Tres modalidades básicas de gráficas estadísticas

Hay muchísimas variedades, subvariedades, y combinaciones, de gráficas estadísticas, de modo que emplearlas resulta, por un lado, una tarea que ofrece potencialmente diversidad ya de por sí en la forma de los contenidos que publiquemos pero, por otro lado, plantea si existe y es recomendable algún criterio en particular a seguir con la finalidad de hacer siempre la mejor elección del tipo de gráfica a mostrar. Con ánimo de dar una perspectiva genérica en cuanto a esto último, centrarse en lo que se podrían considerar tres modalidades básicas de gráficas estadísticas resultará ilustrativo.

Escoger qué tipo de gráfica mostrar cada vez que ofrezcamos contenidos estadísticos no conviene que nos lo tomemos como algo que sea aleatorio: a título general, con objeto de centrarnos en las que, por lo menos a nivel convencional, serían las tipologías fundamentales de gráficas y de las cuales surgen, si no todas, buena parte del resto de las múltiples modalidades, observemos cuándo sería mejor optar por la gráfica de círculos, la de líneas y la de barras. A nuestro parecer, la de círculos cabe aplicarla mejor en el reflejo de datos con los que se tenga la finalidad principal de dar a conocer un momento fijo de lo que analicemos, sea tal momento más o menos largo, pero preferentemente con tendencia a períodos más bien cortos. La de líneas da un mejor servicio, en cambio, a los datos cuya meta se sitúe en destacar una perspectiva de evolución y que normalmente corresponda a períodos largos. En lo referente a la gráfica de barras, no sería desacertado considerarla una modalidad híbrida, y que en este sentido hace por lo común una buena función en ambos casos, el de retratar instantes más bien fijos y cortos y el de reflejar evoluciones más bien largas. Que las barras sean más ambivalentes no implica que deban ser una tipología siempre favorita, ni mucho menos que implique excluir de manera permanente a los otros dos tipos que hemos considerado, pues si sólo usamos las barras dotaremos a lo que publiquemos de una monotonía crónica, lo cual nos ocurriría si optamos en definitiva por una sola tipología de gráfica sea la que sea. Cabe tener presente además que, conforme a la temática que abordemos, lo que se considere un período corto o largo, y por tanto la conveniencia de recurrir a una clase de gráfica u a otra, es variable.

Ante la duda, que optes por la gráfica de barras te servirá de recurso adecuado, pero no descuides que abusar de una misma clase de gráfica restará atractivo a tus contenidos estadísticos, por mucha rigurosidad que emplees en los propios datos. La virtud de la gráfica de barras, lejos de hacer que optes por ella constantemente está bien que te sirva de ayuda en momentos de incertidumbre, pero debes alternar esta modalidad de gráfica con la de los círculos, en especial en el reflejo de datos correspondientes a momentos cortos, y con la de líneas, sobre todo en lo que se refiera a evoluciones en etapas temporales largas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario