Lo exógeno

La autoinspiración, que aquí se centra en lo blogueado pero que puede extrapolarse fuera de la blogosfera, facilitará que el carácter genuino de lo publicado no requiera demasiado de ideas o recursos exógenos. Cobra forma, así, un marco propio temático y formal.

Recurriendo a lo exógeno, lo cual nunca debe dejar de hacerse por completo, son claramente diferentes los ciclos primerizos de los veteranos en cuanto a que en los últimos lo exógeno es más adaptable, ya sea para asimilarlo, ya sea para recalcar nuestras diferencias, a nuestro sello particular. Valga esto para lo exógeno tanto en el plano de ideas y temas como en el de formatos: esto es, respectivamente, tanto en fondos como en formas o tanto en contextos como en textos.

Es posible y, de hecho, deseable que llegues a conformar un sello propio lo suficientemente elaborado como para que te baste casi por completo la autoinspiración para bloguear o para comunicarte por otros métodos. Pero conviene que no dejes de prestar atención a lo exógeno, pues de lo contrario corres el riesgo de no encontrar lazos de unión con prácticamente cualquier clase de público.

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