Literatura y oratoria

En el hecho de, a fin de elaborar una pieza comunicativa, decantarse hacia lo imaginativo o hacia lo observacional está el quid para que esa pieza termine derivando, respectivamente, en una más bien personal o artística o más bien impersonal o técnica. Prácticamente todo lo observacional es asumible mejor por la IA, pero buena parte de lo artístico también o, por lo menos, igual.

Lo artístico y técnico que en mayor grado puede hacer mejor o igual un robot que un humano se circunscribe de manera bastante clara a lo graficoplástico y a lo musical, que son ámbitos que de manera respectiva pertenecen a lo visual y al audio. Cuando contemplamos la literatura y la oratoria, también de manera respectiva pertenecientes a lo visual y al audio, parece que vamos identificando formas comunicacionales algo más complicadas de que un robot pueda aunque sólo sea igualar la obra humana. Esto no responde sino a que, en efecto, en comparación a lo graficoplástico y lo musical, son literatura y oratoria de un carácter un tanto más laberíntico.

Se distingue aquello que se aleja de lo algorítmico, además de por una esencia laberíntica, por su notoria contextualidad, mientras que aquello definido a partir de un diagrama de flujo resulta sólo o casi sólo textual. Lo algorítmico es, en definitiva, identificable con un circuito claro y definido, en el que los elementos textuales están, pues, bien establecidos; en cambio, de lo laberíntico pueden surgir interpretaciones y reinterpretaciones según el momento y el lugar.

OscarWeblogs

No hay comentarios:

Publicar un comentario