidelización mala. En lo que concierne al ámbito concreto de los blogs, y de proyectos similares, podemos convenir que la fidelización cualitativamente buena es la que se obtiene mediante contenidos bien sintetizados; pese a que aquello que publiquemos sin presentarlo de una manera comprensible y original consiga cuantitativamente cierta y hasta una notable fidelización no estaríamos ante un caso de fidelización calificable de buena en lo cualitativo.
Hagas tu blog a modo individual o en equipo, los ciclos iniciales de tal blog van a ser determinantes para encaminar la fidelización del público, o de los públicos: hacer lo posible por conseguir desde el principio un buen nivel, tanto cuantitativo como cualitativo, de fidelización va a facilitar una base consistente de fidelidad que en los ciclos de veteranía tendrá muchas opciones de mejorar. Conseguir que tu trayectoria de proyecto supere las etapas iniciales con una fidelización cuantitativa y cualitativamente adecuada debieras considerarlo un objetivo primordial.
Beneficios entendidos en un sentido amplio
Hay dos elementos básicos de especial relevancia en el afianzamiento de la trayectoria inicial de prácticamente cualquier blog sanamente ambicioso o proyecto similar: buena síntesis de lo que se publique y dinamización constante de contenidos. La combinación de estos dos elementos contribuye a que se consiga un tercer elemento, la fidelización de público receptor, con lo que, manteniendo a su vez los dos elementos iniciales, se tendrá una buena base para que el proyecto pase a ciclos de veteranía.
Publicar unos contenidos bien sintetizados pero, una vez hecho esto, dejar el blog estático puede tener su sentido: es una opción válida en particular en el caso de perfiles profesionales y de contenidos a modo de guías, por poner respectivamente un ejemplo de ámbito personal y uno temático, o sea, más bien impersonal. La vía, sin embargo, de conseguir aprovechar todas las capacidades que caracterizan un blog pasa por tener por lo menos también una cierta tendencia al dinamismo: un blog de contenidos bien sintetizados y de dinamismo constante facilitará mucho la atracción de visitas, lo cual al cabo de cierto tiempo, nos conducirá a estar más cerca de conseguir la fidelización del público, o de los públicos. Cuando la fidelización sea una realidad, y a la vez sigamos nuestra labor de síntesis y de dinamismo, nos encontraremos en condiciones de disponer de una base de madurez. A partir de una mínima proximidad a la veteranía, habiendo conseguido en este sentido combinar, y mantener, síntesis, dinamismo y fidelización, obtendremos una mayor viabilidad en cuanto a que nuestro proyecto, sea un blog o casi cualquier otra clase de iniciativa, dé sus frutos.
En el mejor de los casos, los frutos obtenidos por un blog estático tendrán tendencia a ser muy puntuales, pues tal clase de blog acostumbra a tener para quien lo realice una función secundaria o a estar vinculado a otra clase de iniciativa en la que se vuelcan los mayores esfuerzos. Si en cambio, la síntesis la unes al dinamismo, y estos dos elementos los mantienes al conseguir una mínima fidelización, tu proyecto tendrá más opciones de que se generen beneficios: beneficios entendidos en un sentido amplio, esto es más bien en tanto que consecución de objetivos, lo cual no tiene por qué implicar por tanto necesariamente consecución de ganancias económicas.
Publicar unos contenidos bien sintetizados pero, una vez hecho esto, dejar el blog estático puede tener su sentido: es una opción válida en particular en el caso de perfiles profesionales y de contenidos a modo de guías, por poner respectivamente un ejemplo de ámbito personal y uno temático, o sea, más bien impersonal. La vía, sin embargo, de conseguir aprovechar todas las capacidades que caracterizan un blog pasa por tener por lo menos también una cierta tendencia al dinamismo: un blog de contenidos bien sintetizados y de dinamismo constante facilitará mucho la atracción de visitas, lo cual al cabo de cierto tiempo, nos conducirá a estar más cerca de conseguir la fidelización del público, o de los públicos. Cuando la fidelización sea una realidad, y a la vez sigamos nuestra labor de síntesis y de dinamismo, nos encontraremos en condiciones de disponer de una base de madurez. A partir de una mínima proximidad a la veteranía, habiendo conseguido en este sentido combinar, y mantener, síntesis, dinamismo y fidelización, obtendremos una mayor viabilidad en cuanto a que nuestro proyecto, sea un blog o casi cualquier otra clase de iniciativa, dé sus frutos.
En el mejor de los casos, los frutos obtenidos por un blog estático tendrán tendencia a ser muy puntuales, pues tal clase de blog acostumbra a tener para quien lo realice una función secundaria o a estar vinculado a otra clase de iniciativa en la que se vuelcan los mayores esfuerzos. Si en cambio, la síntesis la unes al dinamismo, y estos dos elementos los mantienes al conseguir una mínima fidelización, tu proyecto tendrá más opciones de que se generen beneficios: beneficios entendidos en un sentido amplio, esto es más bien en tanto que consecución de objetivos, lo cual no tiene por qué implicar por tanto necesariamente consecución de ganancias económicas.
Permanencia, y validez, en la forma de publicación inicial
De alternar, y más si se hace de manera aleatoria e indiscriminada, varias formas de concretar la postsíntesis se generará lío a quien se ocupe del blog, además de en todo público receptor. Ello confirma que se opte por lo que se opte, lo mejor es que se procure mantener en tanto que costumbre a seguir aplicando en toda postsíntesis que en un blog, y en general en cualquier portal de Internet, se haga.
Una de las grandes ventajas que ofrece Internet en general y la blogosfera en particular es la fácil capacidad de que un contenido sea consultable, no sólo en la fecha que se publique, sino tantas veces como se quiera, en todo momento, por parte de prácticamente cualquiera y desde prácticamente cualquier lugar físico. Si respecto a lo que vamos publicando aplicamos por costumbre muy constantes postsíntesis y además vamos cambiando muy a menudo de forma de concretar tales postsíntesis, estaremos dotando de muy poca estabilidad a nuestros contenidos, tanto en su forma como en su accesibilidad. Ya que debemos no abusar de la postsíntesis de contenidos, en nuestra condición concreta de blogueros proceder de una manera poco sistemática, y en particular en cuanto a la postsíntesis por supresión y por modificación, no nos va a reportar ninguna ventaja: más bien nos estaremos conduciendo a nosotros mismos hacia una indefinición en cuanto a nuestra propia manera de proceder ante las síntesis 'a posteriori', e incluso ante cualquier otra clase de actualización, lo cual repercutirá en la confusión del público, o de los públicos, respecto a tener la certeza de que un contenido nuestro va a tener permanencia, y validez, en la forma de publicación inicial; una confusión de tal carácter nos hace poner en riesgo la fidelización, potencial o ya efectiva, en todo público receptor.
