Lo ergonómico

Cualquier dispositivo con el que pretender generar debidamente información y conocimiento va a ser poco eficiente si lo ergonómico no lo caracteriza. De ahí que dispositivos nuevos, aunque quizá sí necesarios para algunas circunstancias, no necesariamente tengan que ser siempre mejores a tales efectos.

Históricamente tiene, en verdad, mucho mérito que con lo comparativamente poco ergonómicos que son los procedimientos puramente analógicos para crear y reproducir información hayamos generado precisamente tan considerable cuantía de información y conocimiento a lo largo de los siglos, sin contar con todo aquello que, en efecto, triste y probablemente habrá desaparecido por causas como la defectuosa conservación o custodia, entre otras. La informática, específicamente con la computadora normal y corriente, y más aún con el ordenador portátil, nos proporciona una mejora extraordinaria respecto a lo planteado.

Otros dispositivos, y más nuevos, que contribuyen o contribuirán a conformar la IoT, y en su caso la WoT, bien puede que, aunque necesarios por su todavía mayor portabilidad, no sean calificables como tan ergonómicos, especialmente para tareas y procedimientos de mucha y muy positivamente densa información. La ubicuidad de Internet y de la blogosfera no significa que, de por sí, cualquier persona, lugar y circunstancia sirva para crear o gestionar buenos contenidos multimedia.

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