Antes que practicar una poco densa multiexpresividad, sea de autoría propia, autoría ajena o ambas, es mejor asegurarse de que se logra dominar expresividad en un solo formato mediático. Tras conseguir una densa expresividad en ese solo formato, se estará en condición de dar el salto a otro formato y así sucesivamente hasta dominar cuantos más mejor.
De las circunstancias más complicadas en las que nos podemos encontrar cuando estamos en el inicio, o incluso en la aún preparación, respecto a la multiexpresividad es cuando debamos asumir la continuidad en un proyecto en que lo multiexpresivo estuviera ya presente. Nos tendremos que remitir entonces al máximo a lo que, por tradición, tal iniciativa haya mostrado hasta el momento y procurar aplicar su densa y concreta expresividad con la mayor fidelidad que seamos capaces de reflejar. Por más que tengamos un legítimo deseo de dar a conocer nuestro estilo genuino y que tal vez sea un estilo muy diferente al del proyecto en cuestión, esto puede resultar contraproducente hacerlo de entrada porque a cualquier público correspondiente le puede suscitar desorientación en cuanto a lo que ese mismo público estaba habituado.
La expresividad que en un blog, y por extensión en cualquier iniciativa más o menos afín, pueda parecerte poco densa conviene que, si debes darle continuidad a tal proyecto, vayas mejorándola mesuradamente hacia la densidad, máxime cuando la iniciativa tiene público fidelizado. Adquirir una densa expresividad en un proyecto iniciado y mantenido al completo por ti requiere asimismo un gradualismo expresivo tanto para comodidad tuya como para la del público o los públicos que tengas.
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