Al acostumbrarte a hacer buenas síntesis desde un principio para toda publicación que vayas a hacer en tu blog, evitas tener que recurrir a la postsíntesis más de lo preciso. Es recomendable que la elección de la clase de postsíntesis la hagas en los ciclos potenciales de tu proyecto, o máximo en los iniciales tras haberlo sacado a la luz. En particular, de preferirse la supresión o la modificación, lo mejor es que entonces se trate del caso de un blog de tendencia estática, lo cual en el caso de contenidos a modo de guías puede resultar la opción más acertada, mientras que la adición, aunque nos parece que en general es por lo menos casi siempre la mejor opción, es del todo recomendable en blogs dinámicos.
Una de las grandes ventajas que ofrece Internet en general y la blogosfera en particular es la fácil capacidad de que un contenido sea consultable, no sólo en la fecha que se publique, sino tantas veces como se quiera, en todo momento, por parte de prácticamente cualquiera y desde prácticamente cualquier lugar físico. Si respecto a lo que vamos publicando aplicamos por costumbre muy constantes postsíntesis y además vamos cambiando muy a menudo de forma de concretar tales postsíntesis, estaremos dotando de muy poca estabilidad a nuestros contenidos, tanto en su forma como en su accesibilidad. Ya que debemos no abusar de la postsíntesis de contenidos, en nuestra condición concreta de blogueros proceder de una manera poco sistemática, y en particular en cuanto a la postsíntesis por supresión y por modificación, no nos va a reportar ninguna ventaja: más bien nos estaremos conduciendo a nosotros mismos hacia una indefinición en cuanto a nuestra propia manera de proceder ante las síntesis 'a posteriori', e incluso ante cualquier otra clase de actualización, lo cual repercutirá en la confusión del público, o de los públicos, respecto a tener la certeza de que un contenido nuestro va a tener permanencia, y validez, en la forma de publicación inicial; una confusión de tal carácter nos hace poner en riesgo la fidelización, potencial o ya efectiva, en todo público receptor.
Al acostumbrarte a hacer buenas síntesis desde un principio para toda publicación que vayas a hacer en tu blog, evitas tener que recurrir a la postsíntesis más de lo preciso. Es recomendable que la elección de la clase de postsíntesis la hagas en los ciclos potenciales de tu proyecto, o máximo en los iniciales tras haberlo sacado a la luz. En particular, de preferirse la supresión o la modificación, lo mejor es que entonces se trate del caso de un blog de tendencia estática, lo cual en el caso de contenidos a modo de guías puede resultar la opción más acertada, mientras que la adición, aunque nos parece que en general es por lo menos casi siempre la mejor opción, es del todo recomendable en blogs dinámicos.
Formas de concretar en un blog lo postsintetizado
Abordar de nuevo lo que fue, o fueron, el post, o los posts, de que se trate con tal de hacer postsíntesis es factible, por las propias características de la blogosfera, llevarlo a cabo por supresión, modificación o adición. Las dos primeras modalidades, ya de por sí con facilidad de confundirse, tienen en común, y a diferencia de la tercera, que sacan del propio blog la evidencia pública de que en lo que el post, o los posts, de que se trate ha habido síntesis 'a posteriori'.
Cuando sinteticemos, o incluso resinteticemos, un post cabe que nos preguntemos si queremos mantener de todos modos tal post inicial, o si preferimos que éste quede sustituido por completo por el nuevo, y debidamente sintetizado, contenido que hagamos. Elijamos lo que elijamos respecto a un único post será mejor si además, y situándonos en particular en ciclos iniciales de un proyecto, concebimos la elección en tanto que una regla propia que intentemos mantener en pro de integrarla en nuestro estilo y de que todo público receptor tenga claro que eso es parte de lo que define nuestra manera de publicar contenidos. Distingamos bien entonces lo que entenderíamos por cada una de las formas de concretar en un blog lo postsintetizado y empezando por nuestra forma preferida: la adición. Con la adición, respecto a lo que fue, o fueron, el post, o los posts, de que se trate no hay alteración, se deja, o se dejan, tal cual y se procede a publicar algo nuevo al respecto: esto nos parece lo mejor, y es por lo que en este mismo blog nos inclinamos, pues evita que, pese a lo poco adecuadamente presentado que estuviera un contenido, éste continúe accesible para quien de entre el público, o los públicos, hubiera podido considerar que de algún modo le sirvió; es también una manera de ante uno mismo, o de ante el propio equipo en un proyecto grupal, dejar constancia de la evolución que hayamos hecho a la vez que también queda patente tal evolución ante todo público receptor. La supresión y la modificación sacan del alcance público lo que el post, o los posts, de que se trate en el mismo blog: si en el blog no se fechan los posts, el resultado de la supresión y de la modificación va a ser lo mismo; pero al fechar los contenidos, cuando se publique uno con fecha actual y eliminemos el anterior con su respectiva fecha estaremos haciendo claramente supresión; mientras que si hacemos, sobre un post fechado, cambios en fecha posterior sin alterar tal fecha inicial estaremos haciendo modificación.
Que hagas postsíntesis no tiene por qué implicar que lo mejor sea sacar el post, o los posts, de que se trate de la consulta pública en general, y en el propio blog en particular. De hecho, al intentar, respecto a un contenido ya publicado, no dejar rastro, sea por supresión sea por modificación, es posible que hasta causes más desconcierto entre el público, o los públicos. En particular, en la microblogosfera, o sea, en las redes sociales, hay casos de plataformas en las que la modificación casi no se permite, o no se permite en absoluto: en especial en este último caso, por tanto, si postsintetizas, o en general actualizas, cualquiera de tus contenidos debe ser o conservando o suprimiendo lo previo.
Cuando sinteticemos, o incluso resinteticemos, un post cabe que nos preguntemos si queremos mantener de todos modos tal post inicial, o si preferimos que éste quede sustituido por completo por el nuevo, y debidamente sintetizado, contenido que hagamos. Elijamos lo que elijamos respecto a un único post será mejor si además, y situándonos en particular en ciclos iniciales de un proyecto, concebimos la elección en tanto que una regla propia que intentemos mantener en pro de integrarla en nuestro estilo y de que todo público receptor tenga claro que eso es parte de lo que define nuestra manera de publicar contenidos. Distingamos bien entonces lo que entenderíamos por cada una de las formas de concretar en un blog lo postsintetizado y empezando por nuestra forma preferida: la adición. Con la adición, respecto a lo que fue, o fueron, el post, o los posts, de que se trate no hay alteración, se deja, o se dejan, tal cual y se procede a publicar algo nuevo al respecto: esto nos parece lo mejor, y es por lo que en este mismo blog nos inclinamos, pues evita que, pese a lo poco adecuadamente presentado que estuviera un contenido, éste continúe accesible para quien de entre el público, o los públicos, hubiera podido considerar que de algún modo le sirvió; es también una manera de ante uno mismo, o de ante el propio equipo en un proyecto grupal, dejar constancia de la evolución que hayamos hecho a la vez que también queda patente tal evolución ante todo público receptor. La supresión y la modificación sacan del alcance público lo que el post, o los posts, de que se trate en el mismo blog: si en el blog no se fechan los posts, el resultado de la supresión y de la modificación va a ser lo mismo; pero al fechar los contenidos, cuando se publique uno con fecha actual y eliminemos el anterior con su respectiva fecha estaremos haciendo claramente supresión; mientras que si hacemos, sobre un post fechado, cambios en fecha posterior sin alterar tal fecha inicial estaremos haciendo modificación.
