Lo multimedia en el ciberespacio

En la densidad de una pieza comunicativa se aprecia el tipo de complejidad que responde al contenido de lo expresado: es el tipo de complejidad del que por lo común se trata cuando se aborda la complejidad sin más. Una complejidad formal es, en cambio y en particular, la que haga referencia a las considerables dimensiones que una pieza, del formato que sea, tenga.

Por lo menos en esencia, una complejidad formal puede ser de dimensiones propiamente materiales o dimensiones en el sentido de duración: la primera clase de dimensiones la encontramos muy en concreto en aquello alfanumérico y aquello graficoplástico, mientras que la segunda está, asimismo muy en concreto, en lo audiovisual; a partir de ahí son identificables combinaciones varias y sobre todo cuanto a formas de expresión más contemporáneas nos refiramos, ya que es en los tiempos recientes cuando lo multimedia en el ciberespacio ha eclosionado. De entrada, el multimedia cobró forma con la propia informática no interconectada, o sea no telemática; pero en la actualidad es lo más que natural, y más que habitual, en el ámbito telemático.

Vertiendo toda tu habilidad factible en lo multimedia, cada vez serás capaz de hacer más piezas que, sean formalmente menos o más complejas, resulten en cualquier caso complejas de contenido, o sea densas, pero densas en un buen sentido, nunca en el sentido de farragosas. La clave para transmitir buenos mensajes densos está, en buena medida, en que la realización en su conjunto suponga una acertada síntesis que, a su vez, implique pluritonía en aquello que difundas.

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