Libre interpretación

Pese a la gran ventaja que en cuanto a ahorro de significantes implica la polisemia, confiar demasiado en el contexto para que de él se deduzca el correcto significado de todo lo que se exprese no resulta muy positivo. Incluso haciendo contenidos en los que se empleen las figuras retóricas con el fin de transmitir algo que sea artístico, conviene valorar mucho todo riesgo de plasmar una expresión que cause una interpretación desacertada.

En la búsqueda de la naturalidad y del impacto, lo cual guarda de entrada más relación con contenidos personales, no estamos eximidos de que nos debamos asegurar respecto a que el contexto resultante de lo que vayamos a transmitir evite en todo momento cualquier decodificación de mensaje que pueda provocar una profunda ambigüedad y hasta algún significado por completo involuntario, en especial si tal significado puede ser además peyorativo en algún sentido. En particular en la blogosfera, teniendo en cuenta su uso por lo común abierto y de accesibilidad a nivel mundial, aquello que expresemos de según qué modo, si no lo dotamos del contexto adecuado, quizá pueda resultar en interpretaciones muy divergentes según quien lo aprecie desde según qué parte del planeta. Cierto es que en cierta manera la responsabilidad en cuanto al contexto directo a veces debe ir a cargo del receptor, y de hecho esa es, o puede ser, la finalidad que busque lo artístico al jugar con la polisemia, con los dobles significados y en general con la retórica, pero el autor no deja de ser quien condiciona en buena medida desde un principio los límites hasta los que un contexto puede llegar a ser efectivo y no dar lugar a lecturas poco esclarecedoras. Dejar un mensaje a la libre interpretación, en concreto en lo artístico, es por tanto muy válido, pero aun así procuremos facilitar a quien reciba el mensaje una interpretación que, dentro de esa misma libertad interpretativa, no caiga en lo confuso ni lo ofensivo.

Si aun con un contexto bien elaborado una expresión dada pudiera dar lugar a una decodificación confusa en alto grado, es conveniente que valores una reformulación de tal expresión antes de que publiques el correspondiente mensaje. Igual que te conviene dar el merecido reconocimiento en cuanto a utilidad a la polisemia, no debes dejar de lado el manejo de la sinonimia o el de ampliar o simplificar, según el caso, la propia expresión de la que se trate.

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