Cuando de comparar entre soporte físico y digital se trata, lo digital no telemático puede a menudo ser encuadrable en una u otra categoría porque bien es, en la actualidad sobre todo, lo digital identificable por defecto a lo sólo telemático. Propiamente, lo físico tiene de por sí, aun siendo esencialmente digital, algún componente analógico.
Incluso lo más telemático, por supuesto, va a precisar de algo que sea tangible, esto es propiamente analógico, para su acceso; de hecho, los mismos servidores, que hacen factible que naveguemos e interactuemos por Internet, no son sino aparatos físicos y, en este sentido y desde una perspectiva estricta, analógicos. Lo digital, pues, máxime si nos referimos a lo puramente telemático, sería lo que en informática sea intangible y que se corresponde, por lo tanto, con el puro software. Sea como fuere, lo analógico y lo digital siguen su trayecto hacia la redefinición de sus predominios.
En clave de sostenibilidad ambiental y de respeto a la naturaleza, ya está claro a dónde ha llevado la producción masiva en analógico y no tiene prácticamente nada de bueno, si bien en su momento ha sido la única tecnología a la que podías recurrir. Avancemos por el camino de lo digital, y en concreto lo telemático, y observemos en qué medida es, tal y como parece ser, una forma más sostenible de tratar la información y ensanchar conocimientos.
OscarWeblogs
No hay comentarios:
Publicar un comentario