Anotar a partir de la introspección proporciona, por así denominarlo, un vertido de datos de los que se dispone en la mente en un momento concreto, cueste más o menos que tales datos salgan a la luz; tomar notas en base a la interactividad consiste, en cambio, en una acción en la que los datos no salen de uno mismo sino que se incluyen, si no del todo, mayoritariamente por vez primera. Siendo por tanto caminos que se recorren de manera opuesta, el momento de combinarlos respectivamente con la propia actividad en la plataforma bloguera que empleemos resultará pertinente que se valore si debe ser aplicable de modo indistinto.
Con la capacidad de creación de borradores, y de guardarlos indefinidamente, en nuestro blog tenemos un recurso bastante útil en cuanto a verter directamente datos que se nos vayan ocurriendo en nuestra tarea de introspección; o bien, por supuesto, verterlos 'a posteriori' de haberlos anotado en algún otro lugar. De manera especial en la introspección, con la que se procura que el mínimo de elementos externos nos condicionen, los borradores en el blog son útiles para tomar notas dejándolas guardadas el tiempo que consideremos oportuno, incluso después de haberlas empleado para contenidos una vez publicados. Si tomamos notas a partir de la interactividad, y por tanto estamos no vertiendo propiamente datos ya previamente interiorizados sino asimilándolos en el momento, aunque tengamos opción de disponer, por ejemplo, de nuestro ordenador conectado y con la sesión bloguera abierta, no nos parece tan recomendable que se emplee el borrador en tal situación para anotar a la vez que se interactúa: la interactividad, y más si resulta intensa, nos demanda un nivel de atención a lo exterior que si lo combinamos a la vez con tomar notas directamente en un borrador de nuestra plataforma bloguera puede que acabe fácilmente provocando que, debido a despistarnos o querer ir con demasiada prisa, acabemos dando lugar a cambios no deseados en lo que ya tenemos publicado: mejor en tales circunstancias tomemos notas en otra aplicación, o incluso en otro soporte completamente diferente a los de tipo informático, por ejemplo, en papel; y cuando dispongamos del instante adecuado entonces sí, vertamos en un borrador que procedamos a crear en el blog lo que mediante interactividad hayamos compilado.
En tu propia plataforma bloguera, a la opción de crear, y guardar, borradores le puedes encontrar una ventaja en tanto que ubicación donde, sea directamente o bien pasándolas desde otra ubicación, apuntar notas a modo de primeras ideas que, principalmente desde la introspección, se te vayan ocurriendo con la finalidad de acabar confeccionando contenidos. También puedes aprovechar esa ventaja en las anotaciones que realices interactuando, aunque esto con toda probabilidad implique un mayor riesgo, pues el grado de atención que te requerirá interactuar con quien o con lo que sea puede hacer que, al intentar combinar esa interactividad con manipular al mismo tiempo tu sesión bloguera, acabes por despiste, por prisa o por ambas cosas causando en el blog alguna modificación no deseada.
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