Quizá haya quien prefiera establecer una clara diferenciación entre cuando se hace referencia a nuevas tecnologías y a tecnologías de la información en plan de que la primera expresión es más genérica y la segunda más específica. Ambas expresiones pueden considerarse, sin embargo, formas diferentes de referirse a la denominación completa que sería nuevas tecnologías de la información: en el primer caso, nuevas tecnologías, se abrevia por detrás y en el segundo, tecnologías de la información, por delante.
Las denominadas nuevas tecnologías son todas, a nuestro parecer por lo menos, tecnologías de la información pero precisamente a las tecnologías de la información haya que ir pensando en no referirse tanto a ellas en tanto que nuevas. Que las nuevas tecnologías sean lo mismo que las tecnologías de la información lo justificamos porque, esté o no vinculada directa y propiamente con el sector de las comunicaciones y más en concreto con el de lo que tradicionalmente ha sido la comunicación de masas, toda nueva tecnología se fundamenta en el procesado de datos, procesado que se realiza mediante capacidades digitales. Ahora bien, en cuanto a seguir denominando nuevas a tales tecnologías, cabe que nos preguntemos ¿cómo de nuevas son las nuevas tecnologías? y en este sentido, está claro que dependiendo de la perspectiva que tomemos nos parecerá que en verdad estas tecnologías no está mal que sigan considerándose nuevas, o bien, que deberíamos dejar de considerarlas de esta manera. Las nuevas tecnologías siguen siendo nuevas, e incluso muy nuevas, si las situamos en un amplio segmento histórico desde, si no del todo, casi los inicios de la comunicación humana hasta las épocas más o menos recientes. Si en cambio acotamos a las generaciones contemporáneas y que por tanto coexisten, y en mayor o en menor medida se manejan, con las tecnologías de la información desde Internet en general a la blogosfera en particular pasando por toda la gama de recursos telemáticos, nos parece que encontrándonos como nos encontramos ya ante una primera generación plenamente blóguer y plenamente habituada a todo lo internáutico, se ha perdido el sentido de que las nuevas tecnologías sean calificadas de nuevas.
A medida que la edad de la mayoría de blóguers primerizos vaya siendo, dentro de unos márgenes razonables, más baja, las generaciones plenamente blóguers se irán consolidando: si perteneces a ellas la noción de que las tecnologías de la información en general y la blogosfera en particular se consideren algo nuevo te parecerá obsoleta. Para quienes de las generaciones hoy coexistentes no pertenezcan por lo menos a la primera generación plenamente blóguer es muy posible que la denominación de nuevas tecnologías siga teniendo permanente validez.
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