La operatividad puede lograrse por varias vías en función de la tipología de proyecto en particular y del contexto en general en el que tal o cual proyecto se desarrolle. Evaluemos qué nos aporta tal planteamiento.
Tradicionalmente, ciñéndonos a este tránsito que estamos viviendo entre lo moderno y posmoderno, la operatividad se ha fundamentado en un modelo industrial analógico y de procedimientos en cadena. El nuevo contexto propiamente de posmodernidad parece, en cambio, orientarse hacia un modelo que va generalizando la operatividad por vía red y dando, así, lugar a una industria más digital.
No limitándose, además, al ámbito eminentemente productivo, la generalización de la operatividad en red llega asimismo a sectores como el de las administraciones públicas o al de las entidades no gubernamentales. Bien puede, entonces, apreciarse que cobra pleno sentido llamar sociedad red al modelo social que actualmente tiende a configurarse en el mundo entero.
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