Buscando lo emotivo

Si bien cuando se trata un tema sin ser el propio autor el centro de lo que se aborda se busca, fundamentalmente, o la convicción o la persuasión, en el caso de los blogs personales lo característico parece que podría definirse como la búsqueda de la emotividad. Así pues, y dando por descontado que no se use un blog simplemente para el desahogo personal sin más, o sea sin importar demasiado al autor si con lo expresado los demás se identifican o más bien se confunden, emotividad sería lo que debiera intentarse causar, al menos a nivel genérico, en quien acceda al contenido.

Puesto que, según nuestro punto de vista, en los blogs personales nos acostumbramos a mover en los estilos de expresión más relacionados propiamente con lo artístico, prescindimos de intentar, por lo menos como principal objetivo, llegar a convencer o a persuadir sino que nos expresamos buscando lo emotivo. No se trata única y necesariamente de hacer llorar, sino que causar emotividad puede ir desde lo triste a lo alegre. Y la finalidad con lo que demos a conocer en un blog personal, sea más o menos ficción y más o menos autobiográfico, tendrá muy probablemente mayor impacto cuanto más consigamos provocar emotividad. Precisamente al tratar este aspecto que tiene que ver con emociones encontramos un punto en común con lo referente a lo publicitario-propagandístico; sin embargo, aunque en ambos casos apelamos a lo emocional, lo propio del ámbito artístico se puede considerar que es incidir en las emociones en tanto que algo primordialmente interno de quien recibe el mensaje, mientras que en publicidad y propaganda se acostumbra a buscar que lo emocional, mediante la persuasión, produzca que el individuo receptor lleve a cabo una actividad que puede ir desde sumarse a una revolución hasta comprar un producto de limpieza. Ahora bien, si el buen contenido puramente artístico se caracteriza por provocar también un efecto externo, es porque lo hace consiguiendo, por medio de la emotividad, que se llegue principalmente a la risa o al llanto según se trate de historias alegres o tristes.

Llegar a producir emotividad con lo que expresas hará que tu blog personal consiga un éxito más pleno. Ten presente que se trata de hacer incidencia en las emociones pero rehuyendo el intento de incitar a que quienes accedan a tu contenido deban emprender acciones concretas. Es cuestión de provocar un sentimiento y que esto se desarrolle de forma básicamente interna en quien recibe el mensaje, aunque mejor si llegas a hacer reír o llorar, en función del tipo de emotividad que persigas.

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