Que hagas postsíntesis no tiene por qué implicar que lo mejor sea sacar el post, o los posts, de que se trate de la consulta pública en general, y en el propio blog en particular. De hecho, al intentar, respecto a un contenido ya publicado, no dejar rastro, sea por supresión sea por modificación, es posible que hasta causes más desconcierto entre el público, o los públicos. En particular, en la microblogosfera, o sea, en las redes sociales, hay casos de plataformas en las que la modificación casi no se permite, o no se permite en absoluto: en especial en este último caso, por tanto, si postsintetizas, o en general actualizas, cualquiera de tus contenidos debe ser o conservando o suprimiendo lo previo.
La postsíntesis de posts
Resulta bastante evidente lo que diferencia la síntesis aplicada 'a posteriori' en todo un blog y la aplicada a contenidos concretos, pero conviene destacar el hecho de que la primera afectará más a la segunda que la segunda a la primera. De ahí que lo que concierne a la postsíntesis de todo un blog es, en general, aplicable también a la postsíntesis de contenidos concretos y no tanto a la inversa.
En cuanto a blogs se refiere, los contenidos específicos que consideraremos son los posts. De haber otras clases de contenidos concretos en nuestro blog, se podrá extrapolar, por lo común al menos, lo que en cuanto a los posts vamos a abordar. Al hacer la postsíntesis de posts, y no de todo el blog en su conjunto, tal síntesis 'a posteriori' queda restringida a cualquier post en que hayamos considerado oportuno aplicar la síntesis después de la publicación. La manera ideal de llevar a cabo la síntesis aplicada 'a posteriori' en posts, según nuestra perspectiva, sería la que conlleve que publiquemos al menos un nuevo post en que, haciendo más o menos referencia al post inicial o a los posts iniciales, abordemos bien sintetizado aquello que en su momento o no se sintetizó o se sintetizó inadecuadamente. Se trata de definir bien el eje temático genérico del post, o de los posts, y de ahí hacer los nuevos posts que consideremos pertinentes y desde una elaboración comprensible y original: todo ello en el mismo blog del que se trate y sin tener necesariamente por qué implicar que reconsideremos otros posts del mismo blog y que estén ya sintetizados bien.
Si por lo general sintetizas adecuadamente tus posts, en aquellos en los que te des cuenta de que no los sintetizaste o de que no aplicaste una buena síntesis te servirá también la técnica de la síntesis pero aplicándola 'a posteriori', sin necesidad, en principio, de que tengas que suprimir ni modificar los posts respecto a los que hagas tal postsíntesis. Es sólo cuestión de retomar lo que el post, o los posts, de que se trate y hacer al respecto un post, o varios posts, en que, tal y como debiera ser siempre, la aplicación de la síntesis la hagas antes de la publicación.
En cuanto a blogs se refiere, los contenidos específicos que consideraremos son los posts. De haber otras clases de contenidos concretos en nuestro blog, se podrá extrapolar, por lo común al menos, lo que en cuanto a los posts vamos a abordar. Al hacer la postsíntesis de posts, y no de todo el blog en su conjunto, tal síntesis 'a posteriori' queda restringida a cualquier post en que hayamos considerado oportuno aplicar la síntesis después de la publicación. La manera ideal de llevar a cabo la síntesis aplicada 'a posteriori' en posts, según nuestra perspectiva, sería la que conlleve que publiquemos al menos un nuevo post en que, haciendo más o menos referencia al post inicial o a los posts iniciales, abordemos bien sintetizado aquello que en su momento o no se sintetizó o se sintetizó inadecuadamente. Se trata de definir bien el eje temático genérico del post, o de los posts, y de ahí hacer los nuevos posts que consideremos pertinentes y desde una elaboración comprensible y original: todo ello en el mismo blog del que se trate y sin tener necesariamente por qué implicar que reconsideremos otros posts del mismo blog y que estén ya sintetizados bien.
Si por lo general sintetizas adecuadamente tus posts, en aquellos en los que te des cuenta de que no los sintetizaste o de que no aplicaste una buena síntesis te servirá también la técnica de la síntesis pero aplicándola 'a posteriori', sin necesidad, en principio, de que tengas que suprimir ni modificar los posts respecto a los que hagas tal postsíntesis. Es sólo cuestión de retomar lo que el post, o los posts, de que se trate y hacer al respecto un post, o varios posts, en que, tal y como debiera ser siempre, la aplicación de la síntesis la hagas antes de la publicación.
Hacer síntesis 'a posteriori'
A veces, por las razones que sean, un blog puede nacer no sintetizado, o sintetizado pero no debidamente. Si la línea temática genérica de un blog ya publicado no ha sido fruto de una concienzuda selección ni de un mínimo hallazgo de originalidad, se debe tomar en seria consideración aplicar la síntesis lo antes posible con el fin de evitar consecuencias negativas en la capacidad de impacto del proyecto.
Para aplicar la síntesis de un blog al completo el momento idóneo es antes de que el blog en cuestión salga a la luz. Emprender un blog, u otro proyecto que en especial sea similar, sin haberlo sintetizado bien nos conducirá con toda probabilidad a ofrecer unos contenidos que, sean breves sean largos, no resultarán fáciles de comprender, ni originales, incluso por muy bien que nos hayamos preocupado de definir adecuadamente el público, o los públicos. Habernos saltado la síntesis en los ciclos potenciales, y hasta en ciclos algo más allá de los incipientes, no implica sin embargo que no haya opción de repensar el blog desde una nueva perspectiva con la que apliquemos la síntesis, en pro de ofrecer una mayor facilidad de comprensión, y una mayor originalidad, de lo que publiquemos. En el público, o los públicos, quizá tarde en apreciarse que lo que con la nueva perspectiva ofrecemos no es un simple giro porque sí, pero en cualquier caso hacer síntesis 'a posteriori', o sea, una vez publicado el blog, será mejor que no dotar de comprensibilidad ni de originalidad a la línea temática general.
