La condensación que por una parte ha implicado el multimedia y la que por otra parte han experimentado hasta devenir tableta de uso cada vez más general los dispositivos de realización y transmisión han de derivar asimismo, y de modo inevitable y necesario, en unos nuevos perfiles de usuarios y profesionales en cualquier ámbito, en especial el de la comunicación. Tales perfiles resultantes se caracterizan, por lo menos y de entrada, por ser más intercambiables que nunca.
Multimedia y tableta no son sino de manera respectiva una condensación en cuanto a fondo y una en cuanto a forma, en cuanto a mensajes y códigos y en cuanto a medios de producción y emisión, en cuanto a, de algún modo a lo menos, texto y a contexto. El cambio de tal envergadura que con esta doble condensación se da y que afecta de pleno a los referidos elementos fundamentales de la comunicación, o sea mensajes, códigos y medios, no puede no guardar algún tipo de relación con unos emisores y receptores también cambiantes. El emisor, tradicionalmente no cualquiera, que puede transmitir a gran escala lo que considere oportuno es, ahora sí, cualquiera; y el receptor, antes ya cualquiera pero circunscrito a un determinado territorio claramente delimitado en función de, básicamente, lo local, regional, nacional e internacional pero con especial función destacada del segundo y tercer nivel mencionados, es ya a la práctica sólo internacional o, por recurrir a un término especialmente generalizado también desde el origen de lo multimedia y del amplio acceso a Internet, global.
Un emisor cualquiera a gran escala, y asimismo ya no según el nivel local, regional, nacional e internacional, sino sólo global y un receptor también global, ambos con unas capacidades de comunicación que por la doble condensación descrita han devenido las mismas, comportan que vaya dejando de valer lo que debieras poder hallar denominado ecosistema de comunicación y en concreto, y más bien, ecosistema de comunicación social, y todavía más en concreto, ecosistema de la comunicación social de masas, pues también esto se condensa en lo que en todo caso debiera considerarse un ecosistema global. Conformándose la triple condensación que el multimedia, la tableta y el ecosistema global de comunicación representan, el potencial de producción, acceso, difusión e interactividad, sea en un blog o en un portal de otra clase, ha quedado igualado para la población de todo el mundo.
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