El sentido que hay tras todo mensaje, desde la unidad expresiva más corta hasta el discurso más largo, e independientemente del formato mediático que se emplee, tiene mucha relación con la superposición de circunstancias concretas que caractericen la época del mensaje en cuestión y a quien en tal época lo haya formulado y transmitido, si bien quien formula y quien transmite no tiene por qué ser siempre el mismo. A lo que da forma toda superposición de circunstancias de quien sea y de cuando sea es un contexto.
Todo contexto, según lo conforme más o menos variedad de circunstancias y según a la escala que lo analicemos, estará compuesto por más o por menos niveles: desde el más personal de un individuo hasta el más general de toda una época, sea ésta de estabilidad o de cambio. En tanto que blóguers, y comunicadores en general, lo que en especial nos interesa comprender a partir de esto es que todo acto comunicativo puede llegar a ser tal reflejo de la etapa en la que se formula, y de quien esté detrás de ese acto, que de hecho cualquier contenido que empleemos, propio o ajeno, conlleva en su seno un contexto propio y que incluye y condiciona toda unidad expresiva que conforme el conjunto del discurso que del contenido, se trate del formato que sea, emane. Gracias a la noción de contexto nos resulta sencillo entender en profundidad por qué una expresión significa lo que significa y no nos liamos con los múltiples significados que todo mensaje y casi cualquier componente de todo mensaje suele tener. Debido al contexto que todo contenido en mayor o menor medida tiene, nos es factible entender al instante el significado correcto; contexto a su vez muy condicionado por el contexto más allá del propio contenido, o sea, por el contexto de quien esté detrás de su elaboración y difusión, así como del de la época: en definitiva, condicionado por la superposición de circunstancias concretas que han dado origen a ese contenido en particular. A menor contexto de un mensaje y, por tanto, en general a menor extensión de tal mensaje, más tendencia hay, y si no la hay debiera por lo común haberla, a interpretar el significado de carácter más genérico de entre todos aquellos que el referido mensaje pueda albergar: esto hace por ejemplo, sin ir más lejos, que aun si estuviese asilado el título de este mismo post, 'Por qué una expresión significa lo que significa', no se entienda de manera literal, o sea, que no se entienda en tanto que la expresión 'una expresión' signifique literalmente la expresión 'lo que significa'.
Con el conjunto de fundamentos en base a los cuales construyes tu blog, lo que haces ya es atribuir un primer contexto directo a lo que vayas publicando en ese blog. Que en particular en un blog dinámico, el contexto incluido en cada nuevo contenido vaya en mayor o menor medida asociado al de la superposición de circunstancias concretas más allá del propio blog es algo a lo que con toda probabilidad te tengas que ir más o menos amoldando en función de la trayectoria del mismo blog y según la adecuada conexión que con tu público, o tus públicos, establezcas.
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