Un producto puede ser valioso, que no caro necesariamente, por diversos factores: identificarlos y tener la adecuada capacidad de comunicarlos marcará la diferencia que conduzca al éxito en el mercado. La combinación de originalidad y utilidad acostumbra a considerarse una buena combinación de factores que conduce a que cierto producto sea valioso, pero no deja de ser una fórmula respecto a la que no conviene creer en una infalibilidad absoluta.
Acertar en la consecución de popularidad, y ventas, de productos comerciales es un logro que tendremos bastantes opciones de conseguir si identificamos aquello que además de ser útil sea original; no por ello sin embargo resulta recomendable dirigirse por norma sólo a lo nuevo pues la veteranía tiene también capacidad de hacer que algo esté dotado de valor. Que la utilidad vaya convenientemente acompañada de originalidad, o bien, de veteranía, ésta última reinventada si es necesario, hará que de un producto pueda concluirse: esto es valioso. Si vendemos nuestros propios productos asegurémonos de que su originalidad va acompañada de auténtica utilidad a la vez que de sencillez en su presentación, y si en cambio por lo menos alguno de nuestros propios productos es veterano ya, por lo que cierto éxito habrá cosechado, intentemos dotarle de originalidad en las nuevas presentaciones que ofrezcamos y así potenciar que no se pierda entre el público la sensación de que le queremos seguir aportando algo que pese a su veteranía no deja de tener capacidad de seguir siendo útil e incluso de reinventarse de modo profundo si hace falta. En los blogs que, sean más o menos genéricos, se dediquen a la publicidad de productos ajenos, alternar la promoción de productos originales y veteranos es una buena manera de cubrir un amplio margen de tipologías de géneros a vender y por tanto de dirigirnos a un mayor público, que encuentre tanto originalidad como veteranía y elija, según le convenga y en buena parte, en base a tales factores.
Los productos nuevos y originales, incluso siendo útiles, quizá no consigan elevadas ventas si en el mercado existen productos que pese a su veteranía han sabido conservar el lugar que se hayan ganado en la vida de sus consumidores. Si elaboras tu propio producto y es novedoso asegúrate de que tiene opciones de cubrir necesidades que productos veteranos no han sido capaces de satisfacer, pero si ya elaboras un producto que ha llegado a un estado de veteranía procura analizar las nuevas propuestas que surjan en tu ámbito y en base a ello si hace falta reinventa ese producto. En caso de promocionar lo ajeno, mantén un equilibrio entre nuevas propuestas comerciales y productos comerciales veteranos.
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