Si bien la cantidad permite alcanzar la calidad, hay que tomarse tal principio lo más relativamente que sea necesario a fin de no desvirtuarlo por excesiva aplicación al pie de la letra. Recurrir a la cantidad sin más, vehiculándola por simple inercia, obsesión o angustia, no hará sino que, por más cantidad sobre la que procedamos, nos estanquemos en la ausencia de lo cualitativamente bueno.
La gran ventaja que supone la que a la práctica consiste en la infinitud del espacio de publicación, y que en particular la blogosfera ofrece, no la aprovecharemos del mejor modo limitándonos a producir posts a la espera de que por pura actividad mecánica y casi o del todo repetitiva nazca desde nuestro interior la pretendida buena calidad. Ni aun si, en efecto, tenemos claro el principio de que de la cantidad se deriva la calidad, cumpliremos tal principio si no intentamos conseguir a cada post esa calidad misma, sin por ello caer en la errónea pauta de la perfección. Con la infinitud del espacio de publicación en blogs, tenemos una increíble herramienta de la que, a base de cantidad pero buscando la calidad a cada post, conseguir estar en el correcto camino hacia una veterana trayectoria de amplio y respetado reconocimiento por parte de muchas perspectivas, propias o ajenas a las de cualquier público ya de por sí más fidelizado a lo que ofrezcamos.
Gestionando bien la cantidad de lo que con tu proyecto aportes, esto es enfocando siempre a la calidad, estarás a lo menos a cada post más lejos de la imprecisión que todo comienzo tiene. La cantidad procesada de manera sistemática, pero rápida en cualquier caso y desde los inicios de lo que realices, no hace, por impedir una gradual adquisición de habilidades, más que hacerte repetir o hasta aumentar esa imprecisión sin muchas opciones de lograr calidad.
OscarWeblogs
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