Si por un lado, al manejarse con la variación interexpresiva multimedia puede, de hacerse bien, conseguirse un gran mérito derivado de la complejidad que tiene el correcto dominio de los diferentes modos de expresión multimediáticos, por otro lado, se acarrea el riesgo de que se acumulen los diferentes errores que en cada modo expresivo son propios. Va bien, en este sentido, que lo expresivo multimodal se aborde en particular desde una perspectiva de trayectoria emprendedora.
De no cometer fallos, y en general de no practicar, no aprenderemos o, en caso de estar en ciclos avanzados de nuestra trayectoria blóguer o de otra clase de iniciativa, no seguiremos mejorando. No obstante, debemos procurar desde el principio de nuestra propia trayectoria emprendedora blóguer, o emprendedora de otra clase, y del de la del proyecto del que más o menos nos encarguemos ser lo suficientemente coherentes con nosotros mismos como para estimar hasta dónde somos capaces de llegar para, aun ofreciendo algo que sea muy mejorable, no estar ofreciendo algo que descaradamente hayamos hecho de manera precipitada o desmotivada. Siendo la motivación un ingrediente esencial para que realicemos con un mínimo grado de buena calidad un blog o cualquier otra clase de iniciativa, la ausencia de tal ingrediente o vehicularlo de modo precipitado no nos va a conllevar nada positivo en lo que emprendamos. En la blogosfera, un entorno expresivo muy multimodal hasta el punto de ser multimedia, la precipitación y la desmotivación, sea juntas sea una sola de ellas, no van a conllevarnos más que, a cuanto mayor grado nos movamos de multimedia, una mayor cuantía y diversidad de fallos tanto respecto a la forma como al fondo de lo que publiquemos. A medida que avancemos a ciclos de madurez propia y de nuestro proyecto, sin embargo y mientras mantengamos la motivación, nos resultará más fácil ofrecer una mínima calidad a una mayor rapidez, si bien nunca cayendo en la precipitación.
Que el manejo de lo multimedia en un blog consiga un notable mérito dependerá también en buena medida de si la autoría del blog en cuestión es individual o grupal. En el caso individual, debes combinar en su justa medida cada modo de expresión con los demás modos conociendo bien qué fallos acostumbras a cometer en cada uno y, en el caso grupal, lo mismo pero teniendo en cuenta que cada miembro debe ser consciente de dónde puede cometer más fallos para no sólo evitar perjudicarse a sí mismo y a su parte de lo que se publique, sino a todo el equipo.
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