Que tengas que hacer síntesis 'a posteriori' te implicará repensar a conciencia todo el blog antes de que la capacidad de impacto de ese blog merme de manera considerable. No dejes que la trayectoria de tu proyecto hacia la veteranía quede estancada por no haberte dedicado a hacer una mínima tarea de síntesis a conciencia. Lo aquí explicado respecto a la síntesis de todo un blog es, en general, aplicable también a la síntesis en cuanto a contenidos concretos.
Para aplicar la síntesis de un blog al completo el momento idóneo es antes de que el blog en cuestión salga a la luz. Emprender un blog, u otro proyecto que en especial sea similar, sin haberlo sintetizado bien nos conducirá con toda probabilidad a ofrecer unos contenidos que, sean breves sean largos, no resultarán fáciles de comprender, ni originales, incluso por muy bien que nos hayamos preocupado de definir adecuadamente el público, o los públicos. Habernos saltado la síntesis en los ciclos potenciales, y hasta en ciclos algo más allá de los incipientes, no implica sin embargo que no haya opción de repensar el blog desde una nueva perspectiva con la que apliquemos la síntesis, en pro de ofrecer una mayor facilidad de comprensión, y una mayor originalidad, de lo que publiquemos. En el público, o los públicos, quizá tarde en apreciarse que lo que con la nueva perspectiva ofrecemos no es un simple giro porque sí, pero en cualquier caso hacer síntesis 'a posteriori', o sea, una vez publicado el blog, será mejor que no dotar de comprensibilidad ni de originalidad a la línea temática general.
Que tengas que hacer síntesis 'a posteriori' te implicará repensar a conciencia todo el blog antes de que la capacidad de impacto de ese blog merme de manera considerable. No dejes que la trayectoria de tu proyecto hacia la veteranía quede estancada por no haberte dedicado a hacer una mínima tarea de síntesis a conciencia. Lo aquí explicado respecto a la síntesis de todo un blog es, en general, aplicable también a la síntesis en cuanto a contenidos concretos.
Sintetizar todo el blog
Considerándose que tema y esencia son lo mismo, también se puede considerar que eje temático es lo mismo que eje esencial. Del mismo modo, si a la esencia de los contenidos, de un blog o de algún otro proyecto que en especial sea similar, se llega mediante la síntesis, igualmente la línea temática genérica es factible definirla mediante síntesis.
Debemos situarnos primordialmente en los ciclos potenciales e incipientes de un proyecto para tener claro cómo, y en particular cuándo, es mejor aplicar la síntesis no sólo a los contenidos concretos que de manera más o menos constante vayamos a ofrecer al público, o a los públicos, sino a la forma global que demos al proyecto que saquemos a la luz, sin perjuicio de que el blog, o la iniciativa de la que se trate, evolucione una vez ya se haya publicado. En el caso particular, de los blogs y proyectos similares, sintetizar en un sentido amplio vendría a ser determinar la línea temática genérica que vamos a seguir. Si el blog es monotemático, la esencia de cada contenido particular que publiquemos coincidirá con el eje esencial, pero si es multitemático la esencia concreta de los diferentes contenidos estarán, aunque sin perder el vínculo, más cerca o más lejos del eje esencial. Sintetizar todo el blog que queramos emprender, en definitiva, es hacer desde el principio una minuciosa selección de lo que, entre todo aquello que nos pueda interesar publicar, tenga un cierto sentido comprensible, y fácilmente identificable, por el público o los públicos, a la vez que nos resulte factible llevar a cabo tal proyecto con una mínima originalidad.
Un blog que impulses por ti mismo, y más si lo haces por completo de por libre, conllevará que tengas un alto margen de libertad en cuanto a sintetizar el blog en base a aquello que más te guste. En proyectos grupales, si además no formas parte del agente motor, y de no ser que te den margen suficiente de libertad, lo que te parezca adecuado para la línea temática genérica quedará quizá diluido según las directrices que te marquen o en la medida que te tengas que amoldar al resto de gente implicada en el equipo de realización.
Debemos situarnos primordialmente en los ciclos potenciales e incipientes de un proyecto para tener claro cómo, y en particular cuándo, es mejor aplicar la síntesis no sólo a los contenidos concretos que de manera más o menos constante vayamos a ofrecer al público, o a los públicos, sino a la forma global que demos al proyecto que saquemos a la luz, sin perjuicio de que el blog, o la iniciativa de la que se trate, evolucione una vez ya se haya publicado. En el caso particular, de los blogs y proyectos similares, sintetizar en un sentido amplio vendría a ser determinar la línea temática genérica que vamos a seguir. Si el blog es monotemático, la esencia de cada contenido particular que publiquemos coincidirá con el eje esencial, pero si es multitemático la esencia concreta de los diferentes contenidos estarán, aunque sin perder el vínculo, más cerca o más lejos del eje esencial. Sintetizar todo el blog que queramos emprender, en definitiva, es hacer desde el principio una minuciosa selección de lo que, entre todo aquello que nos pueda interesar publicar, tenga un cierto sentido comprensible, y fácilmente identificable, por el público o los públicos, a la vez que nos resulte factible llevar a cabo tal proyecto con una mínima originalidad.
Un blog que impulses por ti mismo, y más si lo haces por completo de por libre, conllevará que tengas un alto margen de libertad en cuanto a sintetizar el blog en base a aquello que más te guste. En proyectos grupales, si además no formas parte del agente motor, y de no ser que te den margen suficiente de libertad, lo que te parezca adecuado para la línea temática genérica quedará quizá diluido según las directrices que te marquen o en la medida que te tengas que amoldar al resto de gente implicada en el equipo de realización.
Múltiples ideas esenciales
Lo que hace que un contenido sintetizado sea también complejo es que en vez de constar de una única esencia consta de varias. A más esencias, más complejo resultará el contenido del que se trate, aunque tal complejidad, si se ha procedido de modo adecuado con la síntesis, no impedirá la facilidad de comprensión.
Toda esencia de un contenido tiene que ser un tema, sea único sea uno de los varios temas que respecto al propio contenido abordemos. Manejarnos con una esencia, o con varias esencias, de contenido es manejarnos respectivamente con un tema o con varios: esencia de un contenido es lo mismo, por tanto, que tema de un contenido. En la microblogosfera, o sea en las redes sociales, la brevedad y lo esencial es necesario que a menudo se unan en particular en cuanto a texto, mientras lo esencial no sea muy multiesencial, pues entonces, al haber múltiples ideas esenciales en un contenido bloguero, o sea varios temas, y que además constituyan un considerable número, teniendo además en cuenta que brevedad y síntesis no son lo mismo, las redes sociales implicarán al menos cierta dificultad en cuanto a mostrar un contenido que, aun siendo sintético, sea muy elaborado y dé lugar, por lo general, a una notable extensión, en especial también en formato texto, pues los formatos imagen, sonido y audiovisual son, o por lo menos acostumbran a ser, en prácticamente cualquier caso reproducibles en su totalidad igual, o casi igual, en las redes sociales y en la macroblogosfera. Para el formato texto muy elaborado la mejor opción será enlazar desde la microblogosfera a la macroblogosfera, o a otro lugar de Internet con capacidad de albergar textos más largos respecto a los que las redes sociales acostumbran a hacer fáciles de apreciar.
