Lo que reeditar propiamente supone es, no tanto retroactualizar o republicar, sino hacer una copia de la pieza que sea sin que la pieza de la que tal copia emana desaparezca, o cambie, en absoluto. La reedición puede hacerse tanto en el mismo blog, o bien, lo cual tendría mayor sentido, en otro porque, desde el momento en que se considera apropiado reeditar, es porque alguna distinción por poca que sea merece hacerse.
Puede justo consistir en la simple nueva, pero exacta o casi exacta, publicación en otro blog lo que reeditar una pieza comunicacional represente. En este sentido, reeditar es reubicar y no tanto, aunque puede asimismo serlo, una retroactualización o una republicación. De todos modos, lo ideal es que una reedición conlleve adiciones a lo sumo del tipo anotaciones, referencias y similares, y en ninguna circunstancia supresiones o demás cambios por el estilo. Lo que única o casi únicamente debiera destacar de una reedición es, en especial en textos, textos alfanuméricos, el en la mayoría de casos inevitable cambio de tipografía y, tal vez, fondo de texto por la mínima diferenciación que de un blog a otro debiéramos apreciar.
Que reedites y, así pues, reubiques pero sin suprimir la pieza original que sea puede responder a múltiples motivos, que de entrada tendrán cierta relación con si el nuevo blog de destino lo gestionas también tú o no. En un blog que tú mismo, sea en todo o en parte, también gestiones tendrás, a lo menos, bastante libertad para la reedición, mientras que reeditar una pieza tuya en blog de diferente autoría requerirá que suscites el pertinente interés.
OscarWeblogs
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