Virtualidad inmersiva

Si con la virtualidad de pantalla puede haber motivos para plantearse si la sociedad terminará por prácticamente abstraerse del todo del trato personal directo y de la relación con el ambiente circundante, todavía los podría haber más con las experiencias inmersivas. Tampoco tienen, sin embargo, por qué suponer realidad virtual, mixta y aumentada un destino semejante.

Por más que en el entretenimiento e incluso en serias y prácticas acciones la virtualidad inmersiva pueda llegar a resultarnos un excepcional y muy adecuado recurso hasta para pasar, en especial en cuanto al entretenimiento, horas empleando esta clase de experiencia, no me parece descabellado intuir que todo ser humano por la propia condición humana y de ahí por el impulso natural de los sentidos va a siempre acabar recuperando su tendencia a la plena relación con su entorno físico. Volvemos a confirmar en este sentido la igual de legítima, recomendable de satisfacer y natural necesidad de vinculación directa al entorno físico como la de trascenderlo: ambas son, en sus diversas maneras de manifestarse y satisfacerse, inherentes al ser humano y, por ende, ninguna debe, y por más que se intentase me parece que ni siquiera puede, sustituir a la otra. Alguien que estuviese bajo el permanente influjo de unas gafas o si se diese el caso lentillas de realidad virtual, mixta o aumentada estaría, según el origen de tal situación, renunciando o siendo impedido respecto a una parte vital en su desarrollo de persona.

A las experiencias de virtualidad inmersiva les queda probablemente mucho y muy positivo por ofrecernos. Hasta en el caso de unas lentillas no dejaría estrictamente de que la pudieses considerar también al fin y al cabo virtualidad de pantalla, pero a lo menos a título convencional va bien separar el tipo de virtualidad que te proporciona lo que propiamente se considera una pantalla, en particular y cada vez más en formato tableta, y la que te proporcionan unas lentes de gafas o, de desarrollarse o haberse desarrollado ya, unas lentillas.

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