A raíz de la teleofimática y la derivación que de ella supone en buena parte la propia blogosfera, es justo cualquier blog un recurso que conlleva una trascendencia de la teleofimática misma a mucho más que lo que propiamente atañe a la ofimática orientada a la pura gestión de las tareas de oficina y similares. La convencional distinción entre blogs personales e impersonales deviene prueba de ello.
Empezando por la tan habitual como característica dimensión pública y abierta que un blog de por sí tiene, ya se pone de manifiesto que la sintética herramienta teleofimática que la blogosfera es supera el tradicional ámbito privado de la gestión de oficina y las propias que a ésta se asemejan en el hogar. Con el mismo tipo de herramientas digitales que la primigenia ofimática, dan respuesta la teleofimática y la ya hoy IoT a lo que a todas luces parece haber sido y seguir siendo una necesidad para todo usuario el hecho de poder comunicar cuanto quiera publicándolo con acceso abierto y mundial. Esto lleva a concluir que lo propio de teleofimática e IoT nos vale para elaborar contenidos que, publicados de tal guisa, bien pueden ser de índole personal o artística y no sólo impersonal o técnica como le es propio a aquello que en entornos de oficina se desarrolla.
Cronológicamente, esta evolución de herramientas puramente ofimáticas a herramientas ofimáticas con las que hacer en weblogs todo tipo de contenidos, tanto personales como impersonales, y difundirlos abierta y mundialmente, empezó con los blogs al uso y mantiene continuidad hoy con tales blogs, o macroblogs, y las redes sociales o microblogs. Aunque el material analógico de oficina ya permitía por supuesto emplearlo para funciones distintas a las de los entornos privados de negocio y domésticos, no permitían el alcance abierto, global, permanente e inmediato de aquello que cualquier individuo desee elaborar.
OscarWeblogs
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