Limitarse sobremanera a un determinado nivel expresivo conlleva en el estilo de comunicarse un estancamiento que ningún bien hace a cualquier blóguer, u otra clase de comunicador en general. Ni siquiera del estándar, que pudiera parecer una permanente salvaguarda ante cualquier disyuntiva referente a cómo expresarse, conviene abusar. El estándar, sin embargo, en su adecuada medida representa el mejor conjunto de expresiones al que en cualquier blog, o modo de comunicación más o menos similar, se puede recurrir.
En la legítima búsqueda del mayor impacto relevante que todo blog o proyecto parecido puede e incluso debe emprender, el nivel de expresión a elegir es tan fundamental que de no tomar una clara determinación al respecto tendremos grandes riesgos de confundir al poco o mucho público que visite lo que ofrecemos, en particular porque lo más probable ante una falta de buena elección en cuanto a esto es que vayamos dando bandazos entre una expresividad coloquial, o incluso vulgar, una estándar y una erudita. Que sin alejarnos en demasía de lo estándar, nos llegue a parecer pertinente, según el caso, profundizar en las expresiones coloquiales o en las eruditas es muy válido, pero ante la duda, estándar será de los niveles expresivos el ideal al que podamos acogernos en cualquiera de las circunstancias: así que cuando nos preguntemos, sea en cuanto a lo coloquial sea en cuanto a lo erudito, si la expresión de la que se trate es la adecuada y nos resulta muy complicado hallar la respuesta, optemos por un equivalente estándar y con toda probabilidad estaremos por lo menos solventando mínimamente bien lo que tengamos que publicar. Una cierta condición de salvaguarda, en este sentido, sí tiene el nivel estándar pero ceñirnos tan sólo a éste nos va a conllevar falta de naturalidad en un blog personal y falta de especificidad en un blog impersonal, por lo que se ratificaría la conveniencia genérica de que lo más adecuado es en un blog personal movernos entre el nivel coloquial y el estándar y, en un blog impersonal, entre el estándar y el técnico.
Por su naturaleza neutra, el nivel estándar de expresión te aportará muy en concreto una ventaja y una desventaja: la ventaja es que te permite ser más generalista y así abarcar un mayor número de gente que sea capaz de entender lo máximo expresado, la desventaja es que, según de qué modo, puede resultar una manera de comunicarse fría y artificial. Un buen dominio del estándar, en cualquier caso, siempre te servirá de sólida base en la que sustentar en todo momento la forma de comunicar tus contenidos.
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