Un margen aceptable de variación interexpresiva

Pese a su naturaleza neutra, incluso el nivel expresivo estándar no es, o por lo menos no conviene que sea, puro al completo en la práctica del discurso, pues en algún que otro instante cabe recurrir por poco que sea a alguna que otra expresión de otro nivel, y más si se trata de expresarse de manera constante, como pueda ser propio de un blog dinámico. Todos los niveles expresivos en cierta medida se nutren en este sentido unos de otros directamente.

Hay de por sí expresiones, concretamente en el lenguaje escrito y oral de cualquier idioma, particularmente palabras específicas, que son, y por fuerza deben ser, iguales entre niveles: muchas de las preposiciones y de las conjunciones son quizá de los ejemplos que en buena medida resultan más claros, mientras que en nombres, adjetivos, verbos y expresiones que ya pasan a ser sintagmas o incluso frases completas, es donde los niveles expresivos en especial se diferencian. Otros modos expresivos, como el de las representaciones graficoplásticas o el del audiovisual, disponen igualmente de sus elementos claramente diferenciables entre los que tienen un sentido más popular, más estándar, o bien, más erudito, pero tienen asimismo los que son válidos en cualquiera de los niveles. Al movernos entre niveles expresivos, en concreto los tres básicos, a saber coloquial, estándar y erudito, no sólo cabe que nos ciñamos a buscar equivalentes de un nivel a otro, pues elegir el nivel con el que expresarnos no consiste en intentar poner en práctica una teórica pureza de éste. Así pues, en lo que, se trate del modo expresivo que se trate, concierne a la terminología mononivel, también nos podemos permitir, siempre que lo hagamos de manera mínimamente meditada, no sólo buscar el pariente directo de la expresión que sea proveniente de un nivel distinto al que en nuestro discurso hayamos elegido, sino meter directamente la expresión en cuestión de otro nivel expresivo en nuestro referido discurso. Estaremos dentro de un margen aceptable de variación interexpresiva siempre que a toda terminología, siendo propia y exclusiva de un nivel expresivo, la metamos directamente en otro evitando que el nivel expresivo destinatario se contamine por tal terminología ajena.

A medida que evoluciones a la veteranía blóguer, o de otra clase de iniciativa más o menos similar, y te permitas en mayor grado jugar a meter de manera directa en tu discurso expresiones de un nivel diferente al que por lo común emplees, ten claro el límite a partir del cual en tu público, o en tus públicos, puede parecer una clara distorsión tu empleo de tales variaciones interexpresivas. Traspasar ese límite determinará que el nivel expresivo propio de tu discurso, en el modo de expresarte que sea, esté contaminado, por lo que ante tal riesgo opta por moderar estas variaciones interexpresivas y busca más expresiones equivalentes entre niveles.

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