Aun cuando sea difícil elaborar con calidad

Resulta tan fácil en la pospublicación percatarse de lo que sería corregible o complementable como en la prepublicación darse dificultades para conseguir la calidad óptima de lo que se pretenda publicar. Más allá del tiempo en el que se tenga que publicar algo, se podría estar siempre continuando la mejora pero es justo por esto que mantener un dinamismo constante, en base a un ritmo o período de publicación, va bien en tanto que pauta para ofrecer contenidos sin eternizar el suspense.

En caso de no tener una habitud constante de publicación, además de dificultar la consecución de familiarización respecto a cualquier público, nos dificultamos a nosotros mismos el ser capaces de no tener que esperar a publicar algo hasta que consigamos su supuesta forma ideal, pues tal forma, de hecho, no sería siquiera recomendable dada su consecuencia de que supondría una ausencia de más recorrido. Perfección del mensaje e indefinición del momento de publicación conviene que, en prácticamente cualquier vía comunicativa dirigida a públicos y en especial en la blogosfera, queden aparcadas y en su lugar optemos por la mayor meticulosidad que imprecisión y por el ritmo o la periodicidad habitual de publicación; esto conlleva el reto de que dentro del período de publicación del que se trate consigamos abordar en especial la totalidad del proceso de prepublicación para garantizar así, aun cuando sea difícil elaborar con calidad, la constante publicación en su debido momento, con unos contenidos en cualquiera de los casos con mayor grado de meticulosidad que de imprecisión, de modo que el público que sea se fidelice con mayor facilidad respecto a nuestro blog o iniciativa parecida. Si abandonamos nuestras publicaciones a un suspense de duración indeterminada, tal suspense acaba por perder su capacidad de incidencia, igual que la pierde, si se abusa de él, el efecto sorpresa.

Los blogs, en concreto macroblogs, estáticos tienen precisamente la desventaja de que, si bien por muy estáticos que sean deberían actualizarse en algún momento, su definitoria ausencia de dinamismo contribuye a que su público manifieste más bien un comportamiento de visita esporádica. Si emprendes uno de esta clase de blogs, tienes que compensar su estatismo con una clara calidad que por muy difícil que en la fase de prepublicación te resulte conseguir acabe por hacer de tu blog, ya publicado, un referente en lo que trate y sin dejar de lado, pese a la esencia estática del macroblog, la dinamización en la microblogosfera.

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