Cuando se cierne la nube

Todo navegante en el sentido auténtico marino, quien en su día fuese pirata inclusive, se caracteriza por tener que hacer frente a los peligros propios del mar pero, por descontado, también a los del cielo, muchas veces ambos peligros estrechamente combinados. En los equivalentes del entorno cibernético, se empezó navegando teniendo bastante margen de actuación la piratería bajo un, por así denominarlo en base al símil, cielo despejado; pero cuando se cierne la nube, todo cambia.

En el primer prácticamente par de décadas desde que la amplia generalización de Internet tuvo sus inicios, la distribución de contenidos comunicativos y de programas informáticos mediante tiradas de unidades digitales de información sumándose al fácil excederse en la copia más allá del consumo propio y a la facilidad concreta del formato digital para copiarse hizo, en esencia, que la piratería no fuese complicada de practicar y que por eso mismo haya proliferado bastante. El concepto de la nube ha conllevado una cada vez mayor asunción de la distribución de productos digitales directamente bajándose desde el servidor del proveedor o desde plataformas telemáticas aglutinadoras de tales productos, mediante un procedimiento, así pues, de descarga directa y en su caso actualizaciones, o incluso sin propiamente bajarse el producto que sea, sino ejecutándose o reproduciéndose por completo en remoto, a partir de todo lo cual, en especial de esto último, desaparece la típica distribución en tiradas de, fundamentalmente por lo menos, formato CD o DVD y similares, dificultando así la fácil copia de estas clases de unidades y por ende la piratería al respecto.

Quizá un cielo nuboso no fuese suficiente para amedrentar a los piratas de los mares, pero en Internet la nube sí se lo pone complicado a la piratería y beneficia, en cambio, al resto de navegantes. Una de las capacidades que precisamente puedes aprovechar más en la nube, y existente antes incluso de la popularización del concepto de nube, es la de bloguear. También el almacenaje privado en la nube se ha generalizado enormemente con servicios gratuitos que evitan tener que preocuparte de acumular discos en los que guardar tus materiales más allá de alguna siempre recomendable copia de seguridad local que debieras custodiar y actualizar.

OscarWeblogs

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