El análisis de lo concerniente al mercado y ante la intención de dar salida a un producto parece que se enfoca por lo común hacia los productos originales, en el sentido de nuevos, no veteranos. Cuando un producto goza de veteranía no está de más sin embargo que, por parte de quien tenga la correspondiente responsabilidad, se siga analizando el mercado por si se detectan novedades en función de las que convenga en su caso aplicar medidas que protejan la consolidada posición.
Hacer un análisis de mercado que nos lleve a posicionar nuestro producto lo mejor posible no es tarea a realizar una única vez, al inicio de la trayectoria del producto en cuestión. Analizar lo que ya hay es de importancia capital en un producto en su lanzamiento comercial inicial, pero aunque consigamos llegar a la veteranía en el éxito de mercado, el análisis mercadotécnico conviene que lo realicemos por lo menos de tanto en tanto, apreciando así nuevas propuestas que surjan y a las que debamos tener en cuenta por si pudiera consiguir un éxito que redunde en una disminución del nuestro. Siendo además los productos cada vez más multifuncionales, el análisis de mercado será mejor en cuanto más clases de mercados analicemos, más allá de aquél al que pertenezcamos de manera principal: por esta vía, analizando lo que va surgiendo, tendremos mayores opciones de vislumbrar, y acabar entendiendo, desde muchos más ámbitos las ventajas y los peligros. Los estudios de mercado son imprescindibles en su doble sentido, y más de una u otra de las dos clases según la respectiva etapa del producto: enfocados más a cómo diferenciarse de lo que ya se ha consolidado en el mercado, o bien, enfocados al reto de mantenerse y, si hace falta, reinventarse; se trata de analizar, según sea más o menos necesario, lo que hay y lo que surge, o sea, lo que ya goza de un cierto éxito consolidado en aquel mercado al que queramos acceder y lo de reciente aparición que tenga probabilidades de hacer frente a la sólida posición conseguida en nuestra trayectoria.
Con una clara conciencia del momento en que se encuentre el producto que realices, promociones, o con el que lleves a cabo ambas tareas, estarás en condición de hacer un mejor análisis de mercado y conseguir un posicionamiento comercial con más perspectivas de buenos resultados. Si tu producto está en su fase inicial, céntrate en lo que hay, en aquello que ya tiene reputación y frente a lo cual por tanto deberás resaltar una diferenciación que haga al público considerar que vale la pena optar por tu opción. Al haber conseguido una veteranía consolidada no descuides entonces lo que surge, pues en base a esto quizá convenga que lo que al mercado aportas necesite una reinvención.
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