Libertad de pública expresión

Respecto a Internet se resalta a menudo el enorme avance que es en cuanto a libertad de expresión, y en efecto eso es; no tendría, de hecho, demasiado sentido manifestar lo contrario precisamente desde un blog. Si bien, lamentablemente, hay donde el ciberespacio, en contra de su esencia y de su auténtico potencial, está sujeto a censura, es comparativa y potencialmente el máximo logro de libertad de pública expresión que hasta la fecha se ha conseguido.

Más allá por supuesto de la que, en el ámbito estrictamente más físicamente próximo de cada cual, quizá con mucha razón no pueda dejar de denominarse también libertad de expresión al manifestar, por lo común mediante el habla, lo que uno quiera a quien quiera, cabe identificar en las clásicas cartas al director el precedente afín más antiguo respecto a la actual blogosfera en cuanto a libertad de expresión, entendida, así pues, en tanto que libertad de pública expresión y por tanto, y en contraposición a la referida libertad en el sentido del ámbito estrictamente más físicamente próximo, se trataría en particular de la libertad de expresión mediante la cual lo expresado tiene o puede tener, en esencia por el medio de largo alcance por el que se vehicule, una repercusión por lo menos notable entre algún público. Igual que la prensa, el resto de medios de masas, o sea los medios audiovisuales de masas, y específicamente, radio y televisión, han fomentado asimismo que la gente intervenga en tales mismos tipos de medios; todo ello se da por lo menos en los medios de allá donde el entorno es el de una sociedad respetuosa con las libertades del individuo. Con Internet, y en concreto con la blogosfera, e igualmente en especial allá donde se guarda el respeto a las libertades individuales, ha quedado abierta la libertad pública de expresión a cualquiera y con inmediato alcance global.

Tan sólo preocupándote de dedicar unos instantes a pensar un poco en la gran cantidad de gente que a lo largo de la historia ha dado, y según dónde sigue seguramente aún dando, incluso su vida por la libertad de expresión, te darás cuenta del privilegio que en verdad supone disponer de unas vías de comunicación, sin embargo tan usadas a menudo para lo banal, como son las redes sociales y en general los blogs. De todos modos, y tan sólo fijándote en la inmediatez, el alcance y la permanente, fácil y ubicua consulta, todo aquello que en blogs y portales parecidos publiques debieras no dejar de hacerlo en pro de una libertad de expresión que se mantenga alejada de la banalidad.

OscarWeblogs

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