Aunque quieras hacer de tu especialidad los contenidos unitemáticos y breves, para lo que las redes sociales te serán más que útiles, hacer por lo menos en ocasiones no tantos contenidos breves sino largos pero convenientemente sintetizados te dará un buen resultado en tu proyecto bloguero. Si dentro de lo multimedia te manejas con imagen, sonido o audiovisual, con las redes sociales quizá tengas de todos modos suficiente para tales contenidos largos, pero la macroblogosfera es mejor en el caso del texto.
Toda esencia de un contenido tiene que ser un tema, sea único sea uno de los varios temas que respecto al propio contenido abordemos. Manejarnos con una esencia, o con varias esencias, de contenido es manejarnos respectivamente con un tema o con varios: esencia de un contenido es lo mismo, por tanto, que tema de un contenido. En la microblogosfera, o sea en las redes sociales, la brevedad y lo esencial es necesario que a menudo se unan en particular en cuanto a texto, mientras lo esencial no sea muy multiesencial, pues entonces, al haber múltiples ideas esenciales en un contenido bloguero, o sea varios temas, y que además constituyan un considerable número, teniendo además en cuenta que brevedad y síntesis no son lo mismo, las redes sociales implicarán al menos cierta dificultad en cuanto a mostrar un contenido que, aun siendo sintético, sea muy elaborado y dé lugar, por lo general, a una notable extensión, en especial también en formato texto, pues los formatos imagen, sonido y audiovisual son, o por lo menos acostumbran a ser, en prácticamente cualquier caso reproducibles en su totalidad igual, o casi igual, en las redes sociales y en la macroblogosfera. Para el formato texto muy elaborado la mejor opción será enlazar desde la microblogosfera a la macroblogosfera, o a otro lugar de Internet con capacidad de albergar textos más largos respecto a los que las redes sociales acostumbran a hacer fáciles de apreciar.
Aunque quieras hacer de tu especialidad los contenidos unitemáticos y breves, para lo que las redes sociales te serán más que útiles, hacer por lo menos en ocasiones no tantos contenidos breves sino largos pero convenientemente sintetizados te dará un buen resultado en tu proyecto bloguero. Si dentro de lo multimedia te manejas con imagen, sonido o audiovisual, con las redes sociales quizá tengas de todos modos suficiente para tales contenidos largos, pero la macroblogosfera es mejor en el caso del texto.
La complejidad de lo sintetizado
Que un contenido sintético no quede breve no es extraño. Síntesis es ir a lo esencial, pero no todo lo que se sintetice tiene que, ni incluso en ocasiones debe, estar marcado por la brevedad. La correcta síntesis implica hacer que algo sea sencillo, simple, y no tanto que sea breve: así que, aunque la sencillez y la brevedad a menudo vayan juntas, a nuestro entender no son, por lo menos siempre, lo mismo.
Al sintetizar estamos haciendo que la comprensión de un mensaje sea sencilla, simple: fácil, en definitiva. Lo comprensible que seamos capaces de presentar un contenido no conlleva que por fuerza apliquemos a tal contenido la brevedad, y esto se debe a que un mensaje breve, a veces y precisamente por ser breve, no queda claro, le falta algún que otro elemento que, si bien hará complejo el mensaje, le aportará facilidad de ser comprendido: esto conviene tenerlo muy presente en un ámbito como el que en particular es la blogosfera, donde, y en especial en la microblogosfera, la brevedad acostumbra a predominar. Tener en la blogosfera una presencia limitada a los mensajes breves está bien en concreto aplicándose a blogs incipientes, pero a medida que el transcurso de la trayectoria del proyecto bloguero pase a ciclos de madurez, será de esperar que por lo menos nuestra presencia en la macroblogosfera aporte, aunque sea de vez en cuando, contenidos de una cierta complejidad; contenidos en los que no debemos dejar de lado la síntesis, consiguiendo así la complejidad de lo sintetizado y que, por lo tanto, por más complejo que sea lo que transmitamos, sea fácil de entender.
Por la rapidez que proporciona en cuanto a comunicación, acorde con lo que permite Internet en general y la blogosfera en particular, la brevedad de los mensajes no siempre va a ser lo mejor. El abuso de los contenidos breves puede conducir al riesgo de transmitir al público, o a los públicos, una impresión de que tu presencia en la blogosfera se sustenta en la dejadez. No sacrifiques la complejidad porque pienses que lo complejo va a resultar tedioso: si aplicas bien la síntesis, hasta lo más complejo que transmitas tiene opciones de ser interesante.
Al sintetizar estamos haciendo que la comprensión de un mensaje sea sencilla, simple: fácil, en definitiva. Lo comprensible que seamos capaces de presentar un contenido no conlleva que por fuerza apliquemos a tal contenido la brevedad, y esto se debe a que un mensaje breve, a veces y precisamente por ser breve, no queda claro, le falta algún que otro elemento que, si bien hará complejo el mensaje, le aportará facilidad de ser comprendido: esto conviene tenerlo muy presente en un ámbito como el que en particular es la blogosfera, donde, y en especial en la microblogosfera, la brevedad acostumbra a predominar. Tener en la blogosfera una presencia limitada a los mensajes breves está bien en concreto aplicándose a blogs incipientes, pero a medida que el transcurso de la trayectoria del proyecto bloguero pase a ciclos de madurez, será de esperar que por lo menos nuestra presencia en la macroblogosfera aporte, aunque sea de vez en cuando, contenidos de una cierta complejidad; contenidos en los que no debemos dejar de lado la síntesis, consiguiendo así la complejidad de lo sintetizado y que, por lo tanto, por más complejo que sea lo que transmitamos, sea fácil de entender.
Por la rapidez que proporciona en cuanto a comunicación, acorde con lo que permite Internet en general y la blogosfera en particular, la brevedad de los mensajes no siempre va a ser lo mejor. El abuso de los contenidos breves puede conducir al riesgo de transmitir al público, o a los públicos, una impresión de que tu presencia en la blogosfera se sustenta en la dejadez. No sacrifiques la complejidad porque pienses que lo complejo va a resultar tedioso: si aplicas bien la síntesis, hasta lo más complejo que transmitas tiene opciones de ser interesante.
