Junto a la tableta en sus tres tamaños básicos, las gafas y en su caso lentillas de realidad virtual constituyen tres niveles de virtualidad, cada uno de los cuales con sus más o menos diferencias ergonómicas y con un tipo de experiencia diferente en base más a lo individual o a lo grupal. Salvo la muy inmersiva por evidentes cuestiones de seguridad al ser la que desconecta más del entorno circundante, las virtualidades son practicables con alto nivel de portabilidad, movilidad y ubicuidad.
Sin perjuicio de que toda tableta, desde la mini hasta la maxi, pueda ser de algún modo utilizada individualmente o en grupo, la mini es más propicia a una experiencia individual y de ahí más introspectiva, mientras que la maxi lo es a una experiencia grupal y de ahí más envolvente; a medio camino estaría la tableta estándar, que no obstante, por lo general, pudiera considerarse más propia de la virtualidad introspectiva que de la envolvente. Hasta la experiencia envolvente llega lo que propiamente es la virtualidad de pantalla, virtualidad caracterizada por una fácil desconexión de la experiencia en cuestión con el simple apartar la mirada, por lo que, no obstante, determinada clase de virtualidad inmersiva, pero no muy inmersiva, sería encuadrable asimismo en la virtualidad de pantalla; sin embargo, la virtualidad muy inmersiva requiere en su total cese quitar de su fijación respecto a los ojos mismos el instrumental con el que se genera tal virtualidad, por todo lo cual, reiteramos que va bien diferenciar el tipo de virtualidad que proporciona lo que propiamente se considera una pantalla, en particular y cada vez más en formato tableta, del que proporcionan unas lentes. Haciendo buen uso de las virtualidades introspectiva, envolvente e inmersiva podremos extraer lo mejor de cada una.
Además de que quizá pueda llegar a ser preciso leyes que regulen el uso de la virtualidad muy inmersiva en espacios públicos y en especial en espacios públicos abiertos, ten presente ya de entrada que si bien por un lado es cada vez más pertinente manejarte con la movilidad que permiten los dispositivos informáticos, entre otras cosas para conectarte a la blogosfera, por otro es conveniente reservar las experiencias altamente inmersivas a practicarlas en espacios debidamente adaptados a tal efecto y así no podrás causar daño alguno, por muy involuntario que en su caso tal daño fuese, ni a ti mismo ni a otros. Pantalla mini o estándar van mejor en trayectos.
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