Cualquier forma que adoptase una virtualidad global pero unidireccional no constituiría sino la concreción de algún tipo de antiutopía de carácter más o menos orwelliano. Se estaría en un mundo en el que la tecnología en general y lo telemático en particular habrían terminado usándose para conformar a nivel planetario una élite, sea humana, robótica o, combinadas o no, de ambas clases.
Desde múltiples perspectivas se ha abordado la posibilidad de que nos estemos dirigiendo de manera menos o más inevitable a un mundo en el que una élite, a veces supuesta y a veces más dada por hecho y que tal vez ya controle en verdad el planeta, acabe por ejercer por completo un dominio absoluto sobre el conjunto de la humanidad. Hasta los tiempos actuales, y en particular en los más recientes por el predominio de un ecosistema de la comunicación social que se basa en los medios masivos, la unidireccionalidad propia de tal clase de medios ha podido dar con facilidad motivos para formular proyecciones en base a las cuales, si la tecnología no hace sino continuar afianzando el predominio de estos medios, será mucho más que probable que se desarrolle una sociedad global e interconectada, o de esencia parecida, pero de todos modos, y todavía más que en principio ahora, de tipo elitista. Sin embargo, ya que lo que se está produciendo en el ecosistema social y de comunicación social que va formándose es que los tradicionales medios masivos ceden intensidad de uso y, más aún, intentan adaptarse a los altamente bidireccionales medios telemáticos, no parece que la extrema unidireccionalidad inherente a tales medios masivos y en la que necesitaría sustentarse un mundo de alto grado elitista tenga demasiadas opciones de prosperar.
Al faltar capacidad de bidireccionalidad, en particular las redes sociales dejarían de tener sentido alguno; y a fechas actuales a cualquiera le parecerá fuera de lugar plantear siquiera que las redes sociales, o sea los microblogs, pueden dejar de tener, o no tienen ya, sentido. La virtualidad eminentemente unidireccional de los tradicionales medios masivos, lejos de amplificarse y más lejos aún de conformar un régimen elitista de alcance mundial, se diluye en el ecosistema en red que la virtualidad global y bidireccional hilvana.
OscarWeblogs
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