Síntesis en base al ciclo
En función de los ciclos de la trayectoria de todo proyecto, la síntesis es mejor aplicarla de manera preferente o bien en tanto que borrador o bien en tanto que forma de publicación final. También lo es según el ciclo en el que se encuentre quien se ocupe del proyecto en cuestión, aunque en cualquier caso lo conveniente será que se dé preferencia a lo adecuado según el ciclo de la trayectoria del proyecto, de no ser que se trate de un blog, u otra clase de iniciativa, de carácter personal muy marcado.
Cualquier blog que esté en sus ciclos iniciales funcionará de manera adecuada si procura fundamentar sus contenidos en una síntesis aplicada al menos en modo borrador; de una preparación en base a la síntesis, si se hace una expansión hacia un contenido final publicado de elevada elaboración, con toda probabilidad la publicación que hagamos estará mínimamente bien realizada, pues lo que ofrezcamos estará sustentado en el desarrollo desde una bien definida esencia. Al encontrarnos en etapas avanzadas del blog, y teniendo igualmente en cuenta la síntesis en base al ciclo en el que estemos, lo que transmitamos quizá no requiera recurrir tanto a la síntesis al hacer el borrador que corresponda, pues ya de por sí, por tener una trayectoria considerable, será difícil que a los borradores se les pueda sintetizar debido a que el bagaje acumulado en una trayectoria en ciclos de madurez contribuye a que lo que queramos publicar nazca con un alto grado de elaboración difícil de exprimir; sin embargo, la publicación final, pese a no poder evitar una gran elaboración, e incluso una notable complejidad, debiera procurar estar de todos modos sintetizada, en el sentido de no añadir más complejidad de lo que ya de por sí, pese a ceñirnos a lo esencial, transmitamos.
Tratándose de un blog, o incluso de otro proyecto, muy personal el ciclo del proyecto y el del agente motor tienen, o debieran tener, por lo menos cierta tendencia a fundirse. Aunque emprendas una iniciativa personal desde cero, si tu propia trayectoria ya es de madurez, el público al que te dirijas en lo nuevo que ofrezcas esperará que ese nuevo proyecto refleje también rasgos de veteranía. De ser tu preferencia que un nuevo proyecto no tenga por qué plasmar tu veteranía opta por emprender uno impersonal.
Cualquier blog que esté en sus ciclos iniciales funcionará de manera adecuada si procura fundamentar sus contenidos en una síntesis aplicada al menos en modo borrador; de una preparación en base a la síntesis, si se hace una expansión hacia un contenido final publicado de elevada elaboración, con toda probabilidad la publicación que hagamos estará mínimamente bien realizada, pues lo que ofrezcamos estará sustentado en el desarrollo desde una bien definida esencia. Al encontrarnos en etapas avanzadas del blog, y teniendo igualmente en cuenta la síntesis en base al ciclo en el que estemos, lo que transmitamos quizá no requiera recurrir tanto a la síntesis al hacer el borrador que corresponda, pues ya de por sí, por tener una trayectoria considerable, será difícil que a los borradores se les pueda sintetizar debido a que el bagaje acumulado en una trayectoria en ciclos de madurez contribuye a que lo que queramos publicar nazca con un alto grado de elaboración difícil de exprimir; sin embargo, la publicación final, pese a no poder evitar una gran elaboración, e incluso una notable complejidad, debiera procurar estar de todos modos sintetizada, en el sentido de no añadir más complejidad de lo que ya de por sí, pese a ceñirnos a lo esencial, transmitamos.
Tratándose de un blog, o incluso de otro proyecto, muy personal el ciclo del proyecto y el del agente motor tienen, o debieran tener, por lo menos cierta tendencia a fundirse. Aunque emprendas una iniciativa personal desde cero, si tu propia trayectoria ya es de madurez, el público al que te dirijas en lo nuevo que ofrezcas esperará que ese nuevo proyecto refleje también rasgos de veteranía. De ser tu preferencia que un nuevo proyecto no tenga por qué plasmar tu veteranía opta por emprender uno impersonal.
Encontrar lo esencial
Igual que lo cuantitativo y lo cualitativo, la propia síntesis sirve en muchos otros ámbitos además del de las valoraciones: uno de esos ámbitos, y que nos interesa en especial, es el de la publicación de contenidos en un blog. Sintetizar es una técnica cuya utilidad no se limita a que alguien sea capaz de publicar contenidos breves, sino también al contrario, o sea, hacer que un borrador se elabore de manera breve pero para luego, ya con otros métodos, hacer mejor de ese borrador un contenido final publicado más complejo.
Aquellos contenidos que elaboremos, sean en el formato que sean, pueden disponer de la síntesis en tanto que herramienta de tomar forma, sin tener que ser tal forma siempre la definitiva que publiquemos. Cuando nos interese hacer un contenido muy largo, o muy concreto pero a su vez muy elaborado, la síntesis nos resultará útil en la fase preparatoria para concretar la esencia de aquello que vayamos a publicar y desde ahí hacer el desarrollo hasta llegar a la longitud, o al nivel de elaboración, que nos propongamos, lo cual será de especial utilidad en blogs de carácter personal. En cuanto a técnica de borrador, la síntesis da en cualquier caso mejor resultado, a nuestro entender, que publicar un contenido complejo en la pura forma de lo que hayamos ido soltando según nos haya venido a la mente sin más. De elaborar un blog impersonal, la síntesis utilizada en la forma final de la publicación será muy probablemente lo mejor, aunque la publicación sea, de todas modos y pese a su síntesis en la forma final, de una longitud, o de un grado de elaboración, considerable.
Toda síntesis consiste en encontrar lo esencial respecto a algo, lo cual aplicado a lo que publiques en tu blog te ayudará a preparar mejor los contenidos. Además, si así lo consideras, te permitirá hacer que el mismo contenido publicado sea de carácter sintético, lanzando un mensaje que, sea personal o impersonal, estará caracterizado por ser conciso, directo, e incluso impactante. Que la síntesis, por cierto, contribuya a evitar que publiques contenidos que, en particular de ser muy elaborados, no sean fruto de lo que te surja sin más de tu mente no significa que sintetizar esté reñido con la lluvia, o tormenta, de ideas: si ambas técnicas se combinan bien, una síntesis aplicada a lo que haya surgido de una lluvia de ideas tiene capacidad de proporcionar muy buenos resultados.
Aquellos contenidos que elaboremos, sean en el formato que sean, pueden disponer de la síntesis en tanto que herramienta de tomar forma, sin tener que ser tal forma siempre la definitiva que publiquemos. Cuando nos interese hacer un contenido muy largo, o muy concreto pero a su vez muy elaborado, la síntesis nos resultará útil en la fase preparatoria para concretar la esencia de aquello que vayamos a publicar y desde ahí hacer el desarrollo hasta llegar a la longitud, o al nivel de elaboración, que nos propongamos, lo cual será de especial utilidad en blogs de carácter personal. En cuanto a técnica de borrador, la síntesis da en cualquier caso mejor resultado, a nuestro entender, que publicar un contenido complejo en la pura forma de lo que hayamos ido soltando según nos haya venido a la mente sin más. De elaborar un blog impersonal, la síntesis utilizada en la forma final de la publicación será muy probablemente lo mejor, aunque la publicación sea, de todas modos y pese a su síntesis en la forma final, de una longitud, o de un grado de elaboración, considerable.
