Cada formato mediático por su lado

Que puedan identificarse precedentes tan antiguos de la blogosfera no pone sino de manifiesto que en efecto lo que en blogs es o puede ser habitual expresar era no sólo una conveniencia sino hasta una necesidad que en los humanos ha habido ya desde antaño. Si se contempla la tradición oral, entonces resultará que por descontado es de suponer que tal necesidad trasciende lo que es el lenguaje escrito, si bien éste, a quien ha tenido el no siempre general acceso a aprenderlo, ha permitido a lo largo de muchas épocas dejar una constancia que la oralidad no permitía.

Lo multimedia, lo telemático y la bidireccionalidad conforman la base de un ecosistema global de comunicación en el que, a diferencia de en todo lo que antes la humanidad ha tenido ocasión de preservar, tiene cualquiera la capacidad de plasmar y difundir a nivel inmediato y mundial aquello que quiera elaborar sea en el formato comunicativo que sea: escrito, oral, audiovisual o una combinación de todos o algunos de tales formatos. El concepto tableta al que se encaminan los dispositivos hace que todo ello aún vaya hacia niveles de facilidad mucho mayores. La, por lo menos relativamente, fácil elaboración y conservación de lo escrito es una realidad también ahora propia del todo de lo oral y lo audiovisual hasta el punto que los dos últimos no precisan mayoritaria y estrictamente del primero para elaborarse y preservarse, salvo por el subyacente e inevitable carácter hipertextual que lo multimedia tiene. No debieran haber demasiadas dudas respecto a que estamos en los albores de una nueva realidad comunicacional y que es evidente el carácter revolucionario al abarcar la sociedad en todos los niveles.

Puesto que puedes emprender y conservar cada formato mediático por su lado por procedimientos y soportes prácticamente iguales en facilidad de acceso y de uso e iguales también en facilidad de conservación y difusión globales, quizá precises un tanto menos el conocimiento y dominio de un formato de base para dar su forma a los otros, en particular tratándose lo escrito en cuanto a base para lo oral, lo audiovisual y asimismo lo propiamente escrito. Conviene que sigas recurriendo sin embargo a una base en lo escrito antes de lo que tengan que ser contenidos orales o audiovisuales de un cierto grado de elaboración.

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