Por lo común, si no siempre, las grandes obras de la humanidad han sido fruto de la colaboración pero, a diferencia de ahora y en la medida en que Internet bien puede considerarse una gran obra de la humanidad, tal colaboración ha sido interactivamente muy unidireccional. Incluso en los bienintencionados intentos de los medios de comunicación de masas respecto a integrar al máximo la participación del público, no ha sido factible tal cual una bidireccionalidad.
Tan sólo una infraestructura basada en el concepto red podía garantizar una plena interactividad bidireccional y de ahí que tuviese que sustentarse sobre un colaborativismo más allá de en un sentido puramente coordinativo y considerablemente jerarquizado. Lejos, pues, de la perspectiva orwelliana que todavía a según quién le puede parecer que debemos temer de Internet, no hay motivo serio para deducir que, en un sentido del todo opuesto, a lo que nos llevarán el ciberespacio y su tan descentralizada estructura en red será a lo caótico y lo anárquico. Si valoramos debidamente el enorme lujo que en comparación a toda etapa histórica anterior tenemos al disponer de una plena interactividad bidireccional en comunicación social, entendiendo social desde lo más personal a lo más colectivo, estaremos en disposición de hacer de los blogs y de todo lo telemático un auténtico entorno en el que colaboración, debate y crítica sean rasgos definitorios desde el más auténtico sentido común. E independientemente de lo que suponga respecto a generaciones muy anteriores, si nos convencemos de que entre lo orwelliano y lo anárquico es perfectamente factible encontrar un punto idóneo de desarrollo social y económico, lograremos con o sin, pero en especial con, Internet legar un mundo mejor a generaciones futuras.
Observarás que en cualquier sociedad la vertebración de la misma ha requerido métodos y espacios con los que vehicularse la comunicación social tanto pública como privada, pero cuando esto no se ha gestionado desde enfoques de tipo más o menos orwelliano ha tendido a caer en el caos y la anarquía, sin propiamente lograrse en momento alguno de la historia pretelemática una sociedad altamente colaborativa y en este sentido interactivamente bidireccional del todo. Con la blogosfera y toda Internet no sólo existe una probabilidad de lograrlo sino de lograrlo a nivel mundial por vez primera.
OscarWeblogs
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