Toda síntesis consiste en encontrar lo esencial respecto a algo, lo cual aplicado a lo que publiques en tu blog te ayudará a preparar mejor los contenidos. Además, si así lo consideras, te permitirá hacer que el mismo contenido publicado sea de carácter sintético, lanzando un mensaje que, sea personal o impersonal, estará caracterizado por ser conciso, directo, e incluso impactante. Que la síntesis, por cierto, contribuya a evitar que publiques contenidos que, en particular de ser muy elaborados, no sean fruto de lo que te surja sin más de tu mente no significa que sintetizar esté reñido con la lluvia, o tormenta, de ideas: si ambas técnicas se combinan bien, una síntesis aplicada a lo que haya surgido de una lluvia de ideas tiene capacidad de proporcionar muy buenos resultados.
Criterios de síntesis
Hacer una buena síntesis, de valoraciones o de prácticamente cualquier otra clase de mensajes en general, se hace al aplicar criterios establecidos a tal efecto. La especificidad de cada proyecto, u otra cosa, a evaluar hará que los criterios más concretos varíen según a lo que se apliquen tales criterios, sea a un blog o a casi cualquier otra cosa, de tal manera que debe ser cada cual que se encargue de hacer la síntesis en cuestión quien defina los mejores criterios a aplicarse al detalle.
Desde una perspectiva genérica, en cuanto a la aplicación de criterios de síntesis sí es factible dar una directrices que, según nos parece, son adecuadas a prácticamente toda valoración, e incluso a otros procedimientos más o menos analíticos, que queramos aplicar a nuestro blog o en otros ámbitos no necesariamente relacionados con la blogosfera: la clave está en diferenciar entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Los criterios cuantitativos, en general y de síntesis en particular, serían de por sí los de aplicación más sistemática y generalista: sí o no, bueno o malo, gusta o no gusta... en base a criterios como éstos o similares se hace un recuento de cuánto hemos compilado que tenga connotación positiva y cuánto que tenga connotación negativa; según de lo que haya más estableceremos una valoración final positiva o negativa. Abordar los criterios cualitativos nos lleva a un grado de complejidad un tanto más elevado, pues tales criterios implican una cierta diferenciación según aquello a lo que se les aplique: en la blogosfera, por centrarnos en nuestro ámbito, aquellas cualidades que en un determinado blog puedan ser buenas, en otro no lo serán.
Mientras que lo cuantitativo es más objetivo, lo cualitativo está más sometido a la subjetividad. No se trata de elegir entre una clase de criterios u otra: lo mejor es que, tanto si haces una tarea autovalorativa exhaustiva como si la haces intensa, o si haces ambas modalidades, apliques en la medida de lo que te sea factible criterios de síntesis cuantitativos y cualitativos. Sintetizando bien según convenga, ya sea tu proyecto individual, ya sea grupal, conseguirás de manera ágil una valoración final muy efectiva.
Desde una perspectiva genérica, en cuanto a la aplicación de criterios de síntesis sí es factible dar una directrices que, según nos parece, son adecuadas a prácticamente toda valoración, e incluso a otros procedimientos más o menos analíticos, que queramos aplicar a nuestro blog o en otros ámbitos no necesariamente relacionados con la blogosfera: la clave está en diferenciar entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Los criterios cuantitativos, en general y de síntesis en particular, serían de por sí los de aplicación más sistemática y generalista: sí o no, bueno o malo, gusta o no gusta... en base a criterios como éstos o similares se hace un recuento de cuánto hemos compilado que tenga connotación positiva y cuánto que tenga connotación negativa; según de lo que haya más estableceremos una valoración final positiva o negativa. Abordar los criterios cualitativos nos lleva a un grado de complejidad un tanto más elevado, pues tales criterios implican una cierta diferenciación según aquello a lo que se les aplique: en la blogosfera, por centrarnos en nuestro ámbito, aquellas cualidades que en un determinado blog puedan ser buenas, en otro no lo serán.
Mientras que lo cuantitativo es más objetivo, lo cualitativo está más sometido a la subjetividad. No se trata de elegir entre una clase de criterios u otra: lo mejor es que, tanto si haces una tarea autovalorativa exhaustiva como si la haces intensa, o si haces ambas modalidades, apliques en la medida de lo que te sea factible criterios de síntesis cuantitativos y cualitativos. Sintetizando bien según convenga, ya sea tu proyecto individual, ya sea grupal, conseguirás de manera ágil una valoración final muy efectiva.
Valorando valoraciones
La síntesis de ideas es muy necesaria en el conjunto de valoraciones compiladas en proyectos grupales que se autoevalúen, y tal síntesis debe aplicarse tanto a las valoraciones que provengan de los agentes vinculados como a las que, en su caso, provengan de los vinculables. Aunque en un proyecto individual las valoraciones propias no tienen por qué limitarse tanto, para que la valoración definitiva sea efectiva deberá contemplar un notable número de valoraciones más allá del propio emprendedor que esté al frente de tal proyecto, y ahí una labor de síntesis hará una buena función.
En un proyecto individual dejar por completo de lado la síntesis valorativa es un error: está bien aprovechar el beneficio de no poner límites a las valoraciones de uno mismo, pero en cuanto a las valoraciones que lleguen de otros agentes, vinculados, vinculables o de ambos, si en su conjunto el número de opiniones compiladas es importante habrá que sintetizar. No nos podremos quedar, entonces, con todo lo que nos transmitan pero, en caso de no buscar una relevante cuantía de opiniones y no sintetizarlas, la autovaloración final será poco efectiva y, hasta siendo algo efectiva, tal vez tardemos más en concluirla de lo que sería capaz, en un proyecto grupal, un equipo bien coordinado. Así pues, realizando una efectiva autovaloración de proyecto, sea un proyecto individual sea uno grupal, tenemos en cuenta, aplicando convenientemente la síntesis, tanto opiniones exclusivamente propias de quien esté al frente de la iniciativa como de otros agentes más o menos vinculados: lo que estamos haciendo de este modo es que la valoración final, con la que tomar cualquier decisión de importancia, sea fruto de haber hecho lo mejor valorando valoraciones, propias y ajenas.
Te puedes saltar la parte de la síntesis en tu propia valoración respecto al blog individual, o a otra clase de proyecto que en todo caso hagas de por libre, pero no dejes de emplear la síntesis en las valoraciones que te lleguen de todos los demás agentes, sean agentes vinculados sean vinculables. Pese a que a veces unas pocas valoraciones tengan más valor que muchas, recibir un reducido número de valoraciones por sí mismas de gran relevancia no te ocurrirá, con toda probabilidad, hasta ciclos avanzados de tu trayectoria, de la de tu proyecto o de ambas; así que, aun siendo individual tu proyecto, y en especial si en algún ámbito los ciclos de trayectoria son iniciales, aspira a compilar muchas valoraciones ajenas y a sintetizarlas, al mismo tiempo que aprovechas, si quieres sin límites ni síntesis, todas tus valoraciones propias: de ahí, valorando valoraciones tuyas y de los demás surgirá una valoración definitiva completa y acertada.
En un proyecto individual dejar por completo de lado la síntesis valorativa es un error: está bien aprovechar el beneficio de no poner límites a las valoraciones de uno mismo, pero en cuanto a las valoraciones que lleguen de otros agentes, vinculados, vinculables o de ambos, si en su conjunto el número de opiniones compiladas es importante habrá que sintetizar. No nos podremos quedar, entonces, con todo lo que nos transmitan pero, en caso de no buscar una relevante cuantía de opiniones y no sintetizarlas, la autovaloración final será poco efectiva y, hasta siendo algo efectiva, tal vez tardemos más en concluirla de lo que sería capaz, en un proyecto grupal, un equipo bien coordinado. Así pues, realizando una efectiva autovaloración de proyecto, sea un proyecto individual sea uno grupal, tenemos en cuenta, aplicando convenientemente la síntesis, tanto opiniones exclusivamente propias de quien esté al frente de la iniciativa como de otros agentes más o menos vinculados: lo que estamos haciendo de este modo es que la valoración final, con la que tomar cualquier decisión de importancia, sea fruto de haber hecho lo mejor valorando valoraciones, propias y ajenas.
Te puedes saltar la parte de la síntesis en tu propia valoración respecto al blog individual, o a otra clase de proyecto que en todo caso hagas de por libre, pero no dejes de emplear la síntesis en las valoraciones que te lleguen de todos los demás agentes, sean agentes vinculados sean vinculables. Pese a que a veces unas pocas valoraciones tengan más valor que muchas, recibir un reducido número de valoraciones por sí mismas de gran relevancia no te ocurrirá, con toda probabilidad, hasta ciclos avanzados de tu trayectoria, de la de tu proyecto o de ambas; así que, aun siendo individual tu proyecto, y en especial si en algún ámbito los ciclos de trayectoria son iniciales, aspira a compilar muchas valoraciones ajenas y a sintetizarlas, al mismo tiempo que aprovechas, si quieres sin límites ni síntesis, todas tus valoraciones propias: de ahí, valorando valoraciones tuyas y de los demás surgirá una valoración definitiva completa y acertada.
Perspectiva abierta
Un proyecto individual realizado en base a una perspectiva abierta tiene capacidad de hacer tan buena tarea autovalorativa, o incluso mejor, que un proyecto grupal. Cabe tener en cuenta, en especial, la mayor rapidez que potencialmente proporciona de por sí la condición de ir por completo de por libre en comparación a las tareas en equipo, lo cual sumado a esa perspectiva abierta hace que al fin y al cabo una autovaloración en un proyecto que lleve a cabo una sola persona sea realizable de manera óptima también.
La clave de evaluar lo mejor posible un proyecto grupal está en buena medida en aprovechar al máximo las varias perspectivas que emanen de sus integrantes, y cuanto más abiertas sean las perspectivas de cada uno de los integrantes aún mejor. Pero por más que en un grupo todos tengan perspectivas abiertas, esto al final no resulta demasiado práctico si tales perspectivas no se sintetizan ni si, a su vez según convenga, no ceden unas en favor de otras: todas las perspectivas de un proyecto grupal, aun siendo todas muy abiertas, acaban perdiendo, quizá unas veces más unas y otras veces más otras, parte de su condición de abiertas, por una cuestión de puro sentido práctico, pues si ya las valoraciones grupales requieren, por lo general al menos, más tiempo en comparación a las individuales, en caso de que tales valoraciones en equipo no se delimiten un poco, la obtención de resultados, y la toma de decisiones al respecto, se dilatarían siempre demasiado. El que autoevalúe su blog, u otro proyecto del que se ocupe, desde una posición individual no tendrá ese límite, sino que podrá permitirse, desde una perspectiva tan abierta como sea capaz de aplicar, aprovecharlo todo.
Sea exhaustiva sea intensa, la autovaloración será acertada en mayor medida cuando mejor se aplique la apertura de perspectiva en función de si el proyecto a valorar es individual o grupal. En un proyecto de por libre la valoración es mejor cuanto más abierta sea tu perspectiva y lo aproveches todo de tal perspectiva, mientras que si la iniciativa es en equipo, aunque las perspectivas abiertas son también deseables y provechosas, tendrán que acabar ajustándose unas a otras de manera que se halle, en un tiempo razonable, la mejor intersección entre ellas.
La clave de evaluar lo mejor posible un proyecto grupal está en buena medida en aprovechar al máximo las varias perspectivas que emanen de sus integrantes, y cuanto más abiertas sean las perspectivas de cada uno de los integrantes aún mejor. Pero por más que en un grupo todos tengan perspectivas abiertas, esto al final no resulta demasiado práctico si tales perspectivas no se sintetizan ni si, a su vez según convenga, no ceden unas en favor de otras: todas las perspectivas de un proyecto grupal, aun siendo todas muy abiertas, acaban perdiendo, quizá unas veces más unas y otras veces más otras, parte de su condición de abiertas, por una cuestión de puro sentido práctico, pues si ya las valoraciones grupales requieren, por lo general al menos, más tiempo en comparación a las individuales, en caso de que tales valoraciones en equipo no se delimiten un poco, la obtención de resultados, y la toma de decisiones al respecto, se dilatarían siempre demasiado. El que autoevalúe su blog, u otro proyecto del que se ocupe, desde una posición individual no tendrá ese límite, sino que podrá permitirse, desde una perspectiva tan abierta como sea capaz de aplicar, aprovecharlo todo.
Sea exhaustiva sea intensa, la autovaloración será acertada en mayor medida cuando mejor se aplique la apertura de perspectiva en función de si el proyecto a valorar es individual o grupal. En un proyecto de por libre la valoración es mejor cuanto más abierta sea tu perspectiva y lo aproveches todo de tal perspectiva, mientras que si la iniciativa es en equipo, aunque las perspectivas abiertas son también deseables y provechosas, tendrán que acabar ajustándose unas a otras de manera que se halle, en un tiempo razonable, la mejor intersección entre